La noticia se repite todos los fines de semana largo: el
flujo de vehículos que regresaban ayer por la tarde desde la Costa Atlántica
hacia la Ciudad de Buenos Aires (CABA) era intenso y hubo demoras en algunos
accesos, incluido un corte por manifestación. Cientos de personas arriba de la
ruta, decenas con bronca por lo lento del regreso.
Por caso, según el informe suministrado por Aubasa, el flujo
vehicular en la franja horaria de 18 a 19 fue de 1.966 vehículos por el peaje
de Samborombón en la Autovía 2 y de 1.009 por Maipú. Claro está, lo mismo
sucedió el jueves por la tarde, pero en sentido inverso. Mal humor, ganas de
llegar a destino. Apuro, bocinas y estrés.
En el medio de todo esto, el más joven de los municipios de
la provincia de Buenos Aires, Lezama, que es la única ciudad que es atravesada
casi al medio por la mencionada Ruta 2. Y cada fin de semana largo, cuando el
caos se adueña de la cinta asfáltica, se hace casi imposible cruzar hacia un
lado o hacia el otro. ¿Cómo se soluciona el tema?
Con un operativo policial. Sí, en el año 2021, cuando supuestamente
los autos deberían volar -así decía al menos la revista Anteojito allá por el
88, 89- un par de efectivos frenan el terrible tránsito que va o viene de la
Costa, hace cruzar a los lezamenses, y luego permite nuevamente la circulación
por la Autovía. Así, a cada rato, durante todo el fin de semana.
Por supuesto, el objetivo es evitar accidentes, tragedias,
que dicho sea de paso, han ocurrido más de una vez (o varias veces). "El
operativo se efectúa desde las 8 horas desde el viernes pasado hasta las 8
horas de mañana", comenta a El Teclado el periodista lezamense Edgardo
Caiñas, quien resalta que el domingo a la noche "se complica mucho más,
dado el tránsito de la ruta".
"Es un problema de vieja data, ya que Lezama es la
única localidad de toda la traza de la ruta 2 que ésta pasa por el medio. O
sea, la ruta 2 en Lezama, es una calle más de la localidad, y del sector este
hay varios barrios que deben cruzar permanentemente al sector oeste, que es
donde está el centro comercial, oficinas públicas, cooperativa de servicios,
hospital etc. etc", añade el reconocido vecino.
¿Se puede cruzar a pie? Sí, pero también tendría que poder
cruzarse en auto. "Existe un puente peatonal, pero no hay ningún elemento
de seguridad para poder cruzar en auto, limitándose a la buena voluntad del
ministerio de Seguridad que autorice la instalación de un móvil con dos
policías que corten el tránsito en ese sector, máxime que justo allí hay una
estación de servicios YPF y muchos automovilistas salen en contramano",
afirma Caiñas.
¿Y la solución? Por ahora nada. Todo el mundo escucha, pero
nadie brinda soluciones. Si hasta el gran Flaco Traverso opinó al respecto (ver cuadro aparte). Pero nada, nada de
nada. Cada vez que llega el fin de semana largo, la misma historia de siempre.
Si no se arma el operativo policial, Lezama queda partido en dos. Y cruzar para
el otro lado de la Ruta, es prácticamente un suceso mágico.
"Se han hecho muchísimas reuniones, entrevistas y
movidas, pero hasta ahora no hay una solución concreta al tema. Semáforos, según
argumentaron no se pueden instalar porque cuando se concesionó la ruta 2, se
establecía que no debía haber ninguno en toda su traza", destaca el
periodista, y recalca que "la única solución es un puente que cruce la
acera, pero esa obra tiene un costo muy elevado", cierra.
Otra solución, quizá menos costosa que el puente, sería la de levantar la ruta. O sea, que la Ruta quede por encima del cruce. El tema es que los comerciantes que están sobre la acera pusieron el grito en el cielo. "En Chascomús se hizo y funciona, pero acá es distinto, hasta el momento la negativa es rotunda, por lo que no quedaría otra que el puente, una obra de muchísimo valor", dijo a El Teclado un allegado al Concejo, siempre a la espera de la bendición de Nación y/o Provincia.
Hace aproximadamente 14 años con un grupo de vecinos del
Barrio "El Tero" de Lezama convocamos a las autoridades municipales
de entonces por la problemática del cruce de la ruta 2 en sentido Este-Oeste y
viceversa durante la temporada estival y fines de semana largo.
En aquel entonces organizamos una reunión en el Club A. y C. "El Tero" donde se expusieron las distintas posturas y en esa ocasión se analizaron diferentes probables soluciones, a saber:
Una a una, tales probables soluciones fueron desechándose.
En el caso de los semáforos se dijo que legalmente no se los puede instalar por
tratarse de una autovía. Con respecto a los puentes, hubo opiniones encontradas
entre vecinos y comerciantes de los sectores involucrados alegando,
justificadamente, eventuales pérdidas económicas y desvalorizaciones de sus
propiedades, lo que nunca nadie objetó por cuanto es completamente
comprensible.
El túnel bajo nivel directamente se dijo que era inviable,
dado que los camiones no podrían circular y Ferrobaires (en ese momento) no
autorizaba su construcción, por razones se seguridad.
Posteriormente se hizo una nueva reunión en lo que hoy es el
Complejo Cultural San Martín, con la presencia de autoridades de la Dirección
de Vialidad provincial y un funcionario de dicha repartición propuso colocar un
ascensor en el puente peatonal para las personas que, por determinadas
afecciones, no podían subirlo por las rampas o la escalera, para que los
peatones no cruzaran por la ruta. Tal propuesta fue el hazmerreír de los
presentes e incluso un vecino le preguntó si le faltaba mucho para jubilarse y
en todo caso si podía decir en que otra ciudad había un ascensor en un puente
peatonal a lo que tuvo que afirmar que en ninguna.
Recuerdo que un fin de semana enviaron numerosos efectivos
policiales, por cuanto temían que cortáramos el tránsito en la ruta, lo que
nunca estuvo en evaluación, sino que simplemente se exigía poder cruzar desde
el Barrio El Tero y viceversa de manera segura y sin tener que encomendarse al
Creador y todos los Santos.
Semanas más tarde, invitado por el Lezama Auto Moto Club el
"Flaco" Traverso dio una interesante charla sobre su trayectoria en
el automovilismo en el Centro de Jubilados y Pensionados "Mi
Refugio". Allí, se lo consultó sobre su punto de vista a esta problemática
y Traverso argumentó que la solución indicada y más económica sería la
construcción de tres rotondas, una en cada acceso a la ciudad y la restante en
la intersección de la Avda. Cobo y Avda. San Martín, dado que éstas lograrían
la disminución de la velocidad de los automovilistas pasantes y se haría más
fluido el cruce desde un sector a otro de la ciudad.
Al tiempo llegó un funcionario del Ministerio de Seguridad
de la provincia de Buenos Aires y evaluó el traslado del Destacamento de
Policía Vial hacia el Boulevar, hoy llamado Raúl Alfonsín, es decir en el cruce
de las rutas 2 y 57, o sea más o menos a la misma altura, pero de la vereda
contraria, que estaba antes que se lo demoliera en 1988 para dar paso al
"ensanche" de la ruta 2 en Lezama, obra que llevó adelante la empresa
Alegre Pavimentos para evitar el proyectado desvío que databa de la década de
1.950, muchos años antes que se construyera la actual autovía.
He tratado de sintetizar en ese resumen todas las propuestas
y proyectos que se han barajado desde hace casi una década y media para que los
lezamenses podamos cruzar en vehículo de manera segura tanto en sentido
Este-Oeste como viceversa los días de fluido tránsito como ha sido este fin de
semana.
Dejamos atrás el Siglo XX y la problemática que no es menor, aún no ha
logrado tener una solución.
En los comienzos del año 2000 la concesionaria del peaje de
la ruta 2 era Covisur, si no recuerdo mal, luego fue Autovía del Mar hasta la
actual Aubasa. Es decir, pasaron dos empresas privadas y actualmente una
estatal y los lezamenses seguimos igual o quizás peor, porque el parque
automotor que circula por la autovía 2 es cada más mayor y por ende en muchas
ocasiones hasta los propios agentes policiales arriesgan su integridad física
dado que disponen de precarios recursos en ese lugar conflictivo que es el
cruce de ambas rutas.
Es realmente inhumano que en pleno 2021, los efectivos
policiales asignados en rutas 2 y 57, solamente tengan un débil gazebo para
resguardarse del sol, viento o de la lluvia.
Ojalá más temprano que tarde, podamos disponer de una obra
que brinde una solución definitiva a tal cuestión sin que ningún sector de la
Comunidad resulte perjudicado.
Esperemos que ello pueda concretarse dentro de este Siglo [El Teclado].