Con más de 100 murgas, el mes de febrero se vuelve a vestir de carnaval con corsos en plazas, parques, calles, polideportivos y anfiteatros porteños, donde habrá restricciones y cuidados sanitarios, atentos a las normas de las autoridades sanitarias y gubernamentales.
Después de no haber podido desplegar durante el carnaval pasado sus desfiles al son del bombo con platillo, enarbolar sus banderas y estandartes, entonar sus críticas, inundar los barrios con su colorido, su alegría y su mística, debido a los cuidados que exigía en ese momento la epidemia del covid-19, las agrupaciones artísticas del carnaval porteño se vienen preparando con gran entusiasmo y expectativa para un “Carnaval especial y de reencuentro”. Será en febrero el momento donde las murgas participen de este festejo popular de la mano del dios Momo.
Se realizarán en total 12 corsos, debido a las condiciones sanitarias, y todos al aire libre, a diferencia de los festejos de las últimas décadas en que se realizaban alrededor de 30 corsos distribuidos en distintos barrios de la ciudad.
En este marco, muchas murgas contratarán más micros para movilizarse con el fin de garantizar el distanciamiento social, en tanto, otras sólo participarán en corsos de cercanía para poder ir de a pie. Asimismo, los corsos contarán con accesos dispuestos para garantizar el cumplimiento del protocolo sanitario vigente.
Durante la primera quincena de febrero habrá corsos en el Anfiteatro de Parque Chacabuco, a la altura de Curapaligüe al 1100; en la Plaza Unidad Latinoamericana, en Palermo entre Medrano y El Salvador; en la Plaza Unidad Nacional, entre Delfin Gallo, Murguiondo y Cafayate en Villa Lugano; en la Plaza Ricchieri en Devoto, a la altura de Avenida Beiró al 4800; en el Polideportivo Colegiales, en Ramón Freire 120 y en el Polideportivo Barracas, en Brandsen entre Hornos y Herrera.
Durante la segunda quincena los corsos se realizarán en el Anfiteatro de Parque Lezama, en Brasil y Paseo Colón; en el Playón de San Lorenzo en Boedo (ex Carrefour) Avenida La Plata y Las Casas; en Parque España, en Barracas, a la altura de Avenida Caseros al 1500; en Plaza Irlanda, en Caballito, Gaona al 1400; en el Anfiteatro de Mataderos, en Avenida Directorio al 6200 y en el barrio de Saavedra en Avenida Balbín y Ramallo.
Los horarios de los corsos serán los sábados de 19 a 2 de la mañana y los domingos de 19 a 24.
Mientras se organizan los 12 corsos, el movimiento murguero tiene la expectativa de poder cerrar los carnavales el lunes y martes del feriado histórico de carnaval, festejo restituido en 2010 luego de que la última dictadura militar lo eliminó del almanaque.
En este sentido se espera poder culminar los carnavales 2022 en el tradicional corso de Avenida de Mayo, en el centro porteño, en la medida que la curva de contagios del coronavirus descienda y se den las condiciones sanitarias.
Este festejo de carnaval va a ser especial debido a que no va a haber ni jurados ni veedores como todos los años porque con las condiciones sanitarias actuales es imposible evaluar las actuaciones de las agrupaciones de carnaval, evaluaciones que se realizan normalmente en cada febrero para calificar y habilitar a las murgas que participarán del siguiente carnaval.
En este sentido, va a ser un carnaval de reencuentro, de reencuentro de las murgas con su público, con los corsos, de reencuentro entre la gente, de reencuentro entre los murgueros, para mantener vivo el carnaval.
El año pasado las agrupaciones artísticas no salieron a festejar el carnaval en las calles porque primaron tanto desde las murgas como desde las autoridades, las normas de cuidado y la conciencia colectiva y este año, en un contexto que tiene características similares y diferentes a la vez, pero con la misma conciencia, se festejará el carnaval en una versión acotada pero volviendo a las calles.
Los festejos de carnaval del año pasado tuvieron una modalidad diferente a la de los escenarios tradicionales y callejeros. Hubo que recurrir a nuevas estrategias, a ideas creativas e invenciones acordes al aislamiento social, y así surgieron los shows en streaming, transmisiones en vivo a través de la plataforma del Ministerio de Cultura porteño Vivamos Cultura y por el canal de YouTube Carnaval en los Barrios.
Hubo intervenciones urbanas con pintadas de murales murgueros en plazas, la muestra fotográfica “No me sueltes Carnaval” en plazas y espacios verdes de la ciudad y la campaña de "4 Banderines 4” que invitaba a los vecinos y vecinas a decorar balcones, ventanas, mochilas, bicicletas, autos, para mostrar a través de los símbolos festivos la esencia de la celebración del carnaval. Este año la esencia vuelve a desplegarse en las calles.