Días atrás, la Comisión de Mujeres y Diversidad de la Cámara de Diputados emitió un dictamen de mayoría sobre el proyecto de ley que establece procedimientos médico-asistenciales para la atención de mujeres y personas gestantes frente a la muerte perinatal.

La iniciativa es conocida como "Ley Johanna", en alusión al caso de Johanna Piferrer, quien impulsó el proyecto en su carácter de víctima de violencia obstétrica y estuvo presente en la reunión.

En este marco, El Teclado Radio habló con Piferrer, que contó cuáles son los puntos principales del proyecto y aseguró: "Hay un poder hegemónico de la salud, que es machista y patriarcal y decide por vos".

¿Cómo surge el proyecto?

Esto comienza por una experiencia personal, me tocó atravesar la muerte perinatal a las 33 semanas de gestación y parir a Ciro muerto. Cuando una puede hablar y contar lo que le pasó, te encontrás con muchas otras con relatos que se repiten sistemáticamente. Las prácticas violentas se dan tanto en el ámbito público como en el privado. Las leyes que existen abordan los nacimientos con vida, como la Ley de Parto Respetado, pero ninguna aborda los nacimientos sin vida. A partir de esta situación presentamos este proyecto de ley, que ya tiene 8 años de militancia y 6 años de ser presentado tanto en la provincia como en el Congreso.

¿Cuáles son los principales puntos que contempla esta iniciativa?

El proyecto no obliga a nadie a hacer nada que no quiera ni sienta, pero sí te va a otorgar derechos a la hora de parir sin vida. Los puntos nodales son poder elegir la manera de parir (siempre y cuando nuestras vidas no corran riesgo), poder estar acompañadas durante todo el proceso, que se respeten nuestras pautas culturales, estar internadas fuera del área de maternidad, que se introduzca dentro de las carreras de grado y posgrado la muerte perinatal para que les profesionales de la salud reciban formación para atender de forma adecuada y libre de violencia. Además, en caso de que hayas elegido un nombre, que se registre con nombre y apellido de forma administrativa para tener estadísticas y que haya médicos estudiando las causas, ya que en la actualidad los certificados de defunción, van a nombre de las personas que gestamos con las siglas “NN” en la descripción. También contempla la promoción y visibilización de la muerte perinatal. 

¿Por qué crees que se habla de una parte de la violencia obstétrica pero no de esta otra?

La muerte es un tabú en la sociedad. Y las mujeres y personas que gestamos atravesamos muchas realidades: a veces decidimos no continuar embarazos que no sean deseados, pero también parimos hijes deseados sin vida. La Ley de Parto Respetado se sancionó en 2004 y se reglamentó recién en 2021. Hay un poder hegemónico de la salud, que es machista y patriarcal y decide por vos. Nuestra militancia no es contra los profesionales de la salud, pero queremos transformar ese sistema en un sistema de salud con perspectiva de género y derechos. Entender al deseo como un derecho. 

¿Qué herramientas deberían tener los profesionales para saber qué hacer en estas situaciones?

Obviamente estamos de acuerdo con las sanciones a las prácticas violentas, pero entendemos que el punitivismo no transforma nada. Por eso nos parece muy importante la introducción de la muerte perinatal en la formación y la capacitación para los profesionales que ya están en el sistema. Los contextos históricos y los feminismos nos dieron la posibilidad de hablar de todo lo que atravesamos y llegó el momento histórico de sacar a la luz la muerte perinatal. Es una problemática que se da y que existe.

¿Cómo fue la experiencia de las otras mujeres con las que te encontraste en este camino? ¿Cuáles son los pasos que siguen?

El proyecto lleva un largo camino y recorrido. Actualmente nos está acompañando Mónica Macha que lleva el proyecto a las Comisiones. Debemos lograr la media sanción antes de perder el estado parlamentario por tercera vez.

¿Pudieron hablar con otros legisladores tanto del senado como de la cámara de Diputados?

En las Comisiones del año pasado y las dos de este año, el dictamen es unánime y favorable, sin modificaciones. Entendemos que están todes de acuerdo. Lo personal es político, lo político es colectivo y entiendo que en este tema coincidimos todes. Entiendo que no habrá ninguna traba. El Garante de estos derechos debe ser el Estado.

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