Desde ahora, quienes transiten por las calles internas de la Facultad de Ingeniería de la UNLP podrán apreciar entre los edificios y árboles característicos del predio, el rostro en grandes dimensiones de la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto. En la jornada del miércoles se inauguró un mural en su homenaje "por su inclaudicable lucha en defensa de los derechos humanos"
El mural, que mide 8 metros de altura por 8 de ancho, fue realizado por docentes de la carrera de Muralismo y Arte Público Monumental “Ricardo Carpani” de la Facultad de Bellas Artes, en el marco del 10° aniversario de su reapertura (fue cerrada en marzo de 1976 por la dictadura militar). Se encuentra ubicado en una de las paredes del Departamento de Electrotecnia, sobre el corredor de calle 48 entre 115 y 116.
La ceremonia fue encabezada por el decano de Ingeniería, Marcos Actis; junto al vicedecano, Horacio Frene; y la vicedecana de la Facultad de Bellas Artes, Cristina Terzaghi, responsable de la realización del mural.
Actis declaró que "Estela para mí representa a una luchadora, una persona que jamás agredió a nadie, que con todo lo que pasó no tiene rencores. Siempre peleó para recuperar a los nietos. Una persona que no tiene maldad".
En tanto, Terzaghi contó que el mural fue soñado por ella y, a partir de un trabajo en equipo, hoy es una realidad. Junto al vicedecano Frene describieron a Carlotto en términos de "coraje, tenacidad, ternura y solidaridad", una persona "inquebrantable, irrenunciable, incorruptible. Un símbolo de paciencia, de lucha y de insistencia. Una referente mundial de los derechos humanos".
Durante la ceremonia, la homenajeada expresó: "Estoy tan emocionada, tan llena de cariño por este acto que me ayuda tanto a seguir, porque no fue fácil caminar 40 años. Al principio sin saber qué hacer, con dolor, hasta que tuvimos la idea de juntarnos. Primero en soledad, porque no sabíamos el camino que teníamos que tomar. Dónde estaban. El peligro. Y los hijos que había que cuidar. Yo era directora de escuela, tenía mi responsabilidad. Pero lo más maravilloso fue juntarnos, darnos las manos. Y cada vez que venía una abuela nueva, el recibimiento. Cuando llegué yo me dijeron 'que suerte una maestra'. Desde entonces no nos podemos separar. Quedamos muy poquitas”.
Carlotto agregó que "aunque podríamos decir 'misión cumplida' cuando encontramos al nieto propio, hacemos todo lo contrario. La misión nuestra estará cumplida cuando aparezcan todos los nietos. Hasta que se sepan dónde están los restos de sus padres. No hay mamá que no deje de buscar cuando un hijo no vuelve. A mi hija Laura la recuperé un poquito cuando encontré a mi nieto".
El evento convocó a una gran cantidad de docentes, investigadores, alumnos, personal no docente y autoridades de colegios y facultades de la UNLP, además de público en general. Para la realización del mural se utilizó la técnica de esgrafiado, que consiste en capas sucesivas de cemento con color. Se realizó una figura del rostro de Carlotto y, a su alrededor, se colocaron 500 piezas de cerámica que representan simbólicamente a nietos que fueron secuestrados durante la última dictadura. De ese total, 126 poseen un fondo blanco con figuras de colores que refieren a los nietos recuperados por la asociación que dirige Estela.
Uno de los momentos más emotivos fue cuando Carlotto colocó personalmente uno de los azulejos, que representa a la nieta recientemente recuperada número 126. Casualmente, sus padres Edgardo Garnier y Violeta Graciela Ortonali, fueron estudiantes de Ingeniería desaparecidos durante la dictadura militar.
"Soy una mujer común, como tantas que luchan en diferentes lugares defendiéndose y defendiendo al otro. Es una lucha sacrificada. A mi me cuesta. Ya tengo 87 años. No es pavada. Me cuesta levantarme un poco ahora, pero pego el salto", afirmó la referente. Emocionada y agradecida por el mural, Carlotto aseguró que "en este rostro están todas las abuelas. En esas cerámicas los nietos encontrados y los que falta encontrar. Contra viento y marea vamos a seguir. Ya no estamos solos".
En el tramo final del acto, la titular de Abuelas expresó: "No hay democracia con represión, con pobreza, persecución. Mientras existan miles de personas que tenemos que buscar en los cementerios o tirar flores al río o niños que crecen sin saber quiénes son, porque todavía están apropiados por la historia mentirosa. Falta mucho. Falta que todos tengan trabajo, casa, salud, escuela pública y gratuita, como la Universidad que es lo mejor que tenemos".
Durante la ceremonia, el grupo musical “Las fulanas” le dedicó una canción a la referente de derechos humanos; en tanto que la Lic. Eugenia Straccali leyó un poema que se encuentra plasmado en el mural. Además, los trabajadores no docentes de la UNLP le hicieron entrega de un ramo de flores. [El Teclado]