Cristina Fernández de Kirchner recibió ayer a la tarde a la Federación Universitaria de La Plata (FULP), luego de que la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA) llegara a un acuerdo con el Gobierno nacional por los fondos, levantando de esta manera la emergencia presupuestaria.
“Estoy media enojada por el tema”, expresó Cristina al recibir a las autoridades de la FULP. “Tengo miedo que esto signifique cambios de votos en el Congreso en la Ley de Bases, que es una Ley que de aprobarse es nefasta”.
La dos veces presidenta de la nación subió un vídeo a sus redes sociales en donde habló sobre el tema y apuntó a una “suerte de estafa”, “porque la verdad que la movilización de las universidades fue impresionante”.
“¿Cómo pueden dejar afuera 60 universidades? ¿Sabes qué hace? Destruye la política mucho más, porque en definitiva es como que hay algunos que arreglan por la derecha de ella. ‘Agrupación voy por la mía’, y el resto queda todo colgado”.
En este sentido, Cristina aseguró que no es una decisión injusta, “porque además arreglaron lo que es la plata de la dirigencia política de la UBA. Porque no nos engañemos, el 80% son salarios no docentes y salarios docentes y autoridades, con lo cual arreglaron ese 7% que es la plata que maneja la política en la universidad”.
“Van a conseguir la aprobación de la Ley de Bases y después si te he visto no me acuerdo. Te lo firmo pero ya”, reafirmó y agregó: “El superávit trucho que tienen lo mantienen a pura y exclusivamente no dando a las instituciones la plata que le corresponde por presupuesto y por funcionalidad, por eso arreglaron con la UBA que digamos que es la vidriera porque acá están todos los medios que es la vidriera y dejaron atrás a todos. La ñata contra el vidrio. Y la verdad que está muy mal, habla muy mal”.
Por su parte, desde la FULP expresaron que “Cristina nos recibió preocupada por la estrategia del gobierno de dividir al movimiento educativo”. Del encuentro participaron la presidenta del gremio estudiantil, Albertina Bidart, Sol Alconada, Valentina Pando, Camila Zambaglione y Franco Duran.
“Son tiempos difíciles para los jóvenes pero no nos vamos a quedar mirando como nos arrebatan el futuro. Vamos a pelear, en las aulas y en las calles, por una universidad pública de calidad e inclusiva”, concluyeron.
Este miércoles, el Consejo Superior de la UBA suspendió la emergencia presupuestaria declarada el pasado 10 de abril, luego de llegar a un acuerdo con el Gobierno nacional para el incremento en el presupuesto universitario.
A través de un comunicado el Consejo Superior de la UBA informó que “se ha incrementado el presupuesto para gastos de funcionamiento que oportunamente había sido prorrogado. Las resoluciones mencionadas implican una actualización de los gastos, sin incluir salarios y otras partidas, del 270% interanual respecto del presupuesto sancionado para la universidad en 2023 y de 300% para los hospitales universitarios y aquellas funciones de la universidad vinculadas al área asistencial. En la resolución se explica qué: ‘Las sumas indicadas, si bien se encuentran por debajo del presupuesto óptimo para el funcionamiento pleno de la Universidad, posibilitan una programación presupuestaria, imposible hasta el momento’”.
La medida generó un fuerte malestar en el resto de las Universidades Nacionales y entre las y los estudiantes universitarios que denunciaron que se “cortaron solos”, luego de la histórica movilización del pasado 23 de abril.
Desde el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) manifestaron que “resulta inadmisible y provocador que se reconozca solo para una universidad y no para la totalidad del sistema que reúne a un conjunto de 60 universidades a lo largo y a lo ancho de todo el país, que representan a dos millones de estudiantes de las universidades argentinas. No aceptaremos que existan estudiantes de primera y de segunda”.
En este marco, exigieron “inmediatamente una resolución que garantice un incremento igual al otorgado a la Universidad de Buenos Aires para todas las universidades públicas de la Nación”.
“Rechazamos cualquier metodología que promueva la división entre universidades y dentro de las universidades. No convalidaremos ningún intento de división, ni priorizaremos nunca ningún atajo. El Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) no resigna lo que cree. No es solo un problema de recursos, es también de principios”. [El Teclado]