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  Especiales   24.12.2022 - 12:00   
SALUD MENTAL
Adicción a las pantallas, un problema que crece entre los excesos y la abstinencia
“La adicción a Internet presenta los mismos parámetros y síntomas que cualquier otra adicción”, explica Laura Jurkowski, psicóloga y directora del centro reConectarse, y agrega que “con Internet en particular aparece la necesidad de estar cada vez más tiempo conectados y también el síndrome de abstinencia: si la persona no se puede conectar comienza a sentir ansiedad, irritabilidad y angustia”.
Adicción a las pantallas, un problema que crece entre los excesos y la abstinencia
Por: Luciana Mateo

Revisar sin parar las publicaciones de otras personas en las redes sociales, verificar cuántos ‘me gusta’ obtuvo mi propia publicación, chequear permanentemente el WhatsApp, consultar el mail a cada rato… comportamientos típicos de quienes transitamos el siglo XXI pero que pueden convertirse en patológicos si no prestamos atención al tiempo que pasamos frente a un dispositivo electrónico y a las emociones que nos despierta la desconexión tecnológica.

Junto a los innegables beneficios para la vida cotidiana que trajo la red de conexión global -cuyos inicios se remontan a la década del ‘60 del siglo pasado- hoy emerge una problemática conocida como ‘adicción a Internet’.

“Esta adicción presenta los mismos parámetros y síntomas que cualquier otra, como a las sustancias, la comida o el juego”, explica a El Teclado Laura Jurkowski, psicóloga, especialista en adicción a las tecnologías y directora del centro reConectarse.

“La persona evidencia un comportamiento compulsivo que busca llenar algún vacío, obtener una satisfacción en forma inmediata o escapar de alguna situación que de otra manera no puede manejar”, agrega.

“Las pantallas son múltiples y el comportamiento adictivo se manifiesta de distinta manera en las diferentes personas: unos miran sin parar las redes sociales, otros se la pasan jugando on line, algunos miran Netflix todo el día, otros chequean los mails o las últimas noticias a cada rato”, dice Jurkowski, además autora del libro “Efecto pantalla. Cómo lograr el equilibrio digital”.

Para la especialista, en la actualidad la mayoría de las personas usamos excesivamente las pantallas. Y lo hacemos por distintos motivos: laborales, educativos o de ocio y entretenimiento se encuentran entre los principales. 

La clave -asegura- está en poder reconocer cuándo esta conducta afecta otros aspectos de la vida -por ejemplo si trae problemas en el trabajo o lleva al aislamiento social- y en pedir ayuda. 

- ¿Cuál es la diferencia entre adicción y uso excesivo?

- La adicción se presenta en general en personas con una personalidad adictiva y que muchas veces manifiestan otro tipo de patología de base. El uso excesivo también tiene sus repercusiones pero, a diferencia de lo que ocurre con la adicción, la persona puede seguir con su vida. Un ejemplo podría ser un alumno al que por el uso excesivo de pantallas le empieza a ir mal en el colegio y abandona un hobby, pero no llega a repetir el año o dejar la escuela. 

- ¿Hay algo que defina a la adicción a Internet?

- Si bien el comportamiento es similar al que se presenta en cualquier otra adicción, con Internet en particular aparece la necesidad de estar cada vez más tiempo conectados para obtener el mismo efecto que se obtenía con menor tiempo de conexión. Aparece además el síndrome de abstinencia: si la persona no se puede conectar comienza a sentir ansiedad, irritabilidad y angustia. Y empiezan a manifestarse repercusiones en el resto de las áreas de la vida: se abandonan actividades que eran placenteras, hobbies; surgen problemas en el trabajo, en el estudio y en las relaciones sociales; hay dificultades en la concentración; peleas con los familiares o amigos; insomnio y otros problemas de salud, como mala alimentación y sedentarismo. 

- ¿Hay datos estadísticos sobre este tema?

- En Argentina no. Sí se sabe que a partir de la pandemia de COVID y de su respectivo aislamiento social se registró a nivel mundial un incremento de los trastornos psiquiátricos vinculados a la mayor conectividad y a la sustitución de actividades que antes se realizaban cara a cara. Hay un montón de estudios científicos que dan cuenta de las repercusiones que el uso excesivo de Internet trajo a nuestras vidas. El problema es que, aún terminando la pandemia, se sigue usando demasiado la pantalla, muchas actividades no volvieron a la presencialidad -como algunos trabajos o el dictado de ciertos cursos- y esto está trayendo trastornos biopsicosociales. Se ve afectado el cuerpo, la cuestión emocional, la afectiva y la esfera social.

- Hoy en día es muy habitual estar en un grupo de personas y que cada una esté atenta a su teléfono celular…

- Eso se llama ‘phubbing’, que es el acto de ignorar al otro por estar usando el celular. Ojo, que ahí por lo menos hablamos de personas que se están viendo físicamente. Más que eso me preocupa la gente -que es mucha- que ha disminuido el contacto y sus actividades por fuera de una pantalla. Es verdad que Internet permite un montón de cosas y nos alivia tareas, pero también está sustituyendo a muchas actividades que antes favorecían el encuentro cara a cara. 


- Recién mencionó que el pasar mucho tiempo en la web trae consecuencias físicas. ¿Cuáles considera que son las más importantes? 

- Hay problemas en las manos, los dedos y las cervicales por usar durante mucho tiempo la computadora y el celular. Aparecen problemas en los ojos, la vista, y también dificultades para conciliar el sueño. Ocurre que el uso de pantallas antes de dormir afecta al sueño en tres sentidos: por un lado, está el tiempo que perdés sin darte cuenta de que estás conectada al celular; por el otro, está la ansiedad que muchas veces genera lo que estás viendo y que luego te dificulta dormir y, por último, está el estímulo que recibe el cerebro con las lucecitas de los dispositivos, que de alguna manera le ‘avisan’ que todavía no es la hora de dormir.

-¿Esta conducta adictiva se observa en niños y niñas?

- Se está empezando a ver cada vez más, pero en general los padres con niños pequeños no consultan porque los problemas se dan más en chicos en edad escolar avanzada y en adolescentes. De los chiquitos que empezaron a estar expuestos a pantallas de manera excesiva veremos las consecuencias en los próximos años.

- Llega el verano y muchas personas se distienden o salen de vacaciones. ¿Aumentan las consultas sobre este tema en esta parte del año?

- En verano hay más consultas por parte de padres de adolescentes. En general durante el año tenemos algo que ordena y pone un límite: el colegio. En cambio en vacaciones muchos padres siguen trabajando, los chicos se quedan más tiempo solos y se invierten los horarios. Los padres consultan cuando aparece esa preocupación. [El Teclado].

Los criterios para estar atentos cuando hay uso excesivo de computadoras, videojuegos e Internet son los siguientes:

  • Hay una pérdida del sentido del tiempo.
  • Un sentimiento de ansiedad cuando se desconecta de la computadora o de las consolas de videojuegos.
  • Síntomas de retraimiento con sentimientos de depresión y/o tensión.
  • Fenómeno de tolerancia, Necesidad de estar cada vez conectado más tiempo.
  • Recaídas.

 La dependencia a la computadora, comparte otras características con otras dependencias:

  • Pérdida de control.
  • No poder reducir el consumo adictivo.
  • Sentimientos de placer intenso.

Fuente: reConectarse




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