Mercedes Fernández nació un 12 de enero de 1922 en la localidad de Venado Tuerto, pero a los cuatro años llegó a Escobar y se quedó para siempre. Luego de fallecer su marido, atravesó un proceso de crisis profunda que prácticamente la llevó a estar en situación de calle, deambulando por distintos lugares sin tener un lugar fijo donde vivir, pasando por diferentes hospitales y recibiendo todos los días un plato de comida en el Centro Ferroviario de Jubilados de Belén de Escobar.
Esa era su realidad hasta que, mediante la intervención y el trabajo en articulación entre las autoridades de la institución y el área de Desarrollo Social del Municipio, ingresó al Hogar de Ancianas donde pudo fijar su domicilio y sobre todo encontrar una red afectiva y de contención, con la asistencia de personal profesional y el apoyo de sus nuevas compañeras.
En el Hogar de Ancianas, ubicado en Alberdi 426, Belén de Escobar, se llevan adelante distintas actividades y se busca incentivar la autonomía de las concurrentes, así como promover el envejecimiento activo. De esta manera, a través del trabajo grupal e individual, se abordan proyectos e inquietudes de las adultas mayores y es en este contexto que surge la iniciativa de Mercedes de cumplir el sueño de terminar sus estudios pendientes. Para que ello fuera posible, la directora del Hogar, Noelia Alegre Pivar, y la trabajadora social Elizabeth Villanueva se pusieron en contacto con el director del Centro de Educación Secundaria para Adultos CENS 451, Cristian Rondinella, e incorporaron a Mercedes a la modalidad de adultos mayores.
Como el Instituto queda a pocas cuadras del Hogar, Mercedes puede asistir sola y así seguir activa y tener mayor autonomía personal. Pese a haber superado el siglo de vida, se encuentra mejor que nunca y no teme asumir nuevos desafíos. Su inteligencia y capacidad la llevan a seguir aprendiendo y a ser una motivación para sus compañeras que se sienten felices por ella y la apoyan en esta nueva etapa.
El 9 de agosto, el Hogar Municipal de Ancianas Eva Perón cumplirá 50 años en su esencial tarea de acompañar a las residentes a través de distintos programas y actividades. Entre estos proyectos, actualmente se encuentra el jardín de mariposas, mariposarios y una huerta realizada gracias al trabajo en articulación con Escobar Sostenible. Además, cada semana se brinda un taller de escucha junto al Hospital de Salud Mental y Adicciones “Papa Francisco”, y se desarrollan distintas actividades como gimnasia, kinesiología, canto terapia, taller de teatro, entre otras.