“Lamentablemente nuestros veteranos, nuestros padres, se están yendo y no está quedando nada para la posteridad”, analizó ante El Teclado Carlos Raúl Cabrera, hijo de un excombatiente de la guerra de Malvinas. Pese los reconocimientos y conmemoraciones de los últimos años, el olvido es un fantasma que siempre sobrevuela. Por eso, el viernes 1 de abril, en la víspera del 40 aniversario de la gesta de Malvinas, hijos e hijas de veteranos resguardaron cartas, fotos y videos de excombatientes en una cápsula del tiempo que fue depositada en una plaza de la ciudad de Ushuaia. Si las islas no se recuperan antes, la caja, con el mensaje a las nuevas generaciones sobre el reclamo de soberanía argentina sobre las islas, recién se abrirá en 60 años cuando se cumpla el primer siglo de la guerra.
Como corolario del proceso de desmalvinización que inició
el propio Gobierno cívico militar, la postguerra, lejos de reivindicar la tarea
desarrollada en Atlántico sur por los héroes y veteranos de Malvinas, los marginó.
En épocas donde un la dirigencia política y un sector
importante de la sociedad ha comenzado a ubicarlos en el lugar que se merecen de
la historia argentina, se inició un proceso para rescatar las voces de los
protagonistas.
En ese marco, la subcomisión Herederos de la Causa Malvinas,
dependientes del centro de excombatientes de Ushuaia, ideó un proyecto que
busca que la causa Malvinas no muera con los veteranos.
“Lamentablemente nuestros veteranos, nuestros padres, se
están yendo y no está quedando nada en la memoria, nada para la posteridad”,
señaló a El Teclado Carlos Raúl Cabrera, presidente de la subcomisión Herederos
de la Causa Malvinas e hijo del veterano Carlos Cabrera.
Con esa preocupación en las espaldas, hace cuatro meses los
más de 80 hijos e hijas que integran el espacio comenzaron a trabajar sobre el
proyecto cápsula del tiempo.
“Va a contener la palabra, en primera persona, de los veteranos”, señaló Cabrera a este portal en referencia a las cartas, fotos y videos que el viernes pasado fueron depositados en una urna hermética junto a misivas firmadas por el intendente de Ushuaia Walter Vuoto; el gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella y el presidente Alberto Fernández, además de la palabra de algunos vecinos que sumaron su testimonio. En total, se resguardaron 114 cartas.
“Esta cápsula se va a abrir en 2082, cuando se cumplan 100
años de la gesta de Malvinas. Dejamos escrito que el día que se abra, la
descendencia, o sea, los nietos y bisnietos, deberán recoger el guante para
continuar con la causa de Malvinas. Ellos van a hacer los encargados de
transmitir el legado que le estamos dejando”, agregó.
Es que en 60 años no sólo los veteranos no estarán, tampoco
sus hijos. “Fue muy fuerte plantear que había que hacer una carta sabiendo que
no vamos a estar cuando abran la cápsula; tan fuerte fue que a la mayoría de
los veteranos les ha costado mucho escribirla porque están dejando un mensaje
que saben que nunca más volverán a ver”, añadió.
Esta es la primera cápsula en el país con un mensaje dirigido a las nuevas generaciones en el que se insta a continuar con el reclamo argentino de soberanía sobre las islas.}
“Si recuperamos las islas antes del tiempo estipulado, la cápsula se va a abrir y todo lo que está adentro se va a depositar en las islas”
El viernes por la tarde, en la víspera del 40 aniversario,
una urna transparente y hermética fue depositada dentro de un monumento ubicado dentro de la plaza Islas Malvinas, donde todos los años
se conmemora la gesta.
“Si recuperamos las islas antes del tiempo estipulado, la cápsula
se va a abrir y todo lo que está adentro se va a depositar en las islas”,
agregó Cabrera, quien no pierde la esperanza de recuperar la soberanía de las
islas antes de morir.
No es la primera iniciativa que los hijos e hijas lanzan
para conmemorar a sus padres. En su haber hay varias leyes como la
implementación del logo representativo de Malvinas en todas las disciplinas
deportivas y en los uniformes escolares; que la toma del juramento a la bandera
por parte de alumnos de 4to año esté en manos de un veterano; que las futuras
urbanizaciones en la ciudad incluyan nombres de héroes y veteranos en sus
calles, entre otras normativas.
DESCENDENCIA
En la familia Cabrera las encargadas de sostener y
transmitir la causa Malvinas son tres nietas de 4, 14 y 16 años. “Las más
grandes, Antonella y Candela, hablan mucho de Malvinas en los colegios porque
lo viven en casa. Ellas tienen muy claro lo que pasa y siempre dicen que van a
seguir defendiendo lo que defendió su Tata, que van a seguir defendiendo los
colores de la Patria y van enaltecer lo que hizo su Tata”, indicó orgulloso el
presidente de la subcomisión.
En el caso de Cabrera, su padre era un militar con carrera
cuando sucedió la guerra. El 2 de abril de 1982 fue parte de la operación
Rosario, la misión con la que Argentina recuperó las islas tras 149 años de
usurpación inglesa. Un día antes, el 1°, había celebrado su cumpleaños número 35
en el medio de un operativo secreto.
“Somos tres hijos. Cuando él se fue a la guerra, además de mí, estaba Fabián y mamá estaba embarazada de Andrea, que nació el 6 de agosto”, recordó y agregó: “Fue muy duro. Nosotros vivíamos en la Base Naval Puerto Belgrano y, con 11 años vi, afuera de mi casa a los tanques y al jeep que lo vino a buscar a mi padre para embarcarse a la guerra”.
El proceso de desmalvinización y las propias dolencias de
la guerra cortaron cualquier posible comunicación sobre lo que había pasado en
las islas. “El nunca habló mucho de Malvinas. Empezó a hablar hace 3 o 4 años cuando
yo me involucré con la causa Malvinas y comencé a hablar con otros veteranos. Y
hace poquito, una de sus nietas, o sea una de mis sobrinas, contó algo que yo
nunca me había enterado: que a él lo habían baleado”.
El propósito de la cápsula, de a poco, se está cumpliendo. Cabrera
padre eligió a sus nietas para contar aquello que nunca pudo hablar con sus
hijos. “Le mostró la cicatriz y charla con ellas cosas de las que nunca ha
conversado. Hay otra apertura”, añadió Cabrera.
Las adolescentes y su pequeña hermana, junto a otros y
otras nietos y bisnietos serán los encargados de reabrir la caja el 2 de abril
de 2082 y de asegurarse de transmitir el reclamo de soberanía sobre las Islas
Malvinas. [El Teclado]