Provincia: una derrota con sabor a victoria y una PASO 2023 que ya toma color
Los intendentes del Conurbano -dicen los que saben- fueron clave en la remontada bonaerense que le permite al Ejecutivo dominar el Senado (el gran objetivo). Si bien ya habían hecho la suficiente campaña en la previa a las PASO (eso aseguran al menos), al parecer, de cara a las generales de ayer, redoblaron esfuerzos; y eso se vio traducido en los votos. El punto de partida, el desembarco de Martín Insaurralde al Gabinete de Kicillof.
Tras las complicadas Primarias, con el lomense a la cabeza y el aval de la Vicepresidenta Cristina Fernández, los jefes comunales del Gran Buenos Aires lograron lo que reclamaban desde un principio: puestos importantes en el Gabinete provincial. Y así fue que al gobernador no le quedó otra alternativa que hacerles lugar, y correr un poco a los suyos.
Por caso, dos de sus principales laderos, Carlos Bianco y Agustín Simone, pasaron de Jefe de Gabinete a Jefe de Asesores y de ministro de Infraestructura a Director del Instituto de la Vivienda, respectivamente. Los reemplazantes, el mencionado Insaurralde y el otrora mandamás de Malvinas Argentinas, Leonardo Nardini.
A estos se sumaron, Hernán Y Zurieta (Punta Indio) en Vialidad y Héctor Olivera (Tordillo) en la Autoridad del Agua. ¿Podría haber más? Sí, podría haber más. Esa cuestión se definirá en las próximas horas. Por caso, se dice que el massista Germán Di Césare, hoy diputado provincial pero ex mandamás de General Alvarado, podría acompañar a la diputada Daniela Vilar (pareja de Federico Otermin, presidente de Diputados) en un eventual ministerio de Ambiente.
"La llegada de Martín Insaurralde junto a Intendentes e intendentas al gabinete bonaerense fue clave para que el Frente de Todos pueda achicar la diferencia a Cambiemos en la provincia. Los Intendentes se enfocaron en recuperar votos en distritos que habían tenido resultados adversos en septiembre. Para ello diseñó un dispositivo de cercanía", cuenta a El Teclado uno de esos alcaldes que sacó más puntos que en septiembre.
Y agrega que "Insaurralde atendió también a todos los candidatos locales de los lugares donde no gobierna el Frente de Todos. Los candidatos destacan que hubo un cambio muy grande desde que Insaurralde y su equipo asumió en la campaña. Llegaron a su distrito recursos y logística", completa la fuente, que se entusiasma de cara a 2023.
Tal como se viene informando desde anoche, el resultado electoral en el total de la Provincia fue una sorpresa tanto para propios como extraños; sin ir más lejos, a pesar del punto y medio de diferencia en contra, en el búnker oficialista se armó una gran fiesta (Tolosa Paz estaba exultante) y los muchachos y muchachas de Juntos tardaron un buen rato en reaccionar y salir a hablar con su gente.
¿Lo que viene? No se sabe bien a ciencia cierta. Lo que sí hay que decir es que estos dos años que se avecinan serán de una rosca más que importante. Por caso, ya hay dos potenciales candidatos a gobernador de cara a 2023. El primero, el actual, Axel Kicillof. En su entorno entienden que es posible recuperar la mística de 2019 y que con el nombre "Axel" en la boleta las cosas podrían ser más sencilla.
A esto -claro- hay que adherirle que la situación económica, ya con la pandemia en el retrovisor, tendría que mejorar indefectiblemente. "Si se logra un acuerdo razonable con el FMI no hay manera que Kicillof no sea reelecto en la Provincia, no importa quién esté enfrente, ya sea en las PASO o en las generales", se envalentona la fuente consultada por este medio. Y como dijo Bianco días atrás, "si hay que sacar el Clío otra vez a la cancha, se saca". Palabras más, palabras menos.
El otro que se anota por el Frente de Todos -sin dudas- es Insaurralde. El poder de los intendentes es clave en el Conurbano y en la Provincia toda, y el 1 de Lomas de Zamora, hoy al lado del gobernador, se posiciona desde hace un par de años como el líder de esa entente. ¿Logrará subirlos a todos al caballo liderará la batalla por el sillón de Dardo Rocha? Tal vez si. Tal vez no. Entre otras cosas, hay que ver si se cae o no la ley que le pone tope a las reelecciones indefinidas.
Además, por si fuera poco, para que las cosas vayan bien, para que la gestión camine y la mejora económica se note, la disputa entre ambos, o sea Kicillof e Insaurralde, debe ser fría, debe notarse lo menos posible. Porque quizá, eso de que los peronistas son como los gatos (cuando parece que se pelean se están reproduciendo) sea aprovechado por la gente de Juntos, que hay que resaltar que le ganó, por poco, pero le ganó a un justicialismo unificado. [El Teclado]