Nota de Luciana Mazzini Puga, para la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ.- El Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (Citedef), perteneciente al ministerio de Defensa, avanza en el desarrollo del dispositivo “Mariana”, un sistema de alerta temprana para la prevención de casos de violencia de género, y que llegará a zonas sin cobertura de internet y celular.

El ingeniero Héctor Lacomi, investigador del Citedef e impulsor del proyecto, cuenta a la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ: “La idea surgió a raíz de una necesidad. En 2021 hubo dos femicidios en zonas remotas del sur argentino. Mi esposa Mariana me preguntó ‘Vos que sos ingeniero, ¿qué se puede hacer con la tecnología para alertar a una mujer que está en peligro?’”. A partir de esa pregunta, inició el desarrollo de este dispositivo. 

Si bien en los últimos años la relevancia de la violencia de género ha ganado espacio en la agenda social, política y mediática, los números continúan siendo escalofriantes.

Según el observatorio feminista “Ahora que sí nos ven”, entre el 1 de enero y el 29 de septiembre de este año ocurrieron 182 femicidios y 9 transfemicidios y travesticidios. En el 15 por ciento de los femicidios, las víctimas habían realizado una denuncia previa y solo el 10 por ciento tenia una medida de protección judicial.

Según el observatorio feminista “Ahora que sí nos ven”, entre el 1 de enero y el 29 de septiembre de este año ocurrieron 182 femicidios y 9 transfemicidios y travesticidios. 

Es en este contexto que el desarrollo científico-tecnológico se pone al servicio de las necesidades sociales. En definitiva, el dispositivo Mariana apunta a alertar a una potencial víctima y a un sistema de monitoreo cuando el agresor viola la distancia perimetral. El objetivo es que esta tecnología pueda ser utilizada en lugares remotos donde no llega la cobertura de internet o la señal del celular.

CÓMO FUNCIONA

El proyecto consta de tres partes: un dispositivo para la potencial víctima, una tobillera para el potencial agresor (ambos con señal de GPS) y un sistema de monitoreo. Lacomi explica: “Ambos dispositivos están conectados pero ni el emisor ni el receptor (victimario-víctima, respectivamente) pueden acceder a la ubicación exacta del otro. Aquellos que manejen el sistema de monitoreo, ya sea una comisaría o la municipalidad, sí tendrán acceso a esos datos porque son quienes deberán accionar si la alarma suena”.

Cuando el potencial agresor viole la distancia perimetral, tanto la potencial víctima de ser agredida como aquella institución que disponga del sistema de monitoreo recibirán una señal de alerta. “Está enfocado en darle una oportunidad más a la persona que puede llegar a ser agredida. Si recibe la advertencia, podrá tocar el botón antipánico, correr o lo que fuese”, manifiesta el ingeniero.

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El desarrollo tecnológico está pensado para las zonas más remotas del país, donde no llega la cobertura de WiFi ni la señal del celular. Es por eso que las señales de alerta llegan al dispositivo vía Bluetooth, pero además el equipo científico de Citedef proyecta que la advertencia pueda aplicarse también en celulares.

“Cuando le mostramos el proyecto al equipo de género de Citedef, nos contaron que hay muchas mujeres que olvidan el botón antipánico en sus casas o no lo aprietan por x motivo. Es por eso que queremos que la señal de alerta suene en los dispositivos pero también en los celulares. Más allá de la señal telefónica o de internet, como la alerta se maneja por Bluetooth llegaría igual”, detalla Lacomi.

LA TECNOLOGÍA ES SOLO UNA PARTE

Actualmente, el desarrollo del dispositivo Mariana acaba de finalizar la primera etapa del proceso. Esta semana, el equipo de Citedef tendrá una reunión con las autoridades del ministerio de Defensa para dar lugar a la segunda etapa del proyecto, en la que se pondrán a prueba cinco dispositivos similares para evaluar su interferencia y funcionamiento. 

“La idea es que funcionen varios a la vez en caso de que sea necesario y no interfieran entre ellos. Una vez que tengamos esta etapa cerrada, pasaremos a la tercera y última, en la que instalaremos la central de monitoreo en comisarías o municipalidades de lugares remotos del país. Es un proyecto pensado para salvar la vida de las personas por lo cual necesitamos ir paso a paso y que todo sea validado y verificado por las autoridades”, manifiesta el ingeniero. A su vez, resalta la importancia de que este sistema de prevención sea desarrollado por un organismo estatal y no por privados, para así “estar al alcance de todos”.

Que la ciencia y la tecnología estén al servicio de las necesidades de la sociedad es más que importante. Sin embargo, no deja de ser una parte de un sistema mucho más amplio. La implementación eficaz de este desarrollo dependerá de que a su vez funcionen correctamente el resto de las instituciones del país, como la policia y la justicia. [Fuente: Agencia de Noticias Científicas de la UNQ]