Lejos quedaron los días en que Carlos Bianco se sentaba frente a la prensa una vez por semana, barbijo mediante y en los momentos más incómodos de la pandemia, para dar cuenta del panorama que vivía cada uno de los 135 municipios bonaerenses.
Desde su lugar como jefe de asesores del Gobierno bonaerense, lo que él mismo define como "un rol más estratégico", el quilmeño habló sobre los cambios que hubo en el gabinete de Axel Kicillof con un paralelismo futbolístico. "Equipo que gana no se toca, pero el que pierde hay que reforzarlo. Por eso el gobernador incorporó a dos intendentes y a una persona con una basta trayectoria política", dijo en referencia a Martín Insaurralde y Leo Nardini; y Cristina Álvarez Rodríguez.
El "ministro de Guerra", como él se auto califica, agregó: "En mi caso, fui el que hizo la comunicación durante la pandemia. Mi perfil público estaba desgastado porque tuve que dar noticias muy antipáticas para la población, que se tenían que encerrar o no podían salir".
En cuanto al panorama electoral, en declaraciones a Radio con Vos, Bianco auguró una perspectiva "que parece más próspera en cuanto a la cosecha de votos".
"Lo hablé con varios intendentes", contó el ex jefe de Gabinete, y sumó que antes de las PASO "Se instaló un sentido común de que el Frente de Todos ganaba fácil y algunos me dijeron que habían hecho poca campaña".
"Nunca dejé el Clío", dijo en respuesta a la pregunta de si se volvería a subir al auto con el que hizo la campaña junto al gobernador, pero ya mirando al 2023 y ante una posible candidatura de Axel Kicillof para la presidencia.
"Sigo recorriendo la provincia con el Clío. A mí me divierte manejar y recorrer la provincia. Si hay que hacer campaña, y el Clío aguanta, ahí estaremos", subrayó Bianco, antes de aclarar que "Axel no tiene como objetivo ser presidente, y no tenía el objetivo personal de ser gobernador. Hoy está donde la puso la militancia, pero estará donde tenga que estar. Estos no son proyectos colectivos, sino individuales. Y él lo dice genuinamente".