Romina y Nadia armaron y desarmaron la idea de maternar en soledad muchas veces. A la fortaleza de un deseo que fue creciendo con el tiempo, se enfrentaba la falta de una pareja que ayudase a concretarlo. Cuando la tercera década asomó en sus vidas, decidieron dejar de lado la presión de construir una “familia tradicional” y animarse a cumplir aquello que soñaban. Hoy, con la experiencia de haber enfrentado resistencias familiares, trabas de obras sociales y oportunismo de centros médicos, motivan a otras mujeres para que superen sus miedos y dudas. En conversación con El Teclado, relatan su camino hacia la maternidad y cómo acompañan desde el grupo Madres Solteras por Elección a pares que están en la misma búsqueda.
Hace unos años la decisión de la actriz Juana Repetto de ser madre soltera por elección impuso el tema en la agenda de los medios y en las redes sociales. Sin embargo, no es una búsqueda nueva. Desde hace tiempo muchas mujeres encontraron en la familia monoparental una respuesta a su deseo de cursar embarazos sin pareja y maternar en soledad. Además, varias de ellas trabajan para que el prejuicio, el tabú y los mitos no sean una traba para que otras puedan avanzar en la concreción de sus proyectos.
“Siempre quise ser madre”,
dijo a este portal la santafecina Romina Bertoldi, administradora del grupo de
Facebook Madres Solteras por Elección Argentina, que reúne a alrededor de 2 mil
mujeres de distintos puntos del país.
La historia de Romina comenzó
como la de muchas mujeres que desean maternar: quería tenerun hijo biológico, pero su deseo
se truncaba ante la imposibilidad de compartir ese proyecto con una pareja.
Sin embargo, en su caso, aquella dificultad dejó de importar y terminó siendo un motor para focalizar en lo que quería para el resto de su vida. “A fines de 2011 me separé y fue un empujón para no esperar más”, recordó la mujer que unos años antes había empezado a investigar en foros de maternidad cómo canalizar su deseo.
“A fines de 2011 me separé y fue un empujón para no esperar más”.
“Empecé a ver y todo lo que
aparecía era para parejas. En un momento comenté que quería ser madre sola y
una chica me dijo que eso ya no era un problema, que fuera a un centro de
fertilidad y con donación de semen podría tener hijos sola. Eso me abrió la
cabeza”, repasó.
Aquel planteo fue la punta
de un ovillo. Comenzó a conectarse con otras mujeres que estuviesen transitando
el mismo camino y en enero de 2012 crearon el primer grupo de Facebook. “Había
algunas que ya tenían hijos, otras que estaban como yo, pensando qué hacían, y
varias estaban arrancando con tratamientos de fertilidad”, indicó sobre los
comienzos de Madres solteras por elección Argentina (Grupo oficial).
Nadia Barcena contó ante El
Teclado una historia similar. Se había doctorado en Biología, había cumplido sus
metas profesionales y materiales, y promediando los treinta años consideró que ya
era tiempo de cumplir con los deseos maternales, truncados, hasta ese momento,
por no tener una pareja.
Oriunda de San Juan, viajó a
Mendoza para comenzar con el tratamiento. “Hice inseminación intrauterina de baja complejidad y
quedé embarazada en el primer intento”, recordó y agregó: “Tenía 36 años estaba
saludable, pero fue una sorpresa que quedara tan rápido. Fue una gran alegría”.
Las primeras conexiones con historias similares fueron en el curso de pre parto donde conoció una mujer que sería madre de mellizos: “Nos empezamos a agrupar y a vincularnos con otras chicas que iban apareciendo”.
"Una chica me dijo que fuera a un centro de fertilidad y con donación de semen podría tener hijos sola. Eso me abrió la cabeza”.
“Me metí en el grupo Madres
Solteras por Elección Argentina, que maneja Romina, y ahí me empecé a
contactar con otras mujeres de San Juan”, señaló sobre el inicio del grupo que
hoy reúne a mujeres que transitan esa búsqueda en aquella provincia.
Hace diez años formar una familia
monoparental por decisión no tenía la aceptación social actual, o al menos ese
es el balance que hizo Romina, quien consideró que “hoy el tema está más
naturalizado”.
“No se veía bien que una mujer decidiera ser madre sola. Había cierto tabú. Una cosa es que decidas ser madre sola después que un hombre te abandonara, pero en nuestro caso estábamos decidiendo, conscientemente, ser madres solas”, relató Romina.
Para Nadia esa resistencia persiste en San Juan y continúa siendo un obstáculo para muchas mujeres. “Vivimos en una provincia chica, donde hay mucho prejuicio y, lamentablemente, hay muchas compañeras que están en tratamientos, pero no se lo pueden contar a su familia, a sus compañeros de trabajo, a su entorno”, explicó y advirtió que la existencia del grupo es un salvavidas para muchas mujeres que no cuentan con contención familiar.
"Había cierto tabú. Una cosa es que decidas ser madre sola después que un hombre te abandonara, pero en nuestro caso estábamos decidiendo, conscientemente, ser madres solas”.
Pese a las resistencias, Romina
y Nadia avanzaron con sus búsqueda. Mientras Nadia quedó embarazada en el
primer intento, Romina hizo varios tratamientos antes de ver el positivo en un
análisis. Además, a diferencia de la sanjuanina, la oriunda de Santa Fe Capital
transitó la primera experiencia mucho antes que se aprobara la ley de
fertilidad que garantizaba la cobertura gratuita de los tratamientos.
“La experiencia de la
crianza es maravillosa”, señaló Romina, quien tras el avance legislativo de la norma
buscó un segundo embarazo y se enfrentó con otro tipo de resistencias: las de
la obra social. “Cuando fui a solicitar la
cobertura me dijeron que no porque era soltera y terminé poniendo abogados y se
dilató en el tiempo. Hasta que quedé en 2017, con un desenlace negativo”,
recordó. En la semana 28 por una trombofilia no detectada su bebé murió.
Sin embargo, en enero 2020 logró llegar a término con el tercer embarazo en el que nació su segunda hija.
"Lamentablemente hay muchas compañeras que están en tratamientos, pero no se lo pueden contar a su familia, a su trabajo, a su entorno”.
“Desde
el momento que quedé embarazada hubo más aceptación y después con las nenas, a la familia y a las amistades les cambió la visión. No hay nadie que las
rechace, al contrario, hubo cierto repensar de lo que me dijeron”, recordó Romina,
aunque advirtió que algunos cuestionamientos llegaron antes del nacimiento de
su segunda hija por sus problemas de salud.
Los
espacios en redes sociales que Romina y Nadia lideran son un nicho de
experiencias y una caja donde circulan preguntas, respuestas, consejos y
salidas alternativas a preocupaciones comunes.
“Las
dudas que llegan son sobre la ley de fertilidad, que cubre el 100% del
tratamiento, y también es recurrente el temor”, señaló la santafecina: “Yo ahora
veo lejanos los miedos, pero seguramente también los tuve. Aparece el temor a tomar
la decisión, a qué se les va a decir a los niños sobre sus donantes o cómo
organizarse para criar”.
También Nadia busca disipar miedos y dudas en el grupo de Whatsaap que reúne a sanjuaninas. “La idea no es sólo visibilizar el tema, sino también acompañar en el asesoramiento, en el tratamiento, emocionalmente y antes los problemas que pueden aparecer con las obras sociales y las clínicas”.
"Aparece el temor a tomar la decisión, a qué se les va a decir a los niños sobre sus donantes o cómo organizarse para criar”.
“Yo
me considero un nexo entre estas chicas para intercambias experiencias”, sostuvo
Nadia y agregó que su idea es que “las familias monoparentales se nucleen para
que los niños se críen en un entorno sabiendo que hay otras familias
monoparentales, que encuentren sentidos de pertenencia a un grupo y no se sientan
discriminados por el entorno social”. En ese sentido, destacó la importancia de
los encuentros entre las integrantes del grupo.
En
diálogo con El Teclado, Romina planteó que su idea es “ser una suerte de guía”
para mujeres que transitan el deseo de maternar. “Siempre digo que yo estuve
muy sola cuando me tocó hacerlo. Ninguna mujer que está iniciando este camino debe
sentirse sola. Desde el grupo proponemos acompañar, orientar, que es lo que me
hubiese gustado que pasara a mí”.
“Las mujeres que quieran ser madres solas por decisión tienen que saber que van a poder hacerlo. Obviamente van a haber momentos más difíciles o más complicados, pero siempre hay una manera de organizarse, de resolver. La maternidad tiene la ambivalencia de ser agotadora, pero al mismo tiempo maravillosa”, resaltó la mujer.
“Las mujeres que quieran ser madres solas por decisión tienen que saber que van a poder hacerlo".
Los grupos madres solas por elección se han multiplicado en todo el país. Además de existir los mencionados en esta nota, varios funcionan en distintas provincias. El objetivo que persiguen es el mismo: facilitar experiencias para ayudar a otras a cumplir su deseo de maternar. [El Teclado]