Desde la medianoche rige un paro de trenes por una medida de fuerza convocada por La Fraternidad, que desoyó la conciliación obligatoria dictada por el Gobierno nacional. El gremio reclama el pago de un bono de 50 mil pesos a jubilados y pensionados.

Hasta ayer, el paro nacional iba a afectar al transporte público en general, incluyendo colectivos, trenes, controladores aéreos y todos los puertos del país, pero llegada la noche la Unión Tranviarios Automotor (UTA) suspendió la protesta "momentáneamente" porque "se han iniciado conversaciones con el gobierno a fin de buscar alternativas para buscar soluciones urgente".

"Acordamos establecer un plazo para que se presenten las pautas oficiales que den respuesta al pedido formulado por la Unión General de Asociaciones de Trabajadores del Transporte (UGATT)", precisaron desde el gremio que encabeza Roberto Fernández.

Por lo contrario, el secretario general de la Fraternidad y de la Unión General de Asociaciones de Trabajadores del Transporte (UGGATT), Omar Maturano, señaló que, "si algo aprendimos de nuestros padres y madres, es tener palabra".

"La forma que tenemos de dignificar su educación y cultura de trabajo, es cuidando con nuestro propio esfuerzo lo que hicieron por nuestra crianza, cuidando a nuestros queridos jubilados y pensionados de todo el país", sostuvo en un comunicado mediante el cual ratificaron el paro.

Por lo pronto, voceros del Ministerio de Trabajo de la Nación advirtieron que La Fraternidad "se expone a la intervención y multas por violar la conciliación".

"De esa forma Maturano asume un riesgo muy alto con el hecho de ratificar el paro, porque le van a mandar inspectores y le van a labrar multas", deslizaron. [El Teclado]