Por la mañana, los jueces del Tribunal Nº 1 Pablo Vega, Germán Castelli y Alejandro Esmoris darán su veredicto sobre los imputados Carlos "Indio" Castillo y Juan José Pomares, ex integrantes de la banda paramilitar. Los magistrados investigaron una serie de secuestros, aplicación de tormentos y homicidios en los días previos y posteriores al golpe de Estado de 1976.
Esto ocurre después de cuatro meses de audiencias. "Allí se brindó numerosa prueba testimonial y documental que acredita los crímenes cometidos por esta organización como crímenes de lesa humanidad", refirió a El Teclado la abogada Luz Santos Morón, representante de la querella Justicia Ya!.
"La CNU fue una banda que actuó con la aquiescencia, el aval del propio Estado, en los meses previos y posteriores del golpe cívico-militar", precisó. Puntualmente, los hechos que se juzgan en este juicio ocurrieron en febrero y abril de 1976.
La letrada explicó a este portal que la CNU "llevaba patotas a las asambleas universitarias, intervenían en los sindicatos y tenían cargos en el Estado -por ejemplo en el Hipódromo, el registro de la Propiedad, etcétera- y desde ahí actuaban persiguiendo a los luchadores sociales y políticos".
Además, aseguró, "tenían vínculos directos con la burocracia sindical y el propio gobernador Victorio Calabró". Muchos de los integrantes de esta patota terminaron detenidos en la Unidad 9 por causas comunes, pero no por delitos de lesa humanidad.
Se presume que ascienden a 60 los asesinatos -"con ensañamiento y alevosía"- a militantes en la región, aunque nunca se juzgó a los integrantes de la CNU por esos delitos. [El Teclado]