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  El país   08.09.2023 - 11:00   
POR UNA BUENA CAUSA
El hijo de Yiya Murano subasta las tazas que su madre usó para envenenar a sus amigas
Según la publicación, la venta es para ayudar a un refugio de animales: “mínimo, quiero sacar 10, 12 mil dólares”.
El hijo de Yiya Murano subasta las tazas que su madre usó para envenenar a sus amigas
Por: El Teclado

El hijo de Yiya Murano, Martín Murano, anunció que subasta las seis tazas y el resto del juego de té que usó su madre para cometer dos de los tres crímenes por los que se la condenó entre febrero y marzo de 1979, que le pusieron el mote de “la envenenadora de Buenos Aires”. En ese período, Yiya puso cianuro en el té para matar a dos amigas y a una prima a las que les debía dinero. Su hijo vende las tazas para ayudar a un refugio de animales y espera una oferta “superior a US$ 20.000”, según dice la publicación, aunque en una entrevista aclaró que “mínimo, quiero sacar 10, 12 mil dólares”.

En diálogo con C5N, Martín Murano explicó que “cuando yo me casé, hubo varias cosas que no me quise llevar del departamento, una de ellas fue este juego de té. Se lo regalé a la madre de una amiga mía que le gustaban mucho las antigüedades”.

Y agregó: “Esta señora falleció hace un tiempo y hace unos dos meses me llama la hija de la mujer y me dice que tenía algo mío. Me lo manda y cuando abro, veo el juego de té este. Cuando vi una sola tacita, lo volví a guardar, y dije ‘lo quiero tirar’”.

En ese momento. “un youtuber amigo mío me dijo que no tire el juego de té. ‘Hagamos de algo malo, algo bueno’, me dijo. Yo soy amante de los animales, todavía no puedo superar la muerte de mi perrita. Además, soy padrino de un refugio de animales. Entonces mi amigo me dijo que lo subastara para que con ese dinero compremos alimentos, medicinas, artículo de limpieza y todo lo que necesitan en el refugio”. En la publicación de Mercado Libre se aclara que se trata del “refugio de Mili González en Mar del Plata“, para “alimentar y mantener lo máximo posible en buen estado a más de 50 perritos en situación de calle”.

Martín contó que “tuvimos un ofrecimiento. Es de Estados Unidos, pero muy bajo. Fue de 5 mil dólares, pero es poco. Si los anteojos de (Ricardo) Barreda -el odontólogo múltiple femicida de La Plata- se vendieron por 20 mil dólares. A esto, mínimo, le tenemos que sacar 10 a 12 mil dólares. De ahí para arriba. Porque hay gente que colecciona estas cosas. Con 20 mil dólares llenamos un camión de alimento para los perritos”.

Murano precisó que “con una de estas tazas, de un juego que estaba guardado en un modular y que no se usaba a diario, tomó el té la primera víctima. Cuando se descompuso Nilda Gamba, nuestra vecina, la que siempre preparaba el té, la comida y demás era Ignacia. Sin embargo, ese día, Yiya abrió el modular, tomó una de estas tacitas, preparó un té y se lo llevó a Nilda Gamba. Luego volvió con la taza, tengo fresco ese recuerdo, porque Yiya nunca hacía eso. Al otro día, Nilda Gamba murió”.

Martín recordó: “La primera vez que experimenté sentir la pérdida de un ser querido fue cuando murió Nilda Gamba. Yo llegaba del colegio e iba a merendar a la casa de Nilda. Para mí era como una tía. Nilda fue envenenada con un té. Chicha fue envenenada también con un té, el veneno estaba en el té. La prima de Yiya, Mema, sí fue envenenada con masas. En el momento que Mema cae por las escaleras, Yiya llega con otro paquete de masas. El argumento de defensa de ella es que dejó las masas en la ambulancia, la comieron los que estaban en la ambulancia, enfermeros médicos y no pasó nada. Por supuesto, porque esa no eran las masas que habían comido Mema”.


El hombre nunca llama a Yiya “mamá” en la entrevista. Y aseguró que casi fue una víctima más: “Cuando yo tenía 10 años, Yiya compró una torta para llevar, supuestamente, a una cena y la dejó sobre la cocina. Yo de chico era gordito. Ella dejó abierta la torta, la desenvolvió. Yo me corté un pedazo. Yiya vio todo y cuando la fui a llevar a la boca me la sacó de la mano y la tiró por el incinerador. En ese momento, yo era muy chico, no me di cuenta por qué hizo eso. Años más tarde, deduciéndolo, me doy cuenta de que me había querido matar porque uno de los amantes de ella me lo confirmó”.

“Yiya no fue madre, no fue esposa, no fue amiga, no fue pariente. Destrozó dos familias. ¿Vos sabés de quién fue amante? Del marido de su hermana y te digo más, con el marido de su hermana, tuvo un hijo. O sea, mi primo es mi hermano. Yiya Murano arruinó varias familias, arruinó gente, de hecho mató más gente de las que se las condenó. No fueron tres, si no fueron entre siete y 11?, disparó Martín Murano.

Y ate la pregunta de por qué cree que su madre utilizaba el veneno como método para matar, aseguró: “Los psicólogos forenses hablan de que el veneno es el método preferido por las mujeres cuando asesinan porque no es cruento y no ves morir a la víctima porque vos se lo aplicas y te vas”.


FUENTE: InfoPlatense





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