Este viernes 6 de enero se celebra el Día de los Reyes Magos, fecha en la que se acostumbra que los niños y niñas reciban regalos. 

Esta tradición recuerda la adoración al niño Jesús por parte de los tres Reyes Magos y surgió por parte de la Iglesia debido a la visita de Melchor, Gaspar y Baltasar, quienes le llevaron un regalo cada uno al niño Jesús que, según las sagradas escrituras, había nacido en Belén.

La historia cuenta que los Reyes Magos siguieron una estrella resplandeciente con la que buscaban al “Rey de los Judíos". Fue así como llegaron a encontrar a Jesús a quien, cuenta la historia, le ofrecieron ofrendas de oro, incienso y mirra.

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La Iglesia tomó la fecha del 6 de enero como día de Epifanía, es decir, el momento en que Cristo, se revela al mundo. Distintas ramas del cristianismo hablan del 6 de enero como la Duodécima Noche, tomando como punto de partida el 25 de diciembre.

Sin embargo, el evangelio no indica cuántos eran ni sus razas, con lo cual la historia que dice que Baltazar era de color negro, también es mentira.

Fue la misma Iglesia quien decidió que eran tres y hay 2 versiones: por los regalos ofrecidos a Jesús: oro, incienso y mirra; o por la relación que tiene con la Santísima Trinidad. 

EL PASTO, EL AGUA Y LOS CAMELLOS

En la mayoría de los países la tradición indica que los padres dejen los regalos que traen los Reyes Magos la noche del 5, previo a la madrugada del 6 de enero. 

En los días previos, los niños y niñas les escriben cartas a Melchor, Baltasar y Gaspar con un regalo deseado. La noche anterior, la carta se deja dentro de un zapato que acompaña un cacharro con agua y un poco de pasto en la puerta, ventana o patio del hogar.

Tanto el pasto como el agua son para los camellos en los que se transportan los Reyes Magos, tal como se hacía antiguamente en gran parte de Oriente.

Si bien las costumbres varían en cada familia, los zapatos, o algún tipo de calzado, siempre están.  [El Teclado]