A pocos meses del verano, cuando los aires acondicionados se saturan y la electricidad falla, la gobernadora María Eugenia Vidal inauguró una central térmica en la localidad de Ezeiza, que gobierna el polémico ex ministro de Seguridad sciolista Alejandro Granados.

Bajo su mirada atenta, la gobernadora aprovechó la ocasión para hacer campaña: "En lo que hace a la energía, la verdad, la situación era dolorosa. Habíamos pasado de ser un país que se autoabastecía y exportaba, a ser un país que importaba energía. Y lo vivíamos y lo sufríamos: el invierno sin gas, el verano sin luz; y también sabíamos que la respuesta no iba a ser rápida, porque necesitábamos de la confianza de miles de usuarios que tuvieron que hacer un esfuerzo enorme sincerando las tarifas para que hubiera inversión", destacó la mandataria. 

Y agregó que "cuando todos confiamos pasan cosas buenas. Cuando todos nos esforzamos y ponemos nuestra parte, pasan cosas buenas. Ese es nuestro mensaje, y eso es que cada uno de nosotros haga su trabajo y su parte. Por eso es que soy muy optimista del futuro de los bonaerenses y de los argentinos. No por un espacio político, no por un presidente que empuja, y mucho, todos los días; no por nuestro gobierno... por los bonaerenses. Y por los argentinos".

La central beneficiará a miles de vecinos del Conurbano oeste, produciendo energía con dos turbinas de 50 MW. En pocos meses sumará un tercer generador y, se espera, evitará los tan conocidos cortes de luz que afectan a los bonaerenses cuando el calor comienza a agobiar. [El Teclado]