Existe preocupación a nivel mundial respecto de que la cantidad de anticuerpos generados tras la vacunación descienden luego de cierto período, pero ahora un estudio liderado por científicos de la Fundación Instituto Leloir (FIL) demuestra un aumento de su potencia neutralizante contra el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 en función del tiempo de recibida la vacuna.
“Si bien los anticuerpos disminuyen en cantidad, lo que pudimos observar en este estudio es que la calidad y la potencia neutralizante de los anticuerpos contra el SARS-CoV-2 original y las variantes aumentan con el paso del tiempo a partir de la administración de la vacuna Sputnik V”, indicó Andrea Gamarnik, líder de la investigación, jefa del Laboratorio de Virología Molecular de la Fundación Instituto Leloir (FIL) e investigadora superior del CONICET. El efecto se verificó a largo de los seis meses que fue lo que duró el estudio.
“Esto se explica porque esos anticuerpos atraviesan un proceso gradual de maduración que aumenta su calidad para bloquear al virus e impedir la infección”, indicó Gamarnik. Y agregó: “Consideramos que los resultados de nuestra investigación van a dar tranquilidad a la población”.
Los investigadores midieron la cantidad de anticuerpos y su capacidad de neutralización contra todas las variantes de preocupación del nuevo coronavirus – Alfa (Reino Unido), Beta (Sudáfrica), Gamma (Manaos), y Delta (India), y Lambda (variante Andina) – en 1800 muestras de suero de personas (con y sin infección previa por SARS-CoV-2) que fueron inmunizadas con Sputnik V. Para esto se les tomó muestras de suero antes y a los 21, 42, 120 y 180 días después de la vacunación.
A lo largo de seis meses, los científicos determinaron la evolución de la cantidad de anticuerpos con un estándar de la OMS empleando “COVIDAR cuantitativo”, el test serológico desarrollado en la FIL.
“Lo sorprendente es que a lo largo del tiempo transcurrido desde la vacunación, nuestro trabajo reveló que la potencia de neutralización de los anticuerpos contra las variantes aumenta y este incremento en la potencia es de mayor magnitud para las variantes Beta y Gamma. En otras palabras después de los 4 o 6 meses de iniciada la vacunación la calidad de los anticuerpos generados mejora también para neutralizar a las variantes”, indicó Gamarnik.
María Mora González López Ledesma, investigadora del CONICET en el equipo de Gamarnik y una de las primeras autoras del trabajo, indicó “que la vacuna induce una capacidad neutralizante que aumenta y se sostiene en el tiempo contra todas las variantes, incluyendo la Delta”.
Según Gamarnik, la información crucial que arroja el estudio para el manejo de la pandemia fue posible gracias a la “inédita articulación del sistema científico, autoridades sanitarias y personal médico y de enfermería de casi una decena de hospitales de la Provincia de Buenos Aires, y el apoyo del CONICET y del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación”.
La investigación se publicó como preimpresión en medRxiv y será difundida más adelante en una revista científica revisada por pares.