Amas de casa, docentes, obreras… 35 mujeres trabajadoras, con un recorrido político muy incipiente que sin embargo hace poco más de 7 décadas -de la mano de Eva Duarte de Perón- se lanzaron a la participación legislativa.
Sus nombres casi
desconocidos son ahora recuperados por el Programa “Muchachas Bonaerenses” del
Instituto Cultural de la Provincia, que busca reconstruir la historia de las
primeras diputadas y senadoras provinciales.
“Todas ellas eran
militantes del Partido Peronista Femenino que en 1949 creó y condujo Eva Perón
y mediante el cual las mujeres argentinas accedieron por primera vez a los
ámbitos de decisión y representación política”, cuenta a El Teclado Soledad Guarnaccia, integrante del equipo de “Muchachas Bonaerenses”.
Y agrega: “Se trata de
una historia que ha sido invisibilizada, producto del disciplinamiento que se
impuso al peronismo a partir del golpe de Estado de 1955, y de la cual sólo
contamos con fragmentos dispersos”.
“Por eso -explica-,
esta primera reconstrucción se orienta no sólo a poner a disposición del pueblo
bonaerense una parte muy importante de su historia que ha sido ocultada sino
también a activar esas memorias en los territorios y producir una búsqueda
colectiva”.
Las legisladoras
llegaron a presidir Comisiones en ambas Cámaras y ocuparon la vicepresidencia
de Diputados en dos oportunidades.
Como contraparte, tuvieron que enfrentarse a los prejuicios y la resistencia por parte de sus pares varones. Por momentos fueron tratadas de “inexpertas” o sus proyectos y declaraciones fueron objetados por -supuestamente- no mantener ellas las formas de comportamiento que se esperaba de las mujeres de su época.
El Programa del Instituto Cultural que conduce Florencia Saintout fue presentado en octubre pasado.
Las investigadoras
trabajan actualmente en la recopilación de datos presentes en los Diarios de
Sesiones de la Legislatura, en archivos de periódicos y otras publicaciones de
la época y sobre entrevistas a familiares de las protagonistas.
Además buscan entre los
registros de las Comisiones Investigadoras, dispositivos creados a partir de
1955 para perseguir y denunciar al peronismo.
“Nos interesa destacar
que reconstruir estas historias no supone agregar un capítulo a la historia
política de la Provincia; supone hacer nuevas preguntas y plantear nuevos
problemas. Porque si aceptamos que las mujeres han sido un sujeto político
invisibilizado y sometido al disciplinamiento, entonces tenemos que aceptar
también que la historia es otra”, dice Guarnaccia.
El 11 de noviembre de
1951 fue un día histórico para las argentinas. Gracias a la sanción de la Ley 13.010 (en 1947), ahora podían no sólo votar, sino además presentarse como
candidatas en cargos electivos.
En esa primera
elección, más de 3 millones y medio de mujeres concurrieron a las urnas
por primera vez en todo el país y 133 de ellas fueron electas por el voto
popular.
Varias décadas
faltarían todavía para que una mujer fuera elegida democráticamente para presidir
la Nación, pero la militancia de las primeras sufragistas -Julieta Lanteri,
Alicia Moreau y Cecilia Grierson, entre otras- ya estaba dando sus
frutos.
“En las elecciones de
1951 fueron electas en la provincia de Buenos Aires 15 diputadas y 7 senadoras
sobre 84 cargos a elegir en Diputados y 42 cargos en Senadores. Fue la cantidad
de candidatas mujeres más alta del país”, cuenta Guarnaccia.
“Y en 1954 fueron electas 9 diputadas y 4 senadoras más”, añade.
Todas estas mujeres
asumieron el 2 de mayo de 1952, pocas semanas antes de la muerte de
Evita.
La investigadora
explica que “el peronismo fue el único espacio político que ingresó mujeres al
Congreso nacional y las Legislaturas provinciales, con un altísimo nivel de representación,
tanto que en la Argentina después de 1955 va a pasar mucho tiempo para
recuperar esos niveles y va a hacer falta sancionar la Ley de Cupo en 1991”.
- ¿De qué
ámbitos provenían las mujeres que fueron elegidas?
- Las legisladoras bonaerenses, al igual que las del resto del país, eran mujeres trabajadoras: amas de casa, docentes, obreras. Son mujeres que se incorporaron a la participación política con el peronismo y a partir de su condición de trabajadoras. El peronismo tenía un clarísimo sujeto que eran los trabajadores y las trabajadoras y, como tantos otros, las legisladoras provienen de esa gran movilización política. Ellas mismas fueron protagonistas de la creación y el despliegue del Partido Peronista Femenino y sus candidaturas fueron decididas por Eva Perón, con quién tenían un vínculo muy estrecho, producto de la gran tarea que se propusieron que fue legitimar y convocar a las mujeres a protagonizar un proceso popular de transformación de la Argentina.
- Imagino las resistencias que habrán tenido que enfrentar…
- Si al día de hoy las mujeres enfrentamos resistencias para desempeñarnos en la actividad política, como en tantos otros ámbitos de la vida social, podemos imaginar cómo serían esas resistencias cuando las mujeres habían conquistado recientemente el derecho a votar y ser elegidas. En los diarios de sesiones de la Legislatura Bonaerense podemos leer, en las intervenciones de los legisladores opositores, cómo reiteradamente las trataban de inexpertas o las impugnaban por no guardar las formas de comportamiento que se consideraban apropiadas para las mujeres de la época. Pero ellas no se amedrentaban y respondían también a esas chicanas. Eran mujeres con un recorrido político muy incipiente, no tenían experiencia legislativa pero contaban con una organización política territorial descomunal como era el Partido Peronista Femenino, eran conducidas nada más ni nada menos que por Eva Perón y todo eso en el marco de un movimiento nacional muy potente. De hecho, hizo falta mucha violencia para romper esa movilización política que fue el peronismo en sus años de surgimiento.
- ¿Qué pasó con sus recorridos políticos a partir del Golpe del ‘55? ¿Alguna pudo continuar en la política después?
- Además de los bombardeos, el golpe de Estado y el robo y desaparición del cuerpo de Eva Perón, la proscripción al peronismo alcanzó a todo el movimiento bajo el expreso objetivo de “desperonizar” la Argentina. Es decir, la derecha argentina se propuso borrar la identidad y la experiencia peronista de la vida nacional. A partir de 1955, las legisladoras fueron presas, perseguidas, exiliadas, perdieron sus bienes, sus posibilidades de trabajar. Muchas no volvieron a la militancia política, otras se incorporaron a la resistencia y tuvieron distintos recorridos, Rosaura Isla, por ejemplo, volvió a ser diputada dos veces más en 1965 y 1973 sin llegar a completar ninguno de sus mandatos. Fueron experiencias políticas violentamente interrumpidas al punto que desconocemos las biografías de la mayoría de estas mujeres. Para tener una idea de esta operación, la mayor información con la que contamos proviene de los archivos que dejó la persecución, los archivos de las comisiones investigadoras, la policía y el Poder Judicial. Por supuesto, tenemos también sus intervenciones en la Legislatura que es casi el único registro que ha quedado de sus voces y hay investigaciones académicas que vienen trabajando el tema y van ampliando el conocimiento, pero todavía es muy poco lo que sabemos y por eso es tan importante que el Estado provincial se proponga su reconstrucción y divulgación.
- ¿Alguna se abocó a presentar proyectos y/o militar en alguna temática en particular?
- Estamos trabajando con los Diarios de Sesiones de la Legislatura. En general sus intervenciones han sido interpretadas como poco significativas, porque abordan mucho la temática del homenaje, que es considerado un recurso menor o de adulación, de poco valor político. Pero nos interesa repensar estas intervenciones desde una perspectiva política más amplia. Porque las legisladoras asumen sus bancas a principios de 1952 y Evita muere en julio, a los pocos meses, y estas mujeres tienen que proseguir su camino atravesando el duelo de su conductora. Es un tiempo en que efectivamente la recreación política de Eva se da en todos los ámbitos del peronismo, y la Legislatura no fue una excepción. A su vez, es un momento de muchísima tensión política, hay una escalada de conflictividad con la oposición que empieza a poner en práctica su voluntad de terminar con el peronismo, hay problemas económicos producto de la coyuntura internacional y de la conflictividad nacional. Son tiempos en que el peronismo se enfrenta a nuevos escenarios, tiene que resolver su continuidad y se abren fuertes discusiones internas en torno al rumbo que debe tomar. En ese contexto, a través de esas discusiones, se produce la salida de Domingo Mercante, que había conducido la Provincia desde 1946 hasta 1951, y se da un recambio muy importante de la dirigencia bonaerense; las legisladoras no eran las únicas que no tenían experiencias legislativas previas.
- Claramente el trabajo de estas legisladoras quedó invisibilizado…
- Su labor quedó bastante asociada a una mirada que piensa esos años a partir de un repliegue doctrinario y verticalista del peronismo, en que la Legislatura en su conjunto es interpretada como una extensión del Poder Ejecutivo provincial. Pero también en esos Diarios de Sesiones vemos que las legisladoras fueron parte de diversas comisiones y acompañaron, como el resto del bloque, los proyectos que se presentaron en ese período. Participaron por ejemplo de la iniciativa que llevó a la intervención del Poder Judicial bonaerense en 1952 y argumentaron en ese debate que la revolución social y política que se proponía el peronismo no había llegado a un Poder Judicial aún subsumido en las prácticas antidemocráticas de la ‘Década infame’. Eran muy conscientes de que estaban expresando por primera vez en esos ámbitos la voz de las mujeres argentinas. [El Teclado].
Diputadas
provinciales electas en 1951:
Baeza de Coimini,
Celia; Barone de Iannicelli, María Luisa; Carosella de Clearans, Elena; Fulco,
Josefina; Egan O Donnell, Norma Beatriz; González, Iris Alejandra; Gómez de
García, Thelma; Hermida, Haydee; Isla, Rosaura; Pizzuto de Rivero, María Rosa;
Juárez de Cigliutti, Elena; Ronchi de Esquer, Edith; Rossia de Rodriguez,
Vilma; Semería de Acuto, Celia Dora; Valle, Noemí.
Senadoras
provinciales electas en 1951:
Benegas de Fonte,
Nerea Eulogia Victoria; Berni de Moreno, María Rosa; Ducó, Isabel Avelina; Gaeta,
Irma Consuelo; González, María Pilar; Juárez, Raquel Celestina; Pérez de López,
Aida.
Diputadas
provinciales electas en 1954:
Anaya de Donato,
Adelina; Burgueño de Viera Lando, Lilia Juana; Ferrara de Pardo, Haydee Josefina;
Jul, Elba Matilde; Médico de Lucagnoli, Josefina; Miguez de Itria, Susana
Isabel América; Montero,
Luisa Jorgelina; Montesano de Melicchio, María Luisa; Escribano de Lago, María
Haydee.
Senadoras
provinciales electas en 1954:
Conde de
Parravicini, María Isabel; Frumento de Ortega, Zulema Paulina; Gliozzi de Monzón, Olga
Armanda; Moragues de Bordón, María.