"El 11 de abril los doctores Emir Caputo Tártara y Juan Carlos Bruni decidieron que Diego Walter Flores era inocente por haber actuado en legítima defensa. Quedó libre impunemente, y hoy estamos acá porque apelamos y queremos que los jueces de Casación vean todas las irregularidades que hubo en el juicio", precisó Sandra Gómez a El Teclado.
El caso fue ampliamente difundido en la capital bonaerense y no es para menos: se trata de uno de los pocos que llegó a juicio sin fiscal. En el proceso de instrucción, la titular de la UIFI Nº 1 Ana María Medina ya había resuelto absolver a Flores alegando que actuó en legítima defensa. Es que Omar Cigaran, de 17 años, fue muerto de un tiro en el pecho; y horas más tarde, en la morgue, los peritos encontraron un revólver escondido en su pantalón.
Cuatro años más tarde llegó el juicio y allí tampoco hubo fiscal. Dos de los jueces del TOC Nº 4 votaron a favor de la absolución, pero Germán Alegre sentó disidencia y planteó la posibilidad de imputarle un exceso en la legítima defensa. Con ese escrito, más la apelación realizada por los abogados de los Cigaran, es que se realizó la audiencia en Casación, que dentro de los próximos seis meses resolverá si Flores seguirá en libertad o deberá enfrentar el encierro.
"Yo solamente quiero que Diego Walter Flores vaya preso, el Estado lo abandonó mucho a Omar en vida y ahora lo vuelve a abandonar dejando a su asesino libre. Yo quiero que quede bien claro: no quiero plata del Estado, quiero que Flores vaya preso. Si hubiese sido Omar el asesino, ahora estaría preso. Yo quiero que se juzgue con la misma vara, ¿por qué justicia para los ricos e injusticia para los pobres?", se preguntó Gómez. [El Teclado]