Por María Eugenia Suárez

“Esto es lo que quiere el pueblo”, sintetizó la activista trans Luana Marian López Reta al repasar el amplio respaldo que tuvo el proyecto de cupo e inclusión laboral trans en la Cámara de Diputados de la nación. En conversación con El Teclado, evaluó que el resultado está atado a un cambio de paradigma social, se volvió a emocionar al recordar los discursos que posibilitaron la aprobación y apuntó al impacto que significará que finalmente la normativa avance en el Senado.

El proyecto lleva el nombre de Diana Sacayán y Loahana Berkins, dos históricas militantes del colectivo travesti-trans que sintetizan años de lucha de una población históricamente oprimida. La iniciativa, que el viernes a la madrugada obtuvo la aprobación en la Cámara de Diputados, establece que el Estado deberá contratar al menos el 1% de la dotación de la administración pública en todas las modalidades de contratación regular vigentes y prevé incentivos por contratación para las empresas privadas.

“Fue muy movilizante, muy fuerte estar ahí, presenciar algunos discursos. El de Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica) me tomó de sorpresa y me hizo llorar”, repasó Luana. Había sido una jornada larga, de muchos rumores en los pasillos. La idea de que la coalición Juntos por el Cambio votaría por la negativa en bloque barría cualquier esperanza de triunfo.

Sin embargo, antes que el proyecto comenzara a debatirse empezaron a llegar las buenas noticias. “Cuando estábamos yendo (al Congreso) nos llaman y nos avisan que Facundo Suárez Lastra (JxC) iban a votar afirmativo. Ahí nos dimos cuenta que habían cambiado las reglas de juego y que JxC había liberado para que votaran lo que quisieran”, recordó.

MENSAJE DEL PUEBLO

La sorpresa y la alegría terminó de consolidarse con el amplio respaldo al proyecto. “La votación fue increíble porque no esperábamos esa diferencia”, señaló la mujer en referencia a la votación que tuvo 207 afirmativos y 11 negativos. “Es un mensaje, porque esto marca que es lo que la sociedad está pidiendo, que esto lo quiere el pueblo. 207 a 11 no deja lugar a las discusiones. O estás con esto o sos un dinosaurio”, agregó.

Para Luana, miembro de la agrupación Nelly Omar y coordinadora de diversidad de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de zona norte, el resultado en Diputados “cambia la perspectiva que se tenía para el Senado”. La idea del acceso al empleo formal para personas travestis, transexuales y transgénero está cada vez más cerca de hacerse realidad.

"Hoy estamos viviendo el cambio de paradigma de la sociedad. Hoy la sociedad, en su mayoría, acepta, incluye, abraza a esta diversidad, aunque siempre van a quedar los rancios, los reaccionarios”

“Hay un cambio de paradigma en la sociedad. El marco legal que se da a partir de la ley de identidad de género fue un punto de inflexión, pero obviamente los cambios sociales demoran más tiempo. Hoy estamos viviendo el cambio de paradigma de la sociedad. Hoy la sociedad, en su mayoría, acepta, incluye, abraza a esta diversidad, aunque siempre van a quedar los rancios, los reaccionarios”, señaló.

IMPACTO DE LA LEY

El proyecto recoge el antecedente del decreto firmado en septiembre del año pasado por el presidente Alberto Fernández, que había establecido que el sector público nacional debía destinar el 1% de su planta a travestis y trans. A diferencia del decreto, el proyecto tratado por el Congreso presenta una serie de puntos que alcanzan al sector privado que lo suma a través de incentivos que promueven la contratación.

Además, la iniciativa incorpora principios de "no discriminación" que serán obligaciones del Estado. Establece que, para acceder a los puestos laborales, "el requisito de terminalidad educativa no puede resultar un obstáculo" y tampoco podrán ser considerados para el ingreso los antecedentes contravencionales de la persona postulante. “Lo que se va desestimar es la criminalización de la identidad que existió siempre. Para nosotras el cambio de dictadura a democracia sólo significó un cambio de uniforme porque la persecución siguió. Todas las sobrevivientes tienen antecedentes, porque todas fueron detenidas, violentadas su identidad desde la institucionalidad”, explicó la militante.

SER TRANS

Sobre el final, Luana repasó parte de su vida. A diferencia de gran parte del colectivo trans ella no tuvo problemas para conseguir trabajo, aunque sí la discriminaron. Su transición llegó hace algunos años, después de un matrimonio de más de una década y dos hijos. “Expreso mi transición cuando estaba laburando con mi propia empresa haciendo sonido en vivo en shows y me pasó de perder clientes y algunas situaciones porque el rubro de técnica escénica es bastante machirulo”, relató.

Hace algunas semanas ingresó a trabajar en el Ministerio del Interior. “Por mi trayectoria, porque tengo un currículum, tengo antecedentes laborales, me parecía poco ético apelar al cupo para conseguir laburo. La realidad es que respondí a avisos que estaban publicados con mi currículum y me llamaron de una consultora y me tomaron una prueba. Pesó mi currículum, mis 32 años de sistemas y la prueba que me tomaron. La noticia es que mi identidad de género no fue un impedimento para acceder a un puesto laborar”.

“En este cambio, mi identidad de género, no fue un impedimento para que tuvieran en cuenta lo otro. Se evaluó mi capacidad. Eso empieza a pasar”, señaló sobre el final la mujer y si bien reconoció que este momento es un “inicio mínimo”, destacó que “hay un cambio de paradigma que se empieza a notar”. [EL TECLADO]