Cueste lo que cueste: A pesar del rechazo popular se aprobó la Reforma Previsional
Largo fue el debate en la Cámara de Diputados y más larga aún fue una jornada donde las protestas, la represión y los cacerolazos fueron protagonistas. La alianza Cambiemos –acompañada por diputados peronistas que responden a gobernadores “dialoguistas”– consiguió convertir en ley la reforma previsional que rebaja la actualización de los haberes de jubilados, pensionados por discapacidad, ex combatientes de Malvinas y los beneficiarios de las asignaciones universales por hijo y embarazo. El resultado de la votación en general fue 127 votos positivos, 116 negativos y 2 abstenciones. Entre los ausentes en la votación, destacan el ex gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, y la esposa del intendente de Escobar, Laura Russo, ambos del Frente para la Victoria.
“Hicimos todo lo que pudimos para evitar que esta ley salga. Lamentablemente no conseguimos los números. Es una ley que perjudica a los jubilados, a los trabajadores. Está pensada para ver cómo el gobierno se hace de 100 mil millones de pesos. Yo creo que el gobierno hace una mala lectura de lo que sucedió anoche en la calle”, señaló el jefe del Frente para la Victoria, Agustín Rossi.
Por su parte, Axel Kicilloff afirmó: “No se puede por una necesidad de conseguir recursos, buscarlos en los sectores más desprotegidos. Estos son 100 mil millones de pesos que no van al consumo, va a afectar a todos. Hoy a las 17 horas vamos a insistir en que recapaciten”.
La diputada del Frente Renovador, Mirtha Tundis, expresó: "Esto por más que lo disfracen como lo disfracen, no dan explicación". Consultada sobre la posibilidad de hacer algo luego de la aprobación, Tundis expresó: "a través de alguna organización, una ONG, el Defensor del Pueblo, se puede hacer algo". El diputado Daniel Arroyo indicó: "Hoy estamos un poquito peor en la Argentina".
Con la presión sobre los gobernadores, que llegaron hasta el Congreso para respaldar el pacto con el Gobierno central, el oficialismo se aseguró el quórum y despejó el camino para imponer la reforma más resistida del paquete económico, que se tradujo en otra multitudinaria manifestación de rechazo frente al Congreso, acompañada por un paro general decretado por la CGT.
Ayer, la protesta en las calles derivó en una nueva represión de las fuerzas de seguridad, que chocaron con grupos de izquierda, dejando un saldo de cientos de detenidos y unos 60 heridos. Por la noche, se multiplicaron los ruidazos de protesta por todo el país, incluyendo frente a la quinta de Olivos, Plaza de Mayo y de nuevo en el Congreso, mientras los diputados seguían con el debate. Finalmente, se realizó la votación y el ajuste a los jubilados es un hecho. [El Teclado]