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  Especiales   11.04.2021 - 10:00   
NI UNA MENOS
Mujeres del viento: la investigación que rescata del olvido a víctimas de femicidios
Un grupo de mujeres de General Villegas buscaron refutar la frase “acá eso no pasa” y, a fuerza de testimonios y datos, develaron más de una docena de asesinatos por razones de género.
Mujeres del viento: la investigación que rescata del olvido a víctimas de femicidios

Por María Eugenia Suárez 

“Tengo confianza en el futuro”, dice Mirta Ramirez, profesora de historia e integrante de Fuerza en mi Voz, un grupo que reúne a mujeres de General Villegas que trabaja por el respeto a la diversidad y para erradicar la violencia de género. Desde hace algunos unos años Mirta viaja por las localidades del partido buscando historias que la ayuden a echar por tierra una falacia enquistada y perpetuada con el tiempo. “Quería develar la existencia de los femicidios en este lugar donde se decía que no pasaba nada”, señala en diálogo con El Teclado. En una conversación donde no solo advierte que ese tipo de asesinatos “ha pasado y sigue pasando” en aquel rincón de la provincia de Buenos Aires, la mujer relata qué motivó esta investigación y qué respuesta espera de la sociedad y el Estado.

Como todas las ciudades del interior Villegas tiene cosas hermosas y también horrendas. Por aquellos pagos sacan pecho cuando los medios nacionales hablan de personalidades reconocidas como Antonio Carrizo o Manuel Puig y se lamentan cuando son noticia por aparecer en primera plana por crímenes espantosos. El femicidio de Milagros Robledo, en noviembre del 2019, en manos de Adrián Cristian Almirón, fue uno de los últimos casos resonantes. Sin embargo, su asesinato por razones de género no es el único. Así lo revela una investigación que, con el propósito de refutar la frase “acá no eso no pasa”, rescató del olvido la historia de más de una docena de mujeres.

 

La tarde del 13 de noviembre de 2019, Milagros salía confiada a andar en bicicleta mientras su "amigo" corría a su lado....

Publicado por Fuerza en mi voz en Miércoles, 18 de noviembre de 2020

 

RESCATE DEL OLVIDO

“Empecé a buscar información, testimonios y datos por una cuestión bien concreta: había una negación sobre la existencia de femicidios. Decían que habían hechos de violencia aislados, pero que en Villegas no había femicidios. Sin embargo, comenzaron a salir a la luz historias de otro tiempo”, dice Mirta. Con pesar la profesora y su grupo de compañeras descubrieron que eran muchas las Milagros que habían sido asesinadas y olvidadas. El “acá eso no pasa” no sólo olvidó sus trágicas muertes, también silenció sus vidas.

Antes que las restricciones de la pandemia pusieran en stand by la investigación, Fuerza en mi Voz hizo público un documento en el que develaron el nombre de 13 mujeres que fueron asesinadas en algunas de las localidades del distrito de General Villegas en los últimos 45 años. El texto, leído en ocasión del 8M del 2020, fue titulado “Mujeres del viento”. “Pareciera que sus nombres fueron llevados por el viento. Se recuerda el nombre del femicida, las circunstancias del femicidio, pero no se las recuerda a ellas”, dice el escrito en el que además se destaca que “socialmente se piensa que los femicidas eran hombres ‘trabajadores´ y ´honrados´ que tuvieron un repentino ataque de ira o mal genio”.

“Decidimos iniciar la tarea de rescatar los nombres u otras referencias de las víctimas y compartir nuestros avances, dudas, vacíos y silencios con una esperanza doble: que la gente de Villegas nos aporte datos y nos ayude a salvar estos vacíos y silencios; y para que los femicidios reciban la condena social que merecen como hecho aberrante y que esto contribuya a la eliminación de todas las formas y tipos de violencia de género”, completa el texto antes de enumerar a las mujeres asesinadas por razones de género.

En diálogo con este portal, Ramirez señala que cuando empezó “a recopilar las historias el objetivo era más bien pragmático” y detalla: “Por un lado, quería develar la existencia de los femicidios en este lugar donde se decía que no pasaba nada y, además, porque espero que los organismos del Estado no contraten a hombres denunciados por violencia de género”, dice.

La segunda parte de su objetivo está atado a otro dato real. En momentos en que el país lamentaba el hallazgo sin vida de Milagros Robledo, Mirta se encontraba en la comisaría local acompañando a una mujer. En esa circunstancia descubrió que un hombre que prestaba servicios de sereno en el municipio no sólo había sido detenido 9 años por asesinar a su esposa en la década del ‘80, sino que una vez libre había abusado de la nieta de su actual pareja. “Me enteré porque llegó un hombre de unos 40 años de Villa Sauze, una población cercana a La Pampa, a denunciar que, a raíz del femicidio de Milagros, su hija se había animado a contar que cuando tenía 14 años este hombre, que estaba en pareja con su abuela, la había abusado”.

“Me impactó mucho porque este tipo trabajaba como sereno en el centro cívico”, recuerda Mirta en referencia a Juan Diez, uno de los femicidas mencionados en el documento, y agrega que no es el único caso donde un hombre violento o abusador termina recibiendo ayuda laboral por parte de algún organismo del Estado. Recuerda que hace un tiempo una mujer cuando fue a periciar las agresiones recibidas se encontró con su golpeador haciendo arreglos en el hospital. Por eso redobla la apuesta y no sólo reclama que no se los admita como trabajadores en ámbitos dependientes del Estado, sino que esa oportunidad laboral sea otorgada a las mujeres víctimas de estas situaciones. “Ellas quedan muy afectadas económicamente”, señala.

 

Publicado por Fuerza en mi voz en Miércoles, 25 de noviembre de 2020

 

LOS FEMICIDIOS EXISTEN 

“Todo lo que hemos encontrado nos demuestran que los femicidios han pasado y siguen pasando. Más que un trabajo de historia, tiene una finalidad pragmática”, resalta la mujer y agrega que además de esta tarea, un importante rol del equipo que integra es acompañar a las víctimas de violencia de género.

Aunque el grupo ha logrado cierta visibilidad en los medios y en la sociedad en general, Mirta sostiene que todavía “hay mucha resistencia, tanto de hombres como mujeres”. En la conversación aparece la insólita marcha que en mayo del 2010 protagonizaron esposas, familiares y amigos de tres adultos acusados de abusar de una adolescente de 14 años. “Hoy se sigue pensando así, porque ante una denuncia de acoso o abuso en redes sociales, se amenaza a las víctimas, se las responsabiliza por ocasionar daños familiares y no se analiza sobre el peligro que representa ese hombre para la familia misma, no dimensionan que es un agresor. Pero en este contexto no se haría una marcha. Se ha progresado un poco”, agrega Ramirez.

Sobre el final de la conversación, Mirta señala que la idea en un futuro es sistematizar toda la información, pero antes debe acceder a los documentos formales que validen cada uno de los casos. “Hay mucha dificultad”, reconoce, pero no se desalienta: “Tengo confianza en el futuro. Lo que queda después de un femicidio es tremendo y, pese a que siguen sucediendo, buscamos que se conozcan los casos y erradicar la violencia”, concluye.

 

En el mes de la mujer, Piedritas, Partido de Gral. Villegas, Bs.As.

Publicado por Fuerza en mi voz en Lunes, 15 de marzo de 2021

 

LO CUENTO YO PORQUE ELLA NO PUEDE

La investigación del grupo está en pleno proceso por eso en algunos casos faltan datos. Sin embargo, es importante mencionar sus historias porque, como dice una de las campañas de visibilización de femicidios, “ellas no pueden contarlo”.

“Lila” Delia Tirone. Fue asesinada por Omar Hernández, su pareja, entre 1975/76. Era madre de dos hijos, tenía 33 años y vivía en la localidad de Emilio V. Bunge.

Rafaela (se desconoce el apellido). Fue asesinada por Juan Diez en la década del ’80 en un campo de la localidad de Elordi. Era madre de cinco niños.

Susana Moyano. Fue asesinada en 1980 por su novio, del que no se ha recuperado su identidad. El hecho ocurrió en la periferia de la ciudad cabecera, General Villegas.

Soledad Nievas. Fue asesinada por su marido, Sebastián Gramajo (o Bramajo, no está claro) que luego se suicidó. General Villegas, año 2003.

Marita Galotti. Fue asesinada en 1995 por su pareja, de apellido Bravo. El hecho se registró en Emilio V. Bunge.

Cristina Barrera. Fue asesinada en 2001. El apellido del femicida se desconoce. Tras el hecho se suicidó. El homicidio sucedió en la ciudad cabecera, General Villegas.

Marta Haydée Vera. Fue asesinada por su concubino, Miguel Ángel Iam, en enero del 2008, en la localidad de Villa Saboya. Tenía 59 años y un hijo de 14. Su femicida se suicidó en la cárcel. 

Lucrecia Lietzmann. Fue asesinada por Fernando Adrián Sánchez, en la localidad de Villa Saboya. Era maestra jardinera, tenía 27 años y madre de tres niños.

Lourdes Natalia Patricia Lucero. Se sospecha que su marido, Carlos Grippo, la asesinó. Tenía 40 años y dos hijos. Falleció en 2014 en la ciudad cabecera, General Villegas.

María Elizabeth Mendía. Fue asesinada en julio de 2015 por su esposo Raúl Coronel. Tenía 49 años, era de Villa Sauze.

Luisa Decaillet. Fue asesinada por su expareja, Arturo Godoy, el 3 de junio de 2018, en la localidad de Piedritas. Tenía 68 años y cuatro hijos.

Milagros Robledo. Fue asesinada el 13 de noviembre de 2019 por Adrián Almirón en la ciudad cabecera, General Villegas. Tenía 17 años.

Jacinta P. Miño. Se sospecha que fue asesinada por su pareja, Marcelo Santana, el 16 de abril de 2020. Tenía 37 años, era correntina y vivía en Emilio V. Bunge.

[El Teclado]