El fenómeno de “dependencia económica”, que se hace más notorio en los distritos del interior bonaerense, surge del análisis de la plataforma “Buenos Aires Abierta”, lanzada días atrás por el Tribunal de Cuentas bonaerense, en donde se informan sobre las principales variables económicas de los 135 municipios en el período 2010-2016.
De acuerdo a esa información, 101 comunas (el 75% del total) reciben más de la mitad de sus recursos por parte del Gobierno bonaerense. Si a esto se les suman los fondos provenientes del Gobierno nacional, solo 21 de los 135 distritos logra por su propia cuenta más de la mitad de sus ingresos.
Esta situación se produce con mayor fuerza en los distritos del interior bonaerense, cuya estructura impositiva está muy atada al cobro de la Tasa Vial (vinculada a la actividad agropecuaria), mientras que los del Conurbano se benefician con el cobro de impuestos locales a las industrias radicados en su territorio, señala un análisis publicado por agencia Dib. De hecho, entre los primeros 70 distritos que aparecen en el “ránking de dependencia” apenas hay dos del Área Metropolitana: Merlo, en el puesto 27; y Florencio Varela, en el 68°.
Según los números del Tribunal de Cuentas, Pehuajó (gobernado por Pablo Zurro, de Unidad Ciudadana) es el distrito que más recursos recibe en relación a sus ingresos propios: el 95,4% (85% provinciales y 10,4% nacionales). Lo siguen Puán (89,3%), Villarino (88,4%), Suipacha (87,9%), General Paz (87,1%), General Arenales (86,4%), y Patagones (85,4%). Completan los primeros lugares San Andrés de Giles (85,2%); General Lavalle (84,8%); General Alvear (84,5%); General Guido (83,8%); Coronel Dorrego (83,3%); y Carlos Tejedor (83,2%).
En el ránking inverso, Avellaneda (también a cargo de un kirchnerista: Jorge Ferraresi) cubre el 84,8% de sus gastos con recursos propios, y solo recibe el 6% por parte de la Provincia. Aparecen también entre los primeros puestos Morón (82,8% de recursos propios), Cañuelas (76,9%), Vicente López (70,9%), Tigre (70,8%), y San Fernando (70,1%). Le siguen Adolfo Gonzales Chaves (68,9%); San Nicolás (67,3%); Bahía Blanca (66,1); Escobar (66%); y Ensenada (64,3%).
Los números fueron publicados esta semana por el Tribunal de Cuentas bonaerense, que dispuso la información sobre ingresos, deudas y gastos por habitante de cada distrito. En diálogo con DIB, el titular del organismo, Eduardo Grinberg, sostuvo que “la difusión de datos es uno de los elementos fundamentales de la transparencia”. Además, sostuvo que “volcamos los datos crudos para dar lugar a que otros organismos puedan hacer los análisis específicos y buscar posibles soluciones a problemas que aparezcan”.
En la web de datos abiertos, el Tribunal de Cuentas dispuso una suerte de “semáforo” para marcar los desfasajes entre los montos presupuestados y los finalmente ejecutados. Gráficamente, se encuentran en rojo los distritos que debieron reacomodar sus presupuestos en más del 100%, mientras que el amarillo aparecen quienes hayan superado las previsiones entre un 50 y un 99%. El verde es para quienes han acertado más en sus cálculos.
En infracción aparecen 10 distritos, cuyos readecuaciones resultaron llamativas a los ojos del organismo. El caso más llamativo es el de Florencio Varela, donde Julio Pereyra tuvo un “error de cálculo” bastante considerable: a lo largo de 2016 debió readecuar sus números en un 350%: presupuestó gastos por 777 millones de pesos y terminó gastando 2.716 millones.
Quedaron en rojo también Presidente Perón (con una diferencia de 196%); San Vicente (178%); Pehuajó (143%); Berazategui (113%); La Matanza (111%); Lanús (110%); Esteban Echeverría (109%); Tordillo (105%); y José C. Paz (103%). En el otro extremo, Mar del Plata no cambió un peso a lo presupuestado originalmente. [El Teclado]