Multiplicadoras de derechos: Las mujeres que desnaturalizan la violencia
¿Por qué desde el feminismo popular? Porque entendemos que la lucha feminista está incompleta si no se la encara con la perspectiva de la desigualdad de clase, porque entendemos que capitalismo y patriarcado van de la mano, que se retroalimentan para reproducirse y que, por ello mismo, la violencia hacia las mujeres está profundamente ligada a la estructura económica.
Entender la lucha feminista desde esa mirada nos hizo buscar formas de incidir en la realidad de las mujeres; por ello, elaboramos la herramienta Multiplicadoras de Derechos. Su nombre tiene que ver con una realidad muy concreta: quienes no conocen sus derechos no pueden defenderlos ni exigir que se cumplan, por lo tanto, se encuentran muchos más vulneradxs. Esta es la situación que observamos cotidianamente en nuestras compañeras de los sectores populares con mayor frecuencia que en otros sectores. A la falta de recursos materiales, que las ayuden a sortear las violencias cotidianas, se le suma el desconocimiento de los derechos que las asisten.
Es por ello que, a través de las Multiplicadoras, buscamos generar instancias de formación, sirviéndonos de mecanismos y dinámicas que nos aporta la educación popular, para acercar a las mujeres al conocimiento de sus derechos.
Los límites de tiempos nos llevaron a recortar sobe temas que considerábamos más urgentes: por una lado, un paneo general sobre los tipos de violencias, haciendo foco sobre la modalidad doméstica de la violencia hacia las mujeres, ya que las estadísticas sobre la misma son preocupantes. En esta instancia buscamos lograr que se desnaturalicen las violencias más invisibles, aquellas que resultan pasos previos a la violencia física y, que a la vez, logran mantener a la mujer en relaciones abusivas.
Además, buscamos que conozcan los recursos con los que cuentan para salir de esas situaciones pero, también, que se comprenda cuál es la ruta crítica de una mujer en situación de violencia, de modo que cada una de las participantes pueda ser sostén y compañera de otra que se encuentra atravesando esa situación. Una segunda parte del taller está orientada a derechos sexuales y salud sexual integral. Esto tiene que ver no sólo con la prevención de embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual, sino también con los derechos que tienen frente al sistema de salud y de sus propias parejas. Abordamos el derecho al placer, tan negado para nosotras, el derecho a recibir información clara sobre anticoncepción y ETS, sobre el parto respetado, etc.
En La Plata, esta experiencia en tiene poco más de un año. La empezamos en el barrio El Futuro, de la localidad de Melchor Romero, continuamos por Hernández y ahora estamos terminando los talleres en Villanueva, Berisso, junto con mujeres que se organizan en comedores y merenderos de la organización Barrios de Pie.
La experiencia multiplicadora, por otra parte, se retroalimenta inagotablemente. Quienes vamos al barrio a Multiplicar, volvemos nutridas de nuestras compañeras, que nos dan una cucharada de la realidad que es imposible imaginar desde el casco urbano platense. Conocer la situación de las mujeres de los sectores populares nos permite pensar nuevas estrategias de intervención junto con ellas, proyectar este movimiento feminista y popular, pero sobre todas las cosas, aprender cada día un poco más a organizarnos y luchar, ya que nuestras compañeras de la organización Barrios de Pie son el ejemplo más grande de ello. [El Teclado]
*Natalia López es politóloga y coordinadora de Mumala La Plata.