En la semana en la que se conmemoran 47 años del inicio del último golpe cívico-militar en Argentina, Federico Tavelli, doctor en Teología con especialización en Historia de la Iglesia y licenciado en Ciencias Políticas habló sobre el libro "La verdad los hará libres: La Iglesia católica en la espiral de la violencia de la Argentina entre 1966 y 1983"..
En diálogo con Radio Provincia, contó detalles acerca de este trabajo de investigación dividido en tres tomos (el tercero se publicará este año) y analizó el rol clave que tuvo el Papa Francisco en la apertura de documentos del Vaticano que estaban destinados a permanecer clasificados por 70 años.
“Esta obra aporta mucho a esa época de la historia argentina. Hemos estudiado la iglesia en su sentido más amplio. Nos enfocamos en la Conferencia Episcopal y en la Santa Sede para ver cuál fue su actuación”, contó Tavelli que trabajo en esta investigación durante cinco años junto a Carlos Galli, Luis Liberti y Juan Durán.
Así, detalló: “Uno cuando toma estos documentos se transporta en el tiempo: ves los informes, las firmas. Tuvimos en nuestras manos comunicaciones oficiales de la Junta Militar. Fue muy impactante ver las cartas manuscritas de los familiares de las víctimas”.
“La Junta se benefició al acercarse a las autoridades de la Conferencia Episcopal. Pero eso no significa que, a la vez, no hubiera actitudes de gestionar en privado. Muchos obispos apoyaron a los organismos de DDHH, pero eran una minoría y no pudieron hacer valer su voz”, destacó.
Tavelli contó que los tomos de esta investigación vienen de la mano de un proceso reflexivo que, dijo, inició hace por lo menos una década, cuando los obispos comenzaron a reflexionar sobre lo ocurrido en este período. “Se propusieron hacer un trabajo histórico para comprender qué pasó y esclarecer los claroscuros, los fantasmas”, explicó.
Y profundizó: “Hubo una decisión muy clara de Francisco de que excepcionalmente esta información, destinada a permanecer clasificada por 70 años, hoy esté a disposición”.
“Sentimos la necesidad y convicción de enfrentar este desafío porque creemos que el país lo necesita. Nos transformó encontrarnos con tanto dolor, con tanto terror. Pero también nos encontramos con actitudes ejemplares durante la época y so es un consuelo”, analizó.
Por último, completó: “El mayor consuelo es guardar la memoria de las víctimas y, principalmente, a través de estos trabajos, que permanezcan en la memoria de todos los argentinos”. [El Teclado]