En el marco del Día Internacional contra la Violencia y el Acoso en la Escuela, se erigió en el Congreso de la Nación una coalición de organizaciones que tiene como objetivo trazar metas de trabajo para la prevención de esta problemática.

La Alianza Anti Bullying Argentina está integrada por instituciones dedicadas a prevenir la violencia en las escuelas y tiene por objetivo sembrar consciencia de las consecuencias que puede tener el bullying en grandes y chicos.

En diálogo con El Teclado Radio, Paola Zabala, directora de Comunidad Anti Bullying Argentina, advirtió:  “El bullying tiene características particulares y es importante el correcto uso del término, porque el correcto diagnóstico permite la correcta intervención”

-¿Qué rol va a tener este espacio que se generó?

Esta alianza que creamos es una coalición de organizaciones argentinas y estamos todas alineadas con la misma visión y los mismos valores. Buscamos trazar metas de trabajo compartidas para trabajar sobre el bullying, compartir conocimientos, experiencias y recursos.

También hay algunas organizaciones de Madrid, de Lima y de EEUU que están interesadas en formar parte. Es una muestra para los chicos para que vean que, de forma conjunta, podemos hacer muchas más cosas que aislados. El sentido es promover la unión de todas las organizaciones con el Observatorio de Familias y Juventudes de la Cámara de Diputados de la Nación, que nos permitió este espacio en el congreso.

-Cuándo uno habla de bullying o acoso escolar, ¿de qué está hablando?

Aunque el término se popularizó, no todo lo que duele es bullying, A veces está mal aplicado. El bullying es una dinámica de hostigamiento entre pares en el ámbito escolar que también se puede dar en otros ámbitos, como un club de fútbol, una colonia de vacaciones o algún lugar donde los chicos compartan el mismo espacio y sean mayormente siempre las mismas personas. No hablamos de bullying, por ejemplo, cuando un alumno hostiga a un docente o un docente hostiga a un alumno. Eso es violencia. El bullying tiene características particulares y es importante el correcto uso del término, porque el correcto diagnóstico permite la correcta intervención. 

-Muchas veces hay conflictos entre alumnos y se usa la palabra bullying, eso genera que el término pierda peso…

Claro, sí. Lo que pasa es que causa en los padres mucha angustia la palabra bullying. Pensar que tu hijo puede estar pasando por eso genera mucho dolor y tendemos a sobreactuar. Muchas veces los conflictos entre chicos se terminan trasladando a conflictos entre adultos. Como lo que sucedió hace pocos días cuando una mamá golpeó a un compañero de colegio de su hijo. Muchas veces los papás y mamás están desbordados y angustiados. Entonces sí, es esencial entender que no todo es bullying y que el conflicto es inherente a la escuela. Para que sea un caso de bullying se tienen que dar algunas situaciones específicas. Que alguien no quiere ser amigo de mi hijo o hija, no habla de bullying. El bullying se sostiene en el tiempo, es siempre con la misma persona y la intención es humillar, someter u hostigar al mismo niño o niña. 

-¿Crees que las y los docentes tienen herramientas para enfrentar este tipo de situaciones?

Los docentes tienen un lugar preponderante en esto que sucede, porque son la figura de autoridad en el aula. Lamentablemente los docentes no siempre están amparados por la institución escolar. A veces están bastante solos frente a lo que sucede… muchas veces no tienen el apoyo de la escuela y otras veces no están capacitados. Quisieran poder hacer algo, pero no saben qué, no saben cómo actuar, no recibieron dentro de su formación académica una instrucción acerca de este tipo de temas. 

-Antiguamente estos casos recibían otros nombres, ¿el bullying es lo que hace muchos años llamábamos discriminación?

Históricamente esto siempre ha ocurrido. Creo que el error de nosotros los adultos es mirar un contexto nuevo con anteojos del pasado. Porque no es el mismo contexto histórico: la tecnología vino para transformar la realidad. Sería anacrónico pensar que la tecnología va a desaparecer, porque esto no es así. Y sin afán de demonizar, la tecnología vino a recrudecer este problema. Cuando nosotros éramos chicos, si eras víctima de bullying en el colegio ibas a ser víctima mientras dure el horario escolar. Cuando ibas a tu casa, el problema se terminaba. Actualmente este hostigamiento sigue aún fuera del horario escolar o en época de vacaciones. Los chicos están sometidos a una situación de estrés mucho mayor. De alguna manera las redes sociales recrudecen este problema. 

-La sensación que tienen quienes están hostigando a alguien vía redes es de mayor impunidad todavía 

Efectivamente. Los chicos se atreven a hacer a través de las redes sociales cosas que no harían personalmente. Como es mediante una pantalla no estás viendo la reacción que produce en la otra persona y los chicos son menos conscientes del daño que generan cuando lo hacen mediante una red social. Es muy grave lo que padecen las víctimas de bullying a través de las redes. Esto persiste en el tiempo. la problemática no se termina cambiando al chico de escuela, porque en la nueva escuela se van a enterar de lo que me sucedió por las redes sociales. Esto re agrava el problema.

-Esto se cruza además con el aumento en los suicidios de chicos y chicas que sufren hostigamiento permanentemente                                                                                                                                                 

Eso me preocupa muchísimo. El suicidio es la segunda causa de muerte en la infancia y en la adolescencia. Y está relacionado en forma directa con el bullying, que actúa como un precipitador. De alguna manera es algo a tener en cuenta muy importante. Por supuesto, no todas las personas que se quitan la vida lo hacen por ser víctimas de bullying, pero sí es una de las causas.

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