El intendente de Berisso Jorge Nedela busca equilibrar la balanza. Desde el municipio reconocen una deuda de 100 millones de pesos con proveedores, y el Pacto Fiscal que promueve la gobernadora María Eugenia Vidal es casi la única salida: de lo contrario, las arcas municipales se verán todavía más afectadas.
Este lunes, el Ejecutivo municipal presentó un proyecto para adherir al Pacto y otro para declarar la Emergencia Económica. Este último incluía la posibilidad de recortar horas extras a los trabajadores municipales y trasladarlos a discresión, algo que no cayó bien al gremio: este mes, de hecho, el municipio pagó los sueldos un día más tarde y con una ayudita de Provincia.
El miércoles era el día D, pero la sesión se vio frustrada: Unidad Ciudadana (7), el Frente Renovador (2) y el unibloque peronista de Jorge Pagano se negaron a dar quórum; y los diez concejales oficialistas no lograron negociar con nadie para dar inicio a la gestión.
El llamado se pasó para este viernes y el municipio montó un importante operativo policial, que chocó con la protesta de los municipales en las puertas del HCD. Hubo, como el lunes en el Congreso, piedrazos y balas de goma. Pagano estuvo a punto de dar quórum, pero el conflicto social en puertas impidió cualquier tipo de negociación.
Casi como medida extraordinaria se hizo un llamado a sesión para este sábado, ya con un proyecto de Emergencia modificado en cuanto a los municipales, pero que aún conserva recortes en varias áreas del municipio. Pero una vez más, por la protesta de los trabajadores y la falta de quórum, el cuerpo se vio impedido de sesionar.
Nedela, en ese marco, compartió un video en Facebook donde asegura que "una alianza política entre el kirchnerismo y el sindicato de los municipales" pretende frenar el funcionamiento del cuerpo legislativo y "poner en riesgo la gobernabilidad". La semana que viene se abrirá otro capítulo de esta historia que, pareciera, tiene para rato. Aunque el límite, claro, sigue siendo el 2018. [El Teclado]