Alexa Biggi, de la localidad de América, es una joven de 21 años que se ha convertido en la cara visible de un drama que afecta la salud las poblaciones cercanas a los centros productivos dedicados a la explotación de la tierra: la fumigación con agrotóxicos.
Según relata la joven, que vive junto a su esposo y su hijo pequeño, estudios de laboratorio indican que está contaminada con poderosos agroquímicos. Por su sangre corren glifosato, cipermetrina, endosulfán y clorpirifós. Por los efectos de ese envenenamiento perdió un hijo hace cuatro años y sufre todos los días por las serias lesiones que se le producen en sus manos. Las trata con cremas humectantes y corticoide, pero no alcanza.
"La primera vez me aparecieron unos moretones de la cintura para abajo. Me hicieron biopsia pero ninguna enfermedad que ellos buscaban, aparecía. Nunca supieron decirme de qué se trataba", denunció Alexa, quien detalló de qué manera se enteró de su situación: "Durante mi embarazo viajé a La Plata y ahí me dijeron que mi bebé tenía malformaciones múltiples producto de la contaminación que había en mi cuerpo".
De acuerdo a lo que contó la mujer, "está comprobado por el estudio que las malformaciones que tenía se debe a la contaminación ya que genéticamente el bebé era normal". "Lo de las manos lo sufro todos los días. Se me revientan mucho y se me cae la piel. No puedo bañarme, no puedo cocinar, para todo tengo que usar guantes y la mayoría de las veces me ayuda mi pareja que llega de trabajar y hace todo".
Los estudios de laboratorio son contundentes y las sospechas son que se contaminó por las esporas que surcan el aire del barrio que habita. Los estudios de su marido también revelan envenenamiento en sangre y su madre sufrió varios abortos espontáneos por la misma razón. "Me contaminé por el aire. Yo nunca fui al campo y nunca estuve en contacto con ningún fumigador", precisó la joven.
"El polvillo que largan las plantas queda en el techo de las casas y cuando tomás agua o te bañás, te contaminás", precisó Alexa quien en declaraciones al medio Noticias 12 reclamó que las plantas, que presuntamente la contaminaron, se trasladan lejos del ejido urbano. "Ya perdí un hijo y me arruinaron la vida. Ahora tengo otro que tengo que criar y no quiero seguir enfermándome. Voy a seguir luchando hasta que saquen las plantas", concluyó. [El Teclado]