“Se convierte en ley y se gira al poder ejecutivo”, dijo la presidenta del Senado, Cristina Fernández de Kirchner, luego que el tablero de votación mostrara que 38 senadores y senadoras respaldaran el proyecto que propone la Interrupción Voluntaria del Embarazo y que 29 lo rechazaban. El debate, que se extendió por más de 12 horas, posibilitó que dos años después del primer análisis parlamentario el resultado se diera vuelta. 

La marea verde volvió a irrumpir en las calles aledañas al Congreso de la nación. A diferencia de hace dos años y cuatro meses esta madrugada hubo festejos. El grito, la alegría y el llanto se impregnó entre los pañuelos, los tapabocas, las batucadas y la purpurina. La fiesta verde se filtró a lo largo y a lo ancho del país. El aborto legal vino a terminar con la penalización fijada en el Código Penal de 1921. 
 

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Durante toda la jornada se palpitó la sanción de la ley. “Los verdes” llegaron al recinto con un número favorable. Sin embargo, aun restaba la definición de un puñado de senadores que se habían agrupado como indecisos. Se habían hilvanado muchas hipótesis, pero pocos imaginaron que los números de esta jornada iban a ser similares a los de 2018, pero a la inversa.

Las primeras pistas llegaron cuando la vocera, Norma Durango, presidenta de la Banca de la Mujer y quien condujera el debate en comisiones, adelantara un cambio clave que saldría vía reglamentación, que sería el veto parcial de la palabra "integral" en las causales de aborto más allá de la semana 14. El compromiso sumó el apoyo definitivo del rionegrino Alberto Weretilneck, quien había condicionado su voto. 
 

El castigo y la culpa generan más dolor y más muerte. Debemos responder con amor y compasión. ¡Hagámonos cargo!

Les dejo el link a mi discurso completo https://t.co/sbuFZu3nY5 pic.twitter.com/glw5mDZFSi

— Gladys Gonzalez (@gladys_gonzalez) December 30, 2020

Antes de la medianoche la aprobación comenzó a tomar forma. Como indicó El Teclado la posición favorable de los cinco legisladores indecisos fue determinante para llevar al podio el proyecto. A eso se sumó la ausencia del tucumano José Alperovich, de licencia extraordinaria hasta el 1º de enero por una denuncia de abuso sexual; la imposibilidad del ex presidente Carlos Menem de votar de manera remota debido a su estado de salud; y el faltazo de Adolfo Rodríguez Saá y Clara Vega.

A esa hora “los celestes” habían llegado a su techo. Entre los senadores y senadoras sólo 29 rechazaban el proyecto; y Guillermo Snopek se abstenía. La situación ya era irremontable. Los 38 votos que en 2018 fueron negativos esta vez fueron positivos.

Lo que siguió fueron discursos a favor y en contra de la normativa que no modificaron el escenario. Las cartas estaban sobre la mesa y sólo restaba ordenarlas para darle forma a un derecho reclamado durante los últimos cien años. El aborto es legal en Argentina. La clandestinidad ya forma parte de la historia.

El proyecto completo: 

[El Teclado]