El jueves pasado la Cámara
de Diputados de la nación convirtió en ley el proyecto que establece un nuevo
marco regulatorio para la industria del cannabis medicinal y cáñamo industrial.
En conversación con El Teclado, Claudia Pérez, integrante de la ONG Madres Cultivadoras Argentinas destacó la necesidad de que la nueva iniciativa reconozca
los saberes populares que circulan alrededor del cultivo de la planta y que se
repare el trabajo de quienes sostienen, a riesgo de ser criminalizados, la
demanda de sus propiedades terapéuticas.
En la última sesión en la
cámara baja, 155 diputados y diputadas nacionales respaldaron con su voto el
proyecto que promueve un marco regulatorio para la inversión pública y privada
en toda la cadena de cannabis medicinal y complementar la actual legislación,
la ley de investigación médica y científica del cannabis y sus derivados (27.350),
que autoriza el uso terapéutico y paliativo del producto. En el caso del cáñamo
industrial, se busca legalizar los eslabones productivos, los de comercialización
y sus subproductos.
Claudia Pérez, integrante de Madres Cultivadoras Argentina, destacó ante El Teclado que espera la nueva iniciativa reconozca los saberes populares que circulan en torno al cultivo de la planta y que se repare el trabajo de quienes vienen sosteniendo, a riesgo de ser criminalizados, la demanda de las propiedades terapéuticas del cannabis.
“Nos alegró un
montón porque en nuestro país tenemos mucha experiencia en cultivo”, indicó y precisó
que “hay muchas personas que hace muchos años vienen dedicándose al cultivo, a
la investigación, al acompañamiento y esta ley de alguna forma viene a reparar”.
“Darles un lugar, reconocer
ese lugar que venimos ocupando los diferentes actores en este tema es
importante”, indicó la mujer y destacó que “hay una población que necesita una
respuesta de abastecimiento para poder acceder a una terapia real y concreta
con cannabis”.
Asimismo Pérez resaltó que el
temor que sobrevuela entre madres cultivadoras es que se permita el “desembarco de
empresas extranjera”. En esa línea planteó: “Si como dice la ley se prioriza a
las pymes, a las cooperativas, estaríamos muy contentas porque esa es la idea”
Claudia Pérez integra una ONG
que fomenta el autocultivo del cannabis medicinal y que agrupa a madres de
niños y niñas con distintas patologías que han logrado mejorías en su salud
utilizando extractos de la planta como terapia alternativa.
En tanto, sobre el cáñamo industrial, consideró que este avance legislativo puede “posicionar a Argentina en un muy buen lugar en términos económicos porque puede generar muchos empleos, siempre y cuando se tomen en cuenta todo el conocimiento y la gente tenemos en nuestro país con ese saber”.
Por otro lado, la mujer, que este sábado participó junto a sus compañeras de organización de la Marcha Mundial de la Marihuana, hizo
hincapié en la persistencia de la criminalización de cultivadores y usuarios terapéuticos
de cannabis: “Es una ironía porque estamos ampliando derechos, avanzando un
montón en materia del cannabis, pero por otro lado no estamos avanzando a la
misma velocidad con un el freno a la persecución”, señaló.
“Se persigue y se
criminaliza muchísimo, aun contando con herramientas que brinda la ley 27350,
que es el REPROCANN (Registro del Programa de Cannabis)”, indicó y añadió: “Hay
mucha gente que está inscripta, que está a derecho de la ley y así y todo sigue
siendo perseguida y criminalizada”.
En esa línea, consideró que lo
que “está faltando es capacitación en el Ministerio de Justicia y a las fuerzas
de seguridad para que terminemos estar todos informados y capacitados y se
pueda diferenciar una persona o usuaria terapéutica de un narcotraficante”.
Finalmente planteó que como “sociedad nos está faltando madurar un poco más y trabajar en algún momento sobre la ley penal porque es necesario para hacer una reducción de daños para educar, incluso, en el abuso de sustancia. Con prohibir no vamos a lograr nunca nada”. [El Teclado]