Malena Galmarini, esposa de Sergio Massa, denunció que el intendente de Tigre, Julio Zamora, intentó "amedrentarla" durante una visita que hizo a una obra en disputa entre la empresa estatal AySA y el municipio.
Aseguró -tal como informó Clarín- que agentes de seguridad tigrense la "controlaron y persiguieron", en el contexto de su enfrentamiento con el jefe comunal -que rompió con el massismo- por la candidatura del Frente de Todos en las elecciones 2023, que ella pretende.
"Además de un claro caso de malversación de recursos públicos, se trata de un caso de violencia por motivos de género", sostuvo Galmarini, titular de la empresa de aguas estatal. Tras la denuncia y la declaración judicial, fue allanada la base de operaciones del Centro de Operaciones Tigre (COT). Fueron confiscados el teléfono de un agente municipal y las grabaciones de las cámaras de seguridad.
"Sorprende el accionar tan rápido de la justicia de Tigre para averiguar el estado de Whatsapp de un empleado", contestó Zamora ante la consulta de Clarín. Sobre las fuertes acusaciones de Galmarini, dijo: "No hay nada que responder, eso lo tiene que probar".
El episodio ocurrió el 23 de marzo, cuando la precandidata a intendenta de Tigre del FdT se acercó a una obra de AySA en Eduardo Madero y Tacuarí, en el centro del municipio del norte del Gran Buenos Aires.
Según la denuncia, aunque no tenía intenciones de entrar al predio, un agente del Centro de Operaciones Tigre (COT, dedicado a la seguridad en el partido) les requirió a ella y a su acompañante (Lázaro Flores, también referente del Frente Renovador) el nombre para registrarlo en un "cuadernito".
Galmarini señaló la irregularidad, pero el personal municipal le aclaró que los datos eran enviados a "la base" y que la situación estaba siendo monitoreada desde un domo. El agente no quiso identificarse y estaba acompañado por un policía de la Bonaerense.
Finalmente, la titular de AySA ingresó a la obra, que se encuentra en disputa con el municipio. Desde allí vio la llegada de un segundo auto del COT.
De acuerdo a la denuncia, cuando los visitantes se retiraron del lugar, el agente municipal se alejó hacia una esquina hablando por teléfono "en actitud sospechosa".
Un día después, en WhatsApp comenzó a circular una fotografía de Galmarini y Flores, supuestamente tomada desde uno de los móviles. La acompañaba una leyenda: "Por lo visto nada que hacer en la casa".
La presidenta de AySA aseguró que se trata de una práctica de "violencia política por el intento de amedrentamiento a través de la fuerza municipal hacia una mujer candidata a intendenta del distrito".
"No lo van a lograr; voy a llegar al ejecutivo municipal el 10 de diciembre", reafirmo Galmarini.
Y agregó que también es un hecho de "violencia simbólica" por la leyenda "machista" que acompañó la imagen difundida a través de un estado de mensajería. "¿Por qué tendría que tener otra cosa que hacer en el ámbito doméstico? ¿Allí es donde les dicen a los agentes municipales que debemos estar las mujeres?".
Por último, apuntó a la utilización del sistema de videoseguridad para fines irregulares. "Recuerdo lo sucedido en una movilización de vecinos y vecinas contra la cuarentena, y ahora, vuelven a utilizar la misma metodología con quienes no coincidimos con su línea política", expresó Galmarini.
"Ocupación intempestiva" y "actitud recalcitrante": el descargo de Julio Zamora tras la denuncia de Malena Galmarini
El intendente de Tigre circunscribió la disputa a la propiedad del predio, que se encuentra envuelto en la batalla judicial. En ese sentido, aseveró que AySA está "usurpando" y "construyendo de manera irregular", una actitud que tildó de "recalcitrante".
"El predio era de Aguas Argentinas, pasó al Estado nacional y en 1992 se lo dio a Tigre. Meses atrás hubo una ocupación intempestiva. AySA hizo el reclamo y un juez de garantías de Tigre le dio la razón. Pero apelamos y la Cámara nos dio la razón a nosotros", repasó Zamora.
"Clausuramos, volvieron a ocuparlo. Volvimos a clausurarlo y empezaron a edificar. Es una actitud recalcitrante", siguió el jefe comunal. Subrayó que "no hay un acto fundado" que otorgue el terreno a AySA.
Ante la pregunta sobre las numerosas acusaciones de Galmarini -violencia de género, amedrentamiento- aclaró: "Eso lo tiene que probar, no hay nada que responder a eso. No tenemos respuesta".
Malena Galmarini y Julio Zamora se encuentran trenzados desde el año pasado en una disputa paralela: la eleccionaria. El objeto de la pelea es la candidatura a intendente por el Frente de Todos.
Ya en noviembre pasado, Galmarini anticipó su deseo de llegar al municipio, que su marido gobernó -con interrupciones- entre 2007 y 2013. En marzo pasado, ratificó su postulación y deslizó cuestionamientos a su competidor.
"Hoy hay muchos de los servicios básicos que se están cayendo y no se están llevando adelante como corresponde", dijo Galmarini.