El intendente de San Pedro, Cecilio Salazar (Unión por la Patria), se impuso en las elecciones generales y seguirá cuatro años más al frente del Ejecutivo, en unos comicios que tuvieron el condimiento de la puja familiar.
Su hijo Ramón, exfuncionario tiempo atrás, se presentó como candidato a jefe comunal por La Libertad Avanza, sufriendo una derrota a manos de su padre.
A pocos días de la elección, el expostulante a concejal Luciano Juhant, de los libertarios, denunció que sufre persecución política ya que lo mandaron a trabajar al corralón municipal.
Según explicó, desde el Hospital de Santa Lucía, donde vive, fue derivado a su nuevo destino para cumplir tareas en servicios públicos, aunque decidió no presentarse. Sí, en cambio, lo hizo a su guardia como ambulanciero, enviando una carta documento para denuncia lo que considera una "represalia dicriminatoria".
El municipio notificó a Juhant que debía presentarse a trabajar en el Corralón, en el horario de 6.00 a 14.00, por lo que ya no cumpliría tareas como chofer de ambulancia en Santa Lucía.
El excandidato a edil fue delegado municipal en esa localidad, siendo expulsado del gabinete cuando Cecilio retomó el control del Ejecutivo, luego de un paso por el Gobierno nacional.
El regreso del veterano hombre del partido FE al Ejecutivo fue criticado por el propio Ramón, con Juhant quedando del lado del libertario en las últimas elecciones.
Ante los hechos, el también ex pastor evangélico consideró en la carta documento que la decisión de trasladarlo es "una flagrante represalia discriminatoria” que lo perjudica “tanto moral como patrimonialmente".
Además, exigió que "procedan a dejar sin efecto dicha comunicación y a cesar las hostilidades y persecuciones" en su contra, advirtiendo que irá a la justicia si no es escuchado. [El Teclado]