La conmemoración, dispuesta por resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas a partir del año 2008 para el día 15 de octubre de cada año, tiene varios propósitos. Sustancialmente, sirve para sensibilizar y llamar la atención acerca de la problemática, pero también para tomar medidas sobre la misma.

En ese sentido, recientemente la Cámara de Diputados bonaerense resolvió, además de declarar de Interés Legislativo el día y sumarse a las actividades que se realicen, auspiciándolas, crear una Comisión Especial para la Seguridad Alimentaria y los Derechos de las Mujeres Rurales.

La iniciativa, tendiente a contribuir, desde el ámbito legislativo, con los esfuerzos provinciales y nacionales para erradicar la malnutrición y garantizar la equidad de género en el ámbito rural, acompaña los compromisos que distintos frentes parlamentarios tomaron a nivel regional e internacional, y es un primer paso para procurar el empoderamiento político y socioeconómico de las mujeres rurales.

Según la ONU, las mismas representan más de un tercio de la población mundial y el 43% de la mano de obra agrícola. Labran la tierra y plantan las semillas que alimentan naciones enteras. Además, garantizan la seguridad alimentaria de sus comunidades y ayudan a las mismas frente al cambio climático.

Sin embargo, también señala que sufren de manera desproporcionada los múltiples aspectos de la pobreza, y que casi todos los indicadores mundiales, con pocas excepciones, muestran que se encuentran en peores condiciones que los hombres del campo y que las mujeres urbanas.

En nuestra provincia, debemos trabajar para incluirla e involucrarla, con una perspectiva de género, de manera más efectiva en la producción rural; procurar su representación en las asociaciones y grupos organizados de productores; buscar las herramientas para resolver el problema de la propiedad de la tierra; garantizar el acceso al crédito, donde pese a que alrededor del 35% de las explotaciones agropecuarias de nuestro país tienen al frente a mujeres, según la tasa de riesgo, se les cobra un 0,6% más por ese solo hecho; implementar indicadores de datos, que nos permitan contar con información precisa y actualizada; buscar su participación activa en mercados y cadenas de productos cultivados de alto valor; así como garantizar un acceso equitativo a servicios públicos esenciales, como educación y salud, y acercar la infraestructura, como servicio de agua potable y energía eléctrica.

El desafío está planteado, queda en nosotros que se convierta en acción.

* Vanesa Zuccari es diputada de la provincia de Buenos Aires (UCR-Cambiemos)