Desde ambos bloques legislativos del Frente de Todos de la Provincia de Buenos Aires manifestamos nuestro apoyo al proyecto de Ley que propone el Aporte Solidario y Extraordinario de las grandes fortunas, presentado en el día de hoy por el Bloque de Diputados y Diputadas nacionales del Frente de Todos.
La crisis económica que se ha desatado a nivel mundial como consecuencia de la pandemia de COVID-19 requiere respuestas concretas con el objetivo de paliar los efectos de la misma sobre el pueblo argentino. Se trata de un aporte por única vez que afecta sólo a las personas humanas que posean un patrimonio declarado superior a los $200 millones, lo que en la práctica involucra a apenas a los 12.000 individuos que detentan las fortunas más grandes del país.
En ese sentido, el proyecto presentado se enmarca en el contracto electoral que desde el Frente de Todos firmamos con la ciudadanía el pasado 27 de octubre de 2019. En efecto, a lo largo de la campaña nos comprometimos a volver a poner a la Argentina de pie entre todos y todas, pero siempre fuimos claros al expresar que necesitábamos un mayor compromiso y esfuerzo por parte de aquellos y aquellas que más tienen.
Ocurre que, a los impactos negativos de la pandemia, los argentinos y las argentinas debemos añadir las demoledoras consecuencias del gobierno del ex presidente Mauricio Macri, que en apenas cuatro años causó un daño sin precedentes sobre la economía nacional.
Ante ese escenario, somos conscientes de que no podemos pedirles más esfuerzos a los sectores postergados durante la administración macrista. Por lo tanto, el Aporte Solidario y Extraordinario se basa en un estricto principio de solidaridad entre argentinos, a partir del cual, aquellos que están en una posición claramente privilegiada colaboran con los y las compatriotas que menos tienen.
Con este proyecto, se estima recaudar aproximadamente $300.000 millones, que se destinarán a: comprar equipamiento de salud; apoyar a las PyMEs con subsidios y créditos; terminar con los asentamientos y urbanizar los barrios populares; hacer obras y equipar a YPF para producir y envasar gas natural; y relanzar el plan PROGRESAR para que los y las jóvenes puedan seguir estudiando.
La reconstrucción del país una vez que haya finalizado la pandemia será un proceso muy arduo, que requerirá de mucho trabajo y colaboración por parte de todos y todas.
Para eso, entendemos que –en consonancia con el modo en que los costos de la pandemia se están afrontando en todo el mundo- el Estado debe actuar generando y consolidando los equilibrios necesarios, con el fin de asegurar que las cargas y las responsabilidades se distribuyan de manera justa y equitativa.
Ese es el objetivo. No se trata de una medida contra nadie, sino de la cooperación y la solidaridad entre todos y todas.