Este lunes se cumple una década desde la
aprobación de la Ley de Identidad de Género y el colectivo travesti-trans se
prepara para celebrarlo con un banderazo que se celebrará este domingo desde
las 16 en la Plaza de los Dos Congresos, donde las organizaciones conformarán una bandera gigante con los colores que identifican su lucha.
En este contexto, El Teclado Radio habló con la
activista trans Luana Marian López Reta, quien aseguró que “la ley que les cambió la vida a muchísimas que finalmente pudieron tener su identidad y muchas
que aún no nos habíamos expresado y, a partir de eso, sentimos la libertad de
poder hacerlo”.
López Reta, que es analista de sistemas y trabaja en el Ministerio del Interior como
Administradora Linux, analizó cómo se modificó la sociedad a lo largo
de la última década y destacó que, aunque existe un sector que tiene “una
cabeza más retrógrada”, en general la población está “más abierta, madura y
comprensiva respecto de lo que representan la identidad y los géneros”.
“Sin embargo, siempre enfrentamos cuestiones de
todos los días, micro-violencias. Para nosotras salir a la calle es un acto
político. Hay que aguantar las miraditas de reojo, los insultos de lejos”,
advirtió.
Respecto a su propio recorrido, la activista
recordó que “yo me expresé cuando puedo re-pensar aquellos mandatos
paternos y sociales que me marcaron toda la vida. Hice mi DNI recién hace tres
años, cuando falleció mi mamá”.
“A mis 13 años, en 1979, vivía en una angustia permanente. Los milicos estaban en el poder y todo eso significaba un modelo de
opresión. Entonces tuve que tomar la decisión de inventar el personaje que
querían que yo fuera y toda mi vida la viví así”, recordó.
Y profundizó: “Gracias a la ley, me pude sacar todo
eso de encima. Fue el puntapié para la conquista de derechos que vinieron después
y los que faltan todavía”.
CUPO LABORAL TRANS
López Reta también opinó sobre la aplicación de
la Ley de Cupo laboral Trans y, aunque destacó su importancia, advirtió sobre
algunos ítems que aún dificultan el acceso de la población travesti a esos
puestos de trabajo.
Por un lado, dijo, existe una gran cantidad de
instituciones que no respetan a uno de los artículos de la normativa, que dice que no
es exigible la termininalidad educativa. “No se le puede pedir a una persona
trans que haya terminado el secundario cuando fue el propio sistema educativo
quien la expulsó. La ley lo contempla y dice que no es necesario que tenga el
secundario terminado. Pero en la realidad te lo piden como requisito”, explicó.
La activista lamentó que, debido a esta
situación, se deja afuera a la mayor parte del colectivo trans de más de 35
años, que tuvo que abandonar los estudios porque fue expulsado por el sistema.
Además, comentó: “Yo tuve la posibilidad de
formarme, estudiar, trabajar. Es inmoral darle a una persona que está en mis
condiciones por el cupo. El cupo tiene otro espíritu: incluir a las personas
que fueron excluidas”.
“También hay problemas con las condiciones precarias de contratación, porque contratan a las chicas trans sin vacaciones, sin obra social, sin aportes jubilatorios”, concluyó.
El Teclado Radio va todos los sábados de 10 a 12 por la 221 Radio. [El Teclado]