En una columna de opinión publicada este sábado en La Nación, el arzobispo de la capital bonaerense Héctor Aguer "analizó" nuevamente los delitos de terrorismo de Estado bajo su nefasta óptica reconciliadora. 

Luego de una introducción bíblica, vuelve a retomar la teoría de los dos demonios y cuestionó el "revisionismo" aplicado al libro de la CONADEP, Nunca Mas: "En 2006 los impugnadores de Ernesto Sábato y de los demás investigadores de aquel primer intento lograron reformular las expresiones del insigne escritor. (...)  Según tales revisionistas, hubo un solo demonio: el Estado. Ellos no parecen ser historiadores científicos, objetivos, ya que olvidan los miles de crímenes de los "jóvenes idealistas", escalonados con frecuencia y furia crecientes desde el asesinato del general Aramburu", escribió.

"Sin justificar lo injustificable, es posible afirmar, según las declaraciones de ambas partes, que existió una cierta simetría, aunque variable a través de las peripecias de los enfrentamientos. ¿Con qué derecho los diversos agrupamientos subversivos se arrogaban la representación del pueblo, aun en el período en que regía una precaria democracia?", se preguntó Aguer, y aseguró que "No hubo un solo demonio suelto en aquellos años. Tampoco, en mi opinión, fueron solamente dos. Fueron Legión".

"Sin juzgar las intenciones, estimo que quienes militan contra la teoría de los dos demonios no quieren la reconciliación nacional; están abroquelados en el resentimiento y el rencor. Se alborozan porque 40 años después de aquellos sucesos la Justicia envía a la cárcel a antiguos oficiales jóvenes apelando al discutible concepto de "lesa humanidad". Laesus-a-um significa ofendido, herido, dañado. ¿No serán de lesa humanidad los delitos cometidos desde el Estado y contra todo el pueblo por personajes recientes que se han beneficiado de una distracción judicial de más de diez años? No hay futuro para la sociedad argentina sin perdón recíproco, sin olvido, que es lo contrario de la venganza camuflada como memoria", agregó el religioso.

Así, compara los delitos de corrupción del kirchnerismo, supuestamente beneficados por una "distracción judicial", con los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico-militar. "El perdón, como realidad superior a la justicia, es el exorcismo que puede liberarnos de la sombra de la Legión", añadió casi a lo último de la nota, publicada casualmente a menos de una semana de las PASO y con un kirchnerismo empatado técnicamente con Cambiemos.

Aunque, pareciera, el Monseñor está más cerca de querer perdonar un genocidio a manos del Estado que los crecientes hechos de corrupción que empañan, tras 35 años de democracia, a un gobierno elegido por el pueblo. Luego de despacharse contra la masturbación, el coito previo al casamiento, el preservativo, el petting y hasta Marcelo Tinelli, Aguer volvió a dar la nota. Y, pareciera, tiene munición guardada para rato. [El Teclado]