Revisar sin parar
las publicaciones de otras personas en las redes sociales, verificar cuántos
‘me gusta’ obtuvo mi propia publicación, chequear permanentemente el WhatsApp,
consultar el mail a cada rato… comportamientos típicos de quienes transitamos
el siglo XXI pero que pueden convertirse en patológicos si no prestamos
atención al tiempo que pasamos frente a un dispositivo electrónico y a las
emociones que nos despierta la desconexión tecnológica.
Junto a los
innegables beneficios para la vida cotidiana que trajo la red de conexión
global -cuyos inicios se remontan a la década del ‘60 del siglo pasado- hoy emerge
una problemática conocida como ‘adicción a Internet’.
“Esta adicción presenta
los mismos parámetros y síntomas que cualquier otra, como a las sustancias, la
comida o el juego”, explica a El Teclado Laura Jurkowski, psicóloga,
especialista en adicción a las tecnologías y directora del centro reConectarse.
“La persona evidencia
un comportamiento compulsivo que busca llenar algún vacío, obtener una
satisfacción en forma inmediata o escapar de alguna situación que de otra
manera no puede manejar”, agrega.
“Las pantallas son
múltiples y el comportamiento adictivo se manifiesta de distinta manera en las
diferentes personas: unos miran sin parar las redes sociales, otros se la pasan
jugando on line, algunos miran Netflix todo el día, otros chequean los mails o
las últimas noticias a cada rato”, dice Jurkowski, además autora del libro
“Efecto pantalla. Cómo lograr el equilibrio digital”.
Para la
especialista, en la actualidad la mayoría de las personas usamos excesivamente
las pantallas. Y lo hacemos por distintos motivos: laborales, educativos o de ocio
y entretenimiento se encuentran entre los principales.
La clave -asegura-
está en poder reconocer cuándo esta conducta afecta otros aspectos de la vida
-por ejemplo si trae problemas en el trabajo o lleva al aislamiento social- y
en pedir ayuda.
- ¿Cuál es la
diferencia entre adicción y uso excesivo?
- La adicción se
presenta en general en personas con una personalidad adictiva y que muchas
veces manifiestan otro tipo de patología de base. El uso excesivo también tiene
sus repercusiones pero, a diferencia de lo que ocurre con la adicción, la
persona puede seguir con su vida. Un ejemplo podría ser un alumno al que por el
uso excesivo de pantallas le empieza a ir mal en el colegio y abandona un
hobby, pero no llega a repetir el año o dejar la escuela.
- ¿Hay algo que
defina a la adicción a Internet?
- Si bien el
comportamiento es similar al que se presenta en cualquier otra adicción, con Internet
en particular aparece la necesidad de estar cada vez más tiempo conectados para
obtener el mismo efecto que se obtenía con menor tiempo de conexión. Aparece además
el síndrome de abstinencia: si la persona no se puede conectar comienza a
sentir ansiedad, irritabilidad y angustia. Y empiezan a manifestarse repercusiones
en el resto de las áreas de la vida: se abandonan actividades que eran
placenteras, hobbies; surgen problemas en el trabajo, en el estudio y en las
relaciones sociales; hay dificultades en la concentración; peleas con los
familiares o amigos; insomnio y otros problemas de salud, como mala
alimentación y sedentarismo.
- ¿Hay datos
estadísticos sobre este tema?
- En Argentina no.
Sí se sabe que a partir de la pandemia de COVID y de su respectivo aislamiento
social se registró a nivel mundial un incremento de los trastornos
psiquiátricos vinculados a la mayor conectividad y a la sustitución de actividades
que antes se realizaban cara a cara. Hay un montón de estudios científicos que
dan cuenta de las repercusiones que el uso excesivo de Internet trajo a
nuestras vidas. El problema es que, aún terminando la pandemia, se sigue usando
demasiado la pantalla, muchas actividades no volvieron a la presencialidad
-como algunos trabajos o el dictado de ciertos cursos- y esto está trayendo trastornos
biopsicosociales. Se ve afectado el cuerpo, la cuestión emocional, la afectiva
y la esfera social.
- Hoy en día es muy
habitual estar en un grupo de personas y que cada una esté atenta a su teléfono
celular…
- Eso se llama
‘phubbing’, que es el acto de ignorar al otro por estar usando el celular. Ojo,
que ahí por lo menos hablamos de personas que se están viendo físicamente. Más
que eso me preocupa la gente -que es mucha- que ha disminuido el contacto y sus
actividades por fuera de una pantalla. Es verdad que Internet permite un montón
de cosas y nos alivia tareas, pero también está sustituyendo a muchas
actividades que antes favorecían el encuentro cara a cara.
- Recién mencionó
que el pasar mucho tiempo en la web trae consecuencias físicas. ¿Cuáles
considera que son las más importantes?
- Hay problemas en
las manos, los dedos y las cervicales por usar durante mucho tiempo la
computadora y el celular. Aparecen problemas en los ojos, la vista, y también
dificultades para conciliar el sueño. Ocurre que el uso de pantallas antes de
dormir afecta al sueño en tres sentidos: por un lado, está el tiempo que perdés
sin darte cuenta de que estás conectada al celular; por el otro, está la
ansiedad que muchas veces genera lo que estás viendo y que luego te dificulta
dormir y, por último, está el estímulo que recibe el cerebro con las lucecitas
de los dispositivos, que de alguna manera le ‘avisan’ que todavía no es la hora
de dormir.
-¿Esta conducta
adictiva se observa en niños y niñas?
- Se está empezando
a ver cada vez más, pero en general los padres con niños pequeños no consultan
porque los problemas se dan más en chicos en edad escolar avanzada y en
adolescentes. De los chiquitos que empezaron a estar expuestos a pantallas de
manera excesiva veremos las consecuencias en los próximos años.
- Llega el verano y
muchas personas se distienden o salen de vacaciones. ¿Aumentan las consultas
sobre este tema en esta parte del año?
- En verano hay más consultas por parte de padres de adolescentes. En general durante el año tenemos algo que ordena y pone un límite: el colegio. En cambio en vacaciones muchos padres siguen trabajando, los chicos se quedan más tiempo solos y se invierten los horarios. Los padres consultan cuando aparece esa preocupación. [El Teclado].
Los criterios para
estar atentos cuando hay uso excesivo de computadoras, videojuegos e Internet
son los siguientes:
La dependencia a la computadora, comparte otras características con otras dependencias:
Fuente: reConectarse