Por María Eugenia Suárez

Jorgelina Galera tenía 35 años cuando un diagnóstico médico golpeó su deseo de concebir de manera natural. Frustrada por un tratamiento de fertilización fallido comenzó a explorar caminos alternativos que la hicieron conocer otro mundo. “Lo primero que entendí es que no tenía una perilla que indicaba que a los 40 se me apagaba la posibilidad de concebir”, dice en diálogo con El Teclado la mujer que hoy tiene un hijo de cuatro años. Durante esa búsqueda se formó en distintas disciplinas del cuidado del cuerpo y descubrió herramientas que, una vez embarazada, decidió que iba a compartir para demostrar que los tratamientos de fertilidad de la medicina tradicional no son los únicos caminos para concebir.

 

“Dame unos minutos que termino la entrevista y voy”, dice Jorgelina del otro lado del teléfono. Habla con alguien que demanda su atención. Es Mateo, su pequeño hijo de cuatro años. Hace casi una década esa conversación era un sueño que comenzó a llenarse de obstáculo cuando le informaron que tenía síndrome de ovarios poliquístico, un trastorno hormonal que interfiere en la ovulación.

 

“Empecé a buscar un embarazo a los 35 años. Dejé de tomar las pastillas anticonceptivas y mi ciclo ovulatorio se ausentó. Me desesperé porque la información que tenía incorporada era que a esa edad empezaba a decaer la fertilidad”, recuerda Jorgelina Galera, líder de Nidra Mater Fertilidad Consciente. “Consulté con medicina reproductiva, nos hicieron los análisis y me dijeron que tenía síndrome de ovarios poliquístico”, añade.

Si, se puede ser mamá después de los 40. Se puede, con las mismas condiciones necesarias que toda concepción requiere: un ciclo ovulatorio activo, nutrientes suficientes, un espermatozoide con capacidad de fecundar, un útero dispuesto a anidar. Si lo analizamos, no es poco lo que se necesita, pero esto no depende de la edad. Con la edad en la mujer llega lo mismo que a todo ser humano, la oxidación celular, pero también llega la posibilidad de repensarnos y recrearnos con mayor libertad. Ahora en materia de “maternidad” llega lo que nos condiciona. Como cuenta Gaby “se sentía super fértil pero también se decía SOY vieja”. Por experiencias pasadas y por lo que se escucha y lee en forma masiva. Gabriela hizo un gran trabajo introspectivo, no sentía una coherencia interna y la buscó. Para canalizar su deseo inició la formación de Fertilidad Consciente para acompañar a otras mujeres, y su gestación llegó en medio del curso de Formación. Hoy se siente transformada y con ganas de compartir esta BUENA noticia Tiene 43 años, SI se puede ser mamá después de los 40. Si este es tu caso o el de alguien que conoces, ¡te invito a que lo compartas en los comentarios! #NidraMater #FertilidadConsciente #FertilidadNatural #SaludReproductiva #Fertilidad #fertilidadfemenina #maternidad #madredespuesdelos40 #Quierosermamá

Publicado por Nidra Mater en Viernes, 13 de agosto de 2021

El camino que siguió es el mismo que transitan muchas mujeres con diagnósticos asociados a la esterilidad. “Empezamos con tratamientos y fui transitando procesos de enojos, de frustración, de ansiedad, que después vi que eran frecuentes en las mujeres que nos pasa algo así. Recorrí muchos lugares, consultando varios especialistas hasta que después de un tratamiento fallido de baja complejidad sentí que algo tenía que hacer, sentí que tenía que buscar herramientas que me activen”.

En la búsqueda encontró propuesta de nutrición naturista vinculados a la fertilidad y yoga para la fertilidad. “Lo primero que entendí es que no tenía una perilla que indicaba que a los 40 se me apagaba la posibilidad de concebir, que tal vez tenía que entender lo que mi cuerpo me estaba proponiendo”, dice Galera y señala que en ese recorrido descubrió, entre otras cosas, que en su trabajo no se sentía creadora. “En ese momento trabaja en un banco y me puse a hacer un profesorado de yoga, hice un cambio importante en mi alimentación, incorporé las plantas medicinales y se reactivó mi ciclo de manera natural, a pesar de que desde la medicina me decían que no tenía solución y que lo único que podíamos hacer es estimular artificialmente cada vez y ver si ovulaba o no, pero me daban el máximo de la medicación y no respondía”. 

 

A los cuatro años de iniciada la búsqueda y tras nueve meses de explorar alternativas naturales quedó embarazada. “Ese día, con el test casero en la mano, en la cocina de mi casa, a las seis y pico de la mañana me dije ´esto lo tengo que difundir´ porque a mí me hubiera gustado que me acompañen”.

 

NIDRA MATER

 

Mientras la panza crecía comenzó a moldear Nidra Mater. Primero fue un proyecto con productos naturales y con talleres de fertilidad. Pero ante de la demanda, los talleres eclipsaron la propuesta y Nidra Mater se consolidó como un espacio de orientación para la fertilidad natural. Es decir, para la fertilidad consciente.

"Lo primero que entendí es que no tenía una perilla que indicaba que a los 40 se me apagaba la posibilidad de concebir, que tal vez tenía que entender lo que mi cuerpo me estaba proponiendo”

"Entendí que por algo mi cuerpo no estaba facilitando lo que yo quería. Eso es fertilidad consciente. Hay que buscar caminos de sanación, propios y orgánicos", dice Jorgelina, que además es profesora de yoga y fitoterapeuta.

Galera considera que "esta consciencia sirve para saber si tenemos un deseo real o es una imposición de la familia o del medio social. El resultado de la gestación es más una zanahoria, pero el trasfondo de la búsqueda es transformarse, tomar más conciencia. Por eso es fertilidad consciente del deseo. Hay que saber si hay deseo o mandato, si es el momento de uno para conectar internamente y con la pareja (si la hay), si se está con las energías para recibir un hijo con todo lo que significa gestar, parir y criar”. 

 

ALTERNATIVAS

 

Jorgelina remarca que no está en contra de la medicina tradicional, pero convoca a explorar otras alternativas. “La primera decisión es recurrir a la medicina porque es más fácil ir a otro que te diga qué tratamiento hacer en vez de tomar conciencia, de preguntarse por qué el cuerpo activa mecanismos naturales de anticoncepción. Hay que ver si nuestro organismo está en desequilibrio por algún motivo”, señala.

 

“Hay que entender que siempre hay opciones. Pensar que la única opción es una determinada, es desesperante y nos coloca en un lugar pasivo, de impotencia. Hay que profundizar, entender cada caso, hay que ver el conjunto tanto el hombre (si lo hay), la mujer, el vínculo, el ciclo menstrual ovulatorio, la nutrición. Entender que la medicina reproductiva es una opción, que uno puede elegir o no”, agrega.

Buen viernes! Compartimos estos testimonios que me llegan a mi bandeja de mensajes para llevarte las buenas noticias,...

Publicado por Nidra Mater en Viernes, 3 de septiembre de 2021

Además, hace hincapié en la necesidad de identificar que la medicina trabaja con estadísticas. “Las estadísticas de fertilidad muestran una caída en picada desde los 35 y a los 45 no tenemos óvulos. Pero a veces uno no cae dentro de esas estadísticas porque no somos un robot, las mujeres no somos iguales”, señala y agrega: “Todas somos diferentes de acuerdo a la calidad de vida que tengamos, a la alimentación, el medioambiente, estado de ánimo, la calidad de nuestros vínculos, en la satisfacción que tenemos en los distintos aspectos de la vida. Mirar la edad y hacer una sentencia es limitado”.

 

Y completa: “Uno puede mejorar mas allá de que el paso del tiempo sea inexorable. Yo no digo que es mejor tener hijos por relaciones sexuales. Lo que digo es que la medicina o ese tratamiento limitante es una opción, pero no la única y que tal vez hay que hacer una preparación previa para recibirlo. Que se una elección más consciente”. [El Teclado]

 

Jorgelina Galera y el equipo de Nidra Mater Fertilidad Consciente cuentan con distintos talleres presenciales y a distancia. El próximo 27 de septiembre a las 18:30 habrá un encuentro presencial grupal al aire libre en Villa Urquiza (Ciudad de Buenos Aires).