Este viernes comenzó el juicio oral por el asesinato de Sonia Mabel Morel Escurra, una joven mujer de 25 años de nacionalidad paraguaya, en Villa Elisa, en 2015. Está acusado quien era su pareja, Oscar Daniel Raúl Abramo, por el delito de homicidio doblemente agravado por el vínculo y por violencia de género.

Según planteó la fiscal Leila Aguilar que lleva adelante la acusación, Abramo, abusando de su condición de hombre, golpeó a la mujer y la enterró en el patio de su casa. Luego, para ocultarlo, construyó un pelotero arriba, en donde jugaban las hijas de la mujer. El informe preliminar de autopsia del Cuerpo Médico Forense determinó que Sonia fue enterrada viva y murió por asfixia por sofocación, sin presentar heridas contuso cortantes. Sólo un corte en la frente y un hematoma en su maxilar izquierdo, compatible con un golpe.

El juicio oral está a cargo del Tribunal Oral Criminal V de La Plata, integrado por Carmen Palacios Arias, Ezequiel Medrano e Isabel Martiarena, quien ejerce la presidencia.

El femicidio ocurrió en una vivienda de calle 18 entre 422 y 424 de Villa Elisa y fue descubierto el 21 de octubre de 2015, cuando el fiscal Marcelo Romero, que llevaba adelante la investigación por el paradero de la mujer, ordenó efectuar excavaciones en el patio de la vivienda, luego de recibir la denuncia efectuada por familiares del acusado advirtiendo de ello.

[Fiscal Marcelo Romero dirigiendo el procedimiento]

Sonia era madre de tres niñas de 2, 4 y 6 años de una relación anterior. Luego formó pareja con Abramo y se fueron a vivir al lugar del hecho cuando la mujer quedó embarazada del acusado. Esta situación se dio unos meses antes del desenlace fatal.

Un dato no menor es que Sonia hizo una denuncia en la Comisaría de la Mujer por los maltratos que recibía de parte de su pareja. Lo paradójico fue que la citación que cursaron para que la víctima fuese a ratificar sus dichos llegó cuando ya había sido asesinada.

En la primera audiencia declararon familiares del imputado que dieron cuenta de las condiciones del lugar: Se trata de un lote amplio en donde están ubicadas varias propiedades en las que viven distintos integrantes de la familia. Además, explicitaron las situaciones de violencia que la víctima venía sufriendo.

Fernando Herenú es primo hermano del acusado y contó ante el tribunal que Abramo maltrataba a la víctima y a las hijas de ella. Recordó que su primo había dicho unos meses antes, en agosto de ese año aproximadamente, que Sonia había abandonado el hogar y se había vuelto a su país de origen, Paraguay, dejando allí a sus tres hijas, lo que les llamó la atención.

El domingo 18 de octubre fue el día de la Madre. En ocasión del festejo se produjo una pelea entre Abramo y otros hombres de la familia, lo que decantó en la expulsión del acusado del predio. Lo desalojaron por la fuerza y le dejaron sus pertenencias en la calle. Esa noche, continuó relatando el testigo, el acusado llamó por teléfono a su padre y le dijo que había asesinado a su mujer y la había enterrado en el patio. Fue así que se enteraron del homicidio. La madre del testigo, hermana del padre de Abramo, les dijo a sus hijos: “Oscar mató a la paraguaya y la enterró en el patio”. Ellos dieron aviso a la fiscalía.

La versión fue corroborada luego por su hermano Andrés Hereñú. Su relato fue en el mismo sentido y abundó en los detalles de la violencia que descargaba contra Sonia. “Le pegaba con una manguera”, contó el declarante. Finalmente, Luis Alberto Silva, ex pareja de la madre de los testigos anteriores, también confirmó la relación de violencia que existía en la pareja.

[Personal de Bomberos y Policía Científica trabajando en el lugar]

En la audiencia de hoy dieron testimonio bomberos del cuartel de Villa Elisa que llevaron a cabo las excavaciones, y también policías de Casos Especiales y peritos. Todos los testigos fueron contestes en relatar que fueron convocados por la fiscalía ante la posibilidad de que la víctima estuviera enterada allí, lo que finalmente se corroboró. Primero se excavó en un lugar donde estaba ubicada una pequeña huerta, ya que había terreno removido, sin hallar nada. Luego procedieron a correr un precario juego de niños que estaba en un rincón y observaron que había una depresión en el suelo. La excavación la efectuaron los bomberos hasta que observaron una tela, lo que podía  ser ropa y por lo tanto, un cuerpo. A partir de allí continuaron los peritos forenses que poco a poco desenterraron el cadáver. Estaba envuelto en una frazada, tenía una bolsa de plástico en su cabeza y ya estaba en proceso de descomposición.

Juan Torres, que era subcomisario en la división Casos Especiales, recordó que hicieron la recolección de muestras, entre ellas, cabellos, una colilla de cigarrillo y un zoquete. Describió que tomaron fotografías y colocaron sobres de papel madera las manos de la víctima a fin de preservarlas para determinar si había rastros del agresor en caso de que se hubiera defendido. Contó además, que la vivienda familiar estaba “muy sucia”.

Alejandro Heredia era el jefe del cuartel de bomberos de Villa Elisa y relató que les habían encomendado el procedimiento. Que luego solicitaron refuerzos y arribaron, entre otros el sub jefe Claudio Massenzio y el oficial Lucas Liando. Todos describieron el procedimiento de la misma manera, y que la mujer estaba a unos 50 cmm de profundidad. También dio testimonio Agustín Navamuel, perito planimético que confeccionó el plano del lugar y describió lo que presenció.

Las audiencias se retoman mañana martes, desde las 10 de la mañana, en el tercer piso de los Tribunales Penales platenses. [El Teclado]