La Defensoría del Pueblo puso en marcha una campaña para evitar los festejos del último primer día
Ante los festejos del último primer día que realizan los estudiantes que comienzan quinto año este lunes, el Defensor del Pueblo Adjunto de la provincia de Buenos Aires, Walter Martello, impulsó una campaña que busca concientizar sobre los riesgos que implica realizar el UPD en plena pandemia covid-19, advertir sobre posibles contagios y problematizar la asociación entre consumo de alcohol y diversión. También realiza un abordaje sobre los peligros de las fiestas clandestinas y los encuentros masivos de estudiantes.
“Desde que llegamos a la Defensoría, nos propusimos estudiar de forma integral la problemática del consumo de alcohol en jóvenes y encarar distintas propuestas para la elaboración de políticas públicas. Hoy nos preocupa de sobremanera las convocatorias que se están realizando para llevar a cabo el UPD en un contexto donde la pandemia sigue vigente y se espera una nueva ola de contagios”, explicó el Defensor del Pueblo Adjunto.
“Sabemos de las dificultades que implica limitar un festejo a las y los jóvenes que acceden al último año de la secundaria, sumado a todo lo que implica un reencuentro con sus compañeros y compañeras. Pero debemos pedirles un esfuerzo, al igual que a sus familias y a la comunidad toda”, agregó Martello.
La campaña 2021 fue diagramada por el Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos de la Defensoría, en forma conjunta con el Observatorio de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes.
Martello destacó que este año “hacemos especial hincapié en desmitificar la idea de que consumir alcohol es igual a diversión. A su vez, remarcamos que todo consumo de alcohol por parte de menores de 18 años es de riesgo. No existe un nivel ´saludable´ o ´tolerable’ porque el cuerpo está en crecimiento y resulta más vulnerable. Además, la desinhibición ligada al alcohol lleva al relajamiento en el cumplimiento de las medidas sanitarias”.
El Defensor del Pueblo Adjunto advirtió que este año el UPD se combina con el fenómeno de las fiestas clandestinas que han proliferado en los últimos meses. Y el posible incremento de casos de covid-19 que pueden originar. “Resulta indispensable que las familias intentemos reducir riesgos o proponer otras formas de UPD. Debemos saber en qué condiciones las y los jóvenes pasarán esa noche, valorar el estado en que concurrían a clases y aceptar las decisiones de las autoridades de las escuelas en caso de que no se les permita ingresar a quienes consumieron alcohol”, concluyó Martello.
Además de las campañas de concientización, en los últimos cuatro años desde el Observatorio de Adicciones de la Defensoría del Pueblo se realizaron estudios cualitativos y cuantitativos sobre la problemática del consumo del alcohol en jóvenes. Los resultados mostraron, por ejemplo, que la edad de inicio en el consumo viene bajando: el 70% de los niños, niñas y adolescentes de entre de 12 a 14 años manifestaron haber tomado bebidas alcohólicas alguna vez.