Este jueves, el ministro de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis, visitó Ayacucho. Allí, acompañado por el intendente Emilio Cordonnier recorrieron trabajos realizados en la red cloacal y el funcionario nacional se reunió con concejales del Frente de Todos. 

Sin embargo, la noticia es lo sucedido con un miembro de su comitiva, que tuvo que soportar el maltrato de las fuerzas policiales locales y la agresión de los vecinos al confundirlo con un delincuente.

Se trata de Alberto Smith. El payador forma parte del equipo de Katopodis, y minutos después de ingresar a la ciudad fue interceptado por la policía, que estaba buscando a un ladrón que momentos antes había cometido un robo bajo la modalidad del cuento del tío.
 

Trabajamos en obras estructurales para la Argentina, pero también en aquellas más pequeñas que crean empleo y le cambian la vida a la gente.

Con @ecordonnier visité #Ayacucho, donde ampliaremos la red cloacal en Villa Aurora y Terminal, y están en marcha obras de Argentina Hace. pic.twitter.com/eCMf8W725O

— Gabriel Katopodis (@gkatopodis) March 4, 2021

Según detalló a la radio local 95.3, estaba haciendo tiempo, esperando la comitiva que estaba teniendo una demora en Maipú. "Me interceptó un patrullero, que a la voz de alto me hace poner contra la pared, con una intensidad manifiesta. Yo no entendía nada", contó.

"Les quería contar y no me creían. Les quería dar la documentación que estaba en el auto. Primero eran dos patrulleros, y después llegaron dos más. Cuando estaban mirando la documentación, llegó la nieta de la persona damnificada a insultarme. Su compañero se bajó del auto para quererme pegar", detalló.

A esto se sumó el testimonio de un policía del ingreso, que dijo que al entrar el coche tenía los vidrios polarizados, y que él no manejaba. Smith iba solo, y con los vidrios trasparentes.
 

"Yo les pedía que me llevaran a la comisaría porque sentía mucha vergüenza. Siento vergüenza todavía. Yo quería hacerles entender que estaba trabajado. Los nervios y la vergüenza que pasé fueron horribles", sostuvo Smtih.

"Yo les pedía que me llevaran a la comisaría porque sentía mucha vergüenza. Siento vergüenza todavía. Yo quería hacerles entender que estaba trabajado. Los nervios y la vergüenza que pasé fueron horribles", sostuvo Smtih, que finalmente consideró: "Siento lo que le pasó a la señora. Lo cierto es que mientras todos estos móviles perdían el tiempo conmigo, los malhechores hicieron lo que quisieron".

Cuando pudieron constatar que su auto estaba registrado como vehículo oficial y lo dejaron ir. "Uno de los policías me dio la mano y me pidió la mano, pero me quedaron pocas ganas de volver", aseguró.

Escuchá su testimonio:

[El Teclado]