Desde el próximo
martes, y durante los siguientes 15 días hábiles, el Tribunal Oral en lo
Criminal Nº 2 de Mar del Plata juzgará nuevamente a Matías Farías (28) y Juan
Pablo Offidani (47), acusados de abusar sexualmente y drogar hasta la muerte a
la adolescente Lucía Pérez (16) el 8 de octubre de 2016.
De esta manera, la
Justicia dará lugar al reclamo de la familia y de diversas organizaciones
sociales y feministas, luego de que a fines de 2018, en una sentencia plagada
de argumentos machistas y misóginos, Farías y Offidani resultaran absueltos de
la acusación de abuso sexual y femicidio y condenados a 8 años de prisión sólo
por el delito de venta de estupefacientes a menores en inmediaciones de un
establecimiento educativo.
“Esperamos que
ahora sí se haga Justicia, que estas personas que mataron a Lucía cumplan la
pena que tienen que cumplir”, dice a El Teclado Marta Montero, mamá de
Lucía.
“Si me preguntás a
mí, les corresponde la perpetua; que los asesinos no salgan más”, asegura.
Marta tuvo que
aprender a la fuerza el vocabulario y los manejos propios del universo judicial. “Es
un ambiente muy complejo: machista, clasista, perverso, es la cueva más
corrupta”, señala.
Evidencias para decir lo que piensa le
sobran: el 26 de noviembre de 2018, el Tribunal Oral Nº 1 de Mar del Plata
compuesto por Facundo Gómez Urso, Pablo Viñas y Aldo Carnevale absolvió a
Farías y Offidani del delito de “abuso sexual agravado por el consumo de estupefacientes seguido de muerte en concurso ideal con femicidio” y los
condenó sólo por venta de drogas.
Hubo un tercer
imputado, Alejandro Maciel, acusado de encubrimiento, que resultó absuelto en
ese primer juicio y murió en 2020.
La sentencia, que
se centró en indagar la vida privada de Lucía para desestimar el femicidio e
incluso tratar de justificar su muerte -entre otras cosas los magistrados señalaron que “no se
mostraba como una chica de su edad” y que “no estaría con nadie sin su
consentimiento”-, fue ampliamente cuestionada y le valió a los jueces la
suspensión de sus funciones y un jury de enjuiciamiento, que comenzará el 14 de marzo próximo.
“Que un juez diga
que esas personas no tenían calidad de asesinas porque le habían comprado una
leche ‘Cindor’ es perverso”, sostiene Marta. Y agrega: “ellos lo dicen con
liviandad, con mucha facilidad. Ahora sí los separaron del cargo, pero eso
porque una familia se puso a trabajar porque, si los dejás, pasa”.
Las sentencias con
falta de perspectiva de género no son una novedad dentro del Poder
Judicial.
“Nosotros tenemos
que luchar contra esto con las herramientas que tenemos, no callarnos, seguir,
unirnos entre todas y hacerles ver cuando se mandan las macanas”, dice
Marta.
Y destaca: “si nos
quedamos esperando, la Justicia no va a hacer nada”.
El 12 de agosto de
2020 la Sala IV de la Cámara de Casación Penal de la provincia de Buenos Aires
anuló el primer juicio por considerar que el tribunal compuesto por Gómez Urso,
Viñas y Carnevale “se basó en prejuicios de sexo, guiando su razonamiento en
base a estereotipos e ideas preconcebidas” y ordenó la realización de uno
nuevo, que -ahora tiene fecha- comenzará el próximo martes 7.
La decisión fue
respaldada por la Suprema Corte de Justicia.
Desde Casación
argumentaron, entre otras cuestiones, que “inexplicablemente (el Tribunal) se
enfoca a indagar en la personalidad, actitudes y comportamientos anteriores de
la víctima, su forma de relacionarse con los hombres, su vida social, su
carácter, y en distinguir la conducta de los imputados, y a partir de allí,
considerar si Lucía había consentido el acceso carnal”.
Los magistrados fueron suspendidos en sus funciones en noviembre de 2021 y, salvo Carnevale que evitará este proceso porque se jubiló en 2019, serán somentidos a un jury de enjuiciamiento desde el 14 de marzo.
El Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados y Funcionarios que encabeza la presidenta de la Suprema Corte, Hilda Kogan, los acusa de “negligencia, incumplimiento del cargo y parcialidad manifiesta”.
El nuevo juicio por el crimen de Lucía Pérez se
desarrollará ante el tribunal marplatense que integran los jueces Gustavo
Fissore, Alexis Simaz y Roberto Falcone.
Será oral y público
y no un juicio por jurados, como había pedido la defensa de los imputados,
porque esa modalidad no fue solicitada en una primera instancia.
El fiscal de este
nuevo litigio será Leandro Arévalo. La familia de Lucía -su mamá, su papá
Guillermo y su hermano Matías- será representada por las abogadas Verónica
Heredia y Florencia Piermarini, mientras que Farías y Offidani serán defendidos de manera oficial por Laura Solari y César Sivo, respectivamente.
El femicidio de Lucía provocó que el 19 de octubre de 2016 se llevara adelante el primer Paro Nacional de Mujeres de Argentina. Ese miércoles hubo marchas masivas en distintos puntos del país para reclamar justicia y políticas públicas concretas frente al recrudecimiento de la violencia de género.
Marta reconoce que,
en ese sentido, siente la compañía de gran parte de la sociedad. “Hemos visto que incluso
en el exterior se apoya la causa de Lucía”, asegura.
“No te voy a decir que hemos sido privilegiados porque nadie es privilegiado por el asesinato de una hija, pero sí creo que hemos estado acompañados por mucha gente”, concluye. [El Teclado].
El 8 de octubre de
2016, Matías Farías y Juan Pablo Offidani -ambos adultos- llevaron el cuerpo
sin vida de Lucía Pérez, de 16 años, a la Unidad Sanitaria de Playa Serena.
De acuerdo a la
hipótesis del Ministerio Público Fiscal, la adolescente de 16 años habría
conocido a los dos acusados un día antes, cuando ellos fueron a la puerta de la
Escuela Media 3 de Mar del Plata, a la que concurría Lucía, para vender drogas.
Farías la habría
citado al día siguiente a su domicilio de la calle Racedo al 4800, donde Lucía habría sido drogada y abusada hasta la muerte.