No es de ahora, pero cada vez llama más la atención. Un par de años atrás, cuando desde el peronismo tildaban a los radicales como el furgón de cola del PRO, los primeros ponían el grito en el cielo y deslizaban que el 2023 era el año que los iba a tener como protagonistas, que no solo iban a ganar la provincia de Buenos Aires, sino también la Nación.
Lamentablemente, para lo boina blanca de pura cepa, para los radicales de Raúl Alfonsín, de Ricardo Balbín, nada de eso sucede. El cambio no llega. El radicalismo, pese a tener cuarenta y dos de los sesenta y cinco intendentes que tiene Juntos por el Cambio en la provincia de Buenos Aires, no corta ni pincha. No mueve el amperímetro.
Por caso, por ahora, si es que no se baja en las próximas horas, el único que se la banca es el diputado nacional Facundo Manes, quien en 2021 ingresó como diputado nacional luego de disputarle la PASO a Diego Santilli. Gran elección, por cierto. Obtuvo alrededor del 40 por ciento de los sufragios de esa PASO. Lo acompañó toda la UCR. Hoy, nada. Lo dejaron solo.
Por caso, este mediodía, el presidente de la UCR nacional, Gerardo Morales, fue anunciado como el compañero de fórmula del Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, uno de los dos presidenciables del partido amarillo.
“Es una gran alegría contarles que Gerardo Morales va a ser quien me acompañe como candidato a vicepresidente para cambiarle la vida a los argentinos. Es un hombre valiente al que nunca le tembló el pulso para defender sus convicciones", afirmó Rodríguez Larreta en la apertura de su discurso.
Por su parte, Morales, tiró: “Es un orgullo enorme compartir con vos, que sos un hombre que también toma decisiones todos los días, y eso lo sabemos a lo que nos toca gestionar y resolver situaciones de los vecinos, de la gente, de nuestro pueblo todos los días”, sostuvo.
En la vereda de enfrente, a falta de uno, la otra presidenciable PRO, Patricia Bullrich, se rodeó de dos radicales. Uno, el diputado mendocino Luis Petri, que viene de caer en la interna provincial ante el senador Alfredo Cano (todo indica que volverá a ganar la Gobernación). El otro, el titular de la UCR bonaerense y jefe del bloque cambiemita provincial, Maxi Abad, a quien no le dio para ir por el sillón de Dardo Rocha. Será de la lista de Senadores nacionales por la Provincia.
“La Unión Cívica Radical quiere gobernar la provincia de Buenos Aires. El radicalismo de la provincia de Buenos Aires está convencido que si le va bien será determinante para el triunfo nacional de nuestra Coalición, la que debemos proteger, ampliar y fortalecer. Mejor radicalismo es mejor Coalición. El 2023 es la oportunidad de empezar una nueva Argentina”, decía el dirigente ranchero, allá por el mes de enero.
El tiempo pasa. Y a las palabras se las lleva el viento. Otra vez el radicalismo será, aunque no le guste, el furgón de cola del PRO; salvo que Manes meta el batacazo y les gane la interna tanto a Bullrich como a Larreta y les haga pito catalán a Morales, Petri, Abad y el resto de los "correligionarios" que no se animaron a acompañarlo a "Dar el paso" (así se llama su lista).