Ante un estadio colmado, la Vicepresidenta Cristina Fernández encabeza el acto homenaje por el fallecimiento de Juan Domingo Perón, junto al anfitrión Mario Secco, y el intendente de Berazategui, Juan José Mussi. Vivas y honores al General, al por mayor. Y en un momento, el silencio: la noticia de la renuncia del ministro de Economía, Martín Guzmán corrió como reguero de pólvora. 

Secco comenzó recordando la columna que salió de la ciudad el 17 de octubre. "A dos cuadras, vino Perón a agradecer al movimiento obrero. Después volvió siendo presidente, junto con Eva", rememoró. "Perón nos hizo el primer hospital, nos construyó el Astillero Río Santiago, Perón nos iba dando herramientas para que nos desarrollemos como ciudad", prosiguió el mandamás ultra K. 

"Hasta que vino para nuestra generación, otro Perón. Y apareció Néstor Kirchner a llenar nuestros corazones, ahí tuvimos a nuestro Perón", subrayó el intendente de Ensenada, que no esconde su deseo de que CFK sea candidata a Presidenta, y en ese sentido ratificó que "nunca conocí a una compañera que tenga tanto coraje. Es la vanguardia de este país".

Y en torno a las internas, sin decir demasiado, dijo todo. "Si fuimos los que mas luchamos por este frente, cómo no vamos a tener derecho a decir lo que pensamos. El próximo año volveremos a poner un proyecto nacional y popular. Unidos y organizados, hasta la victoria compañeros", cerró el principal referente del kirchnerismo del distrito.

Por su parte Juan José Mussi exigió unidad. "¿No vale la pena que para esta argentina nos unamos? No vale la pena el peronismo?. Nunca más a los neoliberales en la argentina", arengó. "Quiero que el presidente termine lo mejor posible su gestión. No sé si será el otra vez u otra persona, pero quiero un peronista. Si a él le va mal, creo que nos puede ir mal a todos", subrayó Mussi. 

"Yo no quiero que mis vecinos de Berazategui los gobierne el neoliberalismo".

"Con todos adentro, le dije a Cristina también juntémonos adentro para ganar. En el peronismo puede haber mil divorcios y los aceptamos, lo que no aceptamos es que abandonen a los hijos. Tenemos la necesidad de dejarle a nuestros hijos y nietos la Patria . No nos podemos permitir que ganen los neoliberales. Si pasa eso me sentiría tan responsable y aceptaría eso de lo que dios y la Patria me lo demande", completó el berazateguense. 

A su turno, Cristina, consideró que "el mejor homenaje para el fundador del justicialismo "es ver lo que hizo y tratar de arrimar el bochín", y luego consideró que “la realidad se cambia desde el Estado” como hizo Juan Domingo Perón. Y afirmó que “hay sindicatos fuertes cuando hay políticas públicas”.

A su vez  señaló que “son las mujeres las que trabajan en los comedores y revuelven la olla”, al considerar que “no se puede fungir como movimiento social y defenderse como un partido político ante las críticas”, y reclamó “comenzar a discutir” la implementación de “un ingreso universal básico”.

Y volviendo a Perón. Le puso picante, otra vez para dirigirse al presidente Alberto Fernández. Y otra vez con el tema de la lapicera. “En la Secretaría de Trabajo Perón cazó la lapicera y no la largó más”, expresó CFK en clara respuesta al mandatario.

La vice comenzó su discurso leyendo un fragmento de un libro de conducción política que Julián Domínguez le había regalado a Néstor Kirchner: “Elegí algún párrafo de los que Néstor tenía señalados. Página 73, Persuasión con hechos. ¿Qué decía Perón? ‘Yo no persuadía con palabras, porque las palabras poco persuaden. Yo persuadía a la gente con hechos y con ejemplos’”, lanzó.

“Hay un deporte de hacerme decir cosas que no digo. Después de mi discurso de Avellaneda dijeron que quería terminar con los planes sociales. Recuerden que fue nuestro gobierno el que implementó la Asignación Universal por Hijo (AUH)”, señaló Fernández de Kirchner.