El intendente de Tandil invitó a Del Potro a despedirse en el balcón del municipio.

El mundo del tenis se vio movilizado este martes, cuando la Torre de Tandil anunció su inminente retiro tras jugar el Argentina Open.

“Hice demasiado esfuerzo para poder lograr otro milagro”, dijo entre la lágrimas Juan Martín del Potro. Y agregó que “a veces también puedo perder. No tengo la fuerza que todos creen para salir adelante. Lo di todo. Tal vez el de hoy fue uno de esos días que no quería que llegue nunca”.

“Todavía no encontré un lugar en mi vida que me haga más feliz que dentro de una cancha. Por eso decidí jugar. No encontré mejor oportunidad que hacerlo en Buenos Aires, delante de mi mamá, que es la primera vez que me vio jugar. He cumplido todos mis sueños con el tenis”, dijo Del Potro, que volvió a la cancha tras dos años de inactividad y cuatro cirugías de por medio.

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“Lo más difícil de lograr no es un trofeo, ni el ránking, sino el cariño de la gente. Yo lo logré y me llevo eso a mi corazón”, cerró. 

Y sí. Es tal el afecto hacia Delpo, que el intendente de Tandil lo invitó a despedirse del tenis desde el Palacio Municipal. “Te vimos ganar, te vimos perder, te vimos convertirte en un ejemplo de deportista. Celebramos tus logros, los sentimos nuestros, de los tandilenses, pero más que nunca rescatamos tu voluntad inmensa, tu amor por el tenis, tu saber sufrir, tu pasión por darlo todo y dejarlo todo”, escribió Miguel Lunghi.

Con un sentido mensaje publicado en sus redes oficiales, el jefe comunal radical “Te esperamos cuando ganaste el US Open y la Copa Davis y cada tandilense te vio en el balcón del Palacio Municipal, que es la casa de todos, abrazando a la multitud, llevando el nombre de Tandil a lo más alto. Cuando vos lo decidas, quisiéramos despedir tu carrera en el mismo balcón, con el abrazo del alma, orgulloso de tus logros pero sobre todo de tu ejemplo y tu sensibilidad. Como bien lo dijiste, conseguiste por encima de todos tus títulos, el amor de la gente, y ese mérito se lleva en el corazón. El balcón es tuyo, Juan. Allí estaremos para acompañarte, siempre”. [El Teclado]