19 Abr 2024 - Edición Nº2551
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EL TECLADO | Judiciales  Miercoles 18 de Abril del 2018 - 22:10 hs.                32865
  Judiciales   18.04.2018 - 22:10   
[LA PLATA] LA COSA JUZGADA
Condenaron a las enfermeras y a la farmacéutica por la muerte de un bebé en 2010
Se las penó a dos años de prisión de ejecución condicional por haber actuado negligentemente y sin el debido control, al suministrar CODEINA a los bebés internados. Se podría abrir una nueva causa por otras muertes en el mismo período.
Condenaron a las enfermeras y a la farmacéutica por la muerte de un bebé en 2010

La jueza correccional Miriam Patricia Ermili condenó a las trabajadoras del Servicio de Neonatología del Hospital San Martín de La Plata por considerarlas responsables de los delitos de homicidio culposo y lesiones culposas agravadas, por tres víctimas que se encontraban internadas alli en 2010, de las cuales uno, Valentín Gianini de 17 días, falleció.

Las penas fueron aplicadas salomónicamente entre lo pedido por la fiscal Claudia Cendoya, que estaban casi al límite inferior de lo que propone el código penal, y lo solicitado por Julio Beley y Gastón Franzero, que se acercaban al máximo.

De esta manera, se le impuso la pena de 2 años y 6 meses de prisión de ejecución condicional y 6 años de inhabilitación para ejercer sus profesiones a la farmacéutica Silvia Juambelz y a la enfermera Darcy Hernández Quispe, por ser autoras de homicidio culposo y lesiones culposas en concurso ideal. 

En tanto, para la enfermera Delia González la condena fue de 2 años de prisión de ejecución condicional y 4 de inhabilitación por encontrarla autora del delito de lesiones culposas agravadas.

Además, la magistrada hizo lugar a un pedido de las partes acusadoras y ordenó se inicie una investigación por la posible comisión del delito de homicidio por parte de otras enfermeras del turno vespertino durante el período de los hechos.

“Estamos totalmente conformes. La condena en si es sumamente importante para la familia, fue una condena alta y fue ejemplar. Creo que no le va a devolver la vida de Valentín, pero si una sonrisa a esa madre por entender que después de ocho años pudieron alcanzar justicia”, expresó Julio Beley, abogado de la mamá del bebé fallecido.

A consecuencia de este fallo, las familias de otros niños que murieron el 28 de febrero de 2010 y que no denunciado podrían impulsar acciones de exhumación de los cuerpos para la realización de autopsia y reapertura de la causa. En el período de los hechos fueron ocho los neonatos que murieron, lo que hace presumir que también esos decesos hayan sido producto de la intoxicación con la droga codeína. 

[LOS HECHOS] 

Todo ocurrió entre fines de febrero y principios de marzo de 2010. El viernes 26 de febrero se realizó un pedido de medicamentos a la farmacia del hospital, entre ellos, lactato de calcio, un suplemento que se agrega a la leche que consumen los neonatos para enriquecerla y mejorar su aumento de peso. En la noche del sábado varios bebés casi a la vez comenzaron a descompensarse. Algo inusual y llamativo. La primera hipótesis de los médicos fue que se trataba de una sepsis neonatal, es decir una infección de la sangre que ocurre en bebés de menos de 90 días.

Rápidamente tomaron medidas preventivas y de emergencia. Al realizar una inspección profunda descubrieron lo menos esperado, imposible, lo que no podía suceder. En el recipiente donde estaba  el lactato de calcio encontraron blisters, con la misma presentación en cuanto a color de envoltorio y de la cápsula, pero de CODEINA. Estaban mezclados y había aproximadamente 30 de cada uno. Esa droga no debía estar allí.

Rápidamente se tomaron muestras de orina, y simultáneamente se les aplicó a los pacientes un antídoto de esa droga para revertir el cuadro: Naxolona. De los tres infectados, dos mejoran pero uno, Valentín Gianini de 17 días de vida, no lo logró y murió.

En el pedido de medicamentos a farmacia del hospital se solicitaron 100 dosis de lactato de calcio. Una enfermera (Hernández Quispe)  hizo el pedido y lo retiró. Una farmacéutica (Juambelz) lo preparó y se lo entregó. Al llegar a Neo se puso en el recipiente correspondiente al lactato de calcio. Luego, las enfermeras alimentaron, por turnos a los pacientes. (González). [El Teclado]