Por Noelia Marone
Soltá la panza hermana, solta la panza // Dejá libres los rollos, que arranque la danza // Acaricia la pelvis, rechazá la tabla // Liberá el útero, corazón que habla // Dejale espacio para el latido // Sentite libre, soltá el ombligo.
2018, poema publicado en Mujeres que no Fueron Tapa
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En 2018, Lala Pasquinelli, publicó el poema que buscaba contrarrestar los efectos de la operación bikini, que comienza a desarrollarse cuando llega el calor. Es en ese momento del año (ahora) que a la presión social que ya de por sí recae sobre las mujeres, se le suma el hecho de ponerse una malla sin que sobresalgan los rollos, sin celulitis, sin tetas caídas y sobre todo, teniendo un cuerpo hegemónico que ni siquiera existe en un mundo real.
En diálogo con El Teclado, Pasquinelli contó que una forma de hackear eso podía ser la operación "Hermana soltá la panza" (#hermanasoltálapanza), donde invitan a las mujeres a enviar una foto de cuerpo entero. Costó, porque al principio eran todos mensajes, pero de a poco las imágenes comenzaron a llegar.
"Me vino a la mente. Todos los cumples desde que tengo 10 pido en mis deseos "ser flaca"... Aun lo hago... tengo 43", contó una de las chicas.
"Luego de tres hijos y una vida, hoy en premenopausia subí 10 Kg... No termino de reconocer mi cuerpo, no me entra mi ropa, la impotencia me abruma en este tema. Y a eso se le suman los "consejos" sobre dieta, y por qué debería volver a teñirme el pelo... Agobiante, e insensible siempre la moda", sumó otro testimonio.
Según Pasquinelli, el rol de la publicidad es fundamental porque "va modelando nuestro cuerpo, nuestro deseo, la mirada que tenemos sobre nosotras mismas. La educación que recibimos dice que primero que nada, tenemos que agradar a la vista; tenemos que ser objetos del deseo para hacerlo, y tenemos que encajar en ese modelo del cuerpo que cada vez es más descarnado".
Además, "la incidencia que tiene la publicidad y la cultura a través de las imágenes que se muestran en esta idea de que estamos rotas, de que estamos falladas, que nuestros cuerpos -que son completamente normales y naturales- están mal. Y no, porque estos son nuestros cuerpos, los otros tuvieron que realizarse operaciones para no parecer natural".
Finalmente en cuanto al rol de los medios, la impulsora de "Mujeres que no fueron tapa", consideró que "no hay ningún medio hegemónico masivo que tenga un interés real en poner en tela de juicio estos modelos de hambre, de sufrimiento y de opresión que nosotras internalizamos y por lo cual nos terminamos cosificando a nosotras mismas". [El Teclado]