Por Juan Arrizabalaga

Nota de opinión: “Y todo alquiler será temporario”

Jueves, 21 de Diciembre del 2023 - 18:00 hs.

Por Juan Arrizabalaga, de Inquilinos Agrupados Tandil

Si el fenómeno creciente del alquiler temporario y Airbnb venía modificando el paisaje urbano y fortaleciendo la crisis del alquiler habitacional, la derogación de la Ley de Alquileres por parte del gobierno de Javier Milei viene a completar el “efecto tenaza” contra millones de hogares inquilinos.

Para el vocero presidencial, la Ley de Alquileres “perjudicó al mercado inmobiliario”. A buen entendedor, pocas palabras. El famoso “acuerdo entre partes” que promueven el gobierno libertario y el mercado inmobiliario, acerca de los plazos del alquiler, los valores y el tipo de moneda a utilizar en el pago, se basa en el relato del mejoramiento de la oferta.

Sin embargo, la decisión del Gobierno de quitar toda regulación sobre el alquiler, no sólo dará lugar a una fuerte imposición de las condiciones por parte de inmobiliarias y rentistas a los inquilinos sino que va a multiplicar la tendencia hacia los contratos cortos, valores en dólares y ajustes de precios sin regulación ni tope y cada menor tiempo. Tenderá a borrar la frontera entre el alquiler temporario y el acceso a la vivienda permanente.


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La Ley de Alquileres establece contratos de 3 años, ajuste anual y precio regulado por el Estado, en un promedio entre inflación y salarios. La reforma le sumó la prohibición de oferta en moneda extranjera. Para noviembre, según el CESO, los precios de mercado aumentaron entre un 250% y 300% anual (oferta de precios de inicio de contrato), mientras que la inflación fue de 149% interanual y el Índice de Contrato de Locación (ley de alquileres) fue del 119% para los ajustes anuales. Entre la Ley de Alquileres y el mercado, la diferencia es más del doble. 

Por su parte, los alquileres temporarios ya vienen generando múltiples efectos. Achican la oferta de viviendas para alquiler, impulsan la suba de precios, dolarizan la oferta, y se construye cada vez más para actividad turística o de paso y no para habitar. Este fenómeno, sumado al crecimiento de las viviendas vacías como “reserva de valor”, tiene un fuerte impacto en la actual crisis.

El problema del acceso a la vivienda no se restringe a CABA o la zona metropolitana, sino que ha crecido en todo el país. Capitales de provincias, ciudades intermedias, ciudades turísticas o universitarias. Mar del Plata, Tandil, Bariloche, San Juan o Salta, Rosario o Córdoba, Mendoza o Ushuaia, La Plata o Bahía Blanca, Neuquén o el conurbano bonaerense, da igual.