A los 92 años de edad, este jueves falleció Ángela Catalina Paolín de Boitano. Lita. La de la sonrisa enorme. “Algunos me preguntan por qué estoy siempre sonriendo, y bueno… porque amo la vida y porque creo que ayuda mucho a la lucha no tener odios, no tener rencores, pero sí tener los ojos bien abiertos”, respondió una vez.
En el comunicado emitido por Abuelas de Plaza de Mayo, detallaron que la histórica militante por los derechos humanos y dirigenta de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, fue "una eterna compañera" de lucha por la Memoria, la Verdad y la Justicia.
Ángela Catalina Paolín de Boitano sufrió la desaparición de sus dos hijos por el terrorismo de Estado: Miguel Ángel, de 20 años, estudiante de Arquitectura en la UBA, trabajador de Techint y militante de la Juventud Universitaria Peronista (JUP), fue secuestrado el 29 de mayo de 1976. Un año después se llevaban a su hija Silvia Adriana, estudiante de Letras en la UBA y también militante de la JUP, secuestrada el 24 de abril de 1977.
"Afectuosa, de sonrisa permanente, generosa en abrazos, peronista, hincha de Boca y feminista, Lita siempre destacaba la fuerza y la constancia que tenemos las mujeres. Lamentablemente, partió sin encontrar los restos de sus hijos –como tantas Madres, Abuelas y Familiares–, a quienes siempre buscó", agregaron en el escrito.
"Se ha ido una de nosotras, de allí el dolor que sentimos hoy. Ejemplo de fortaleza, comprometida con la justicia social y con el sueño de un mundo mejor, evocar su figura es ver pasar miles de imágenes en un segundo, que en buena medida son la historia de esta democracia, de la cual ella –junto con tantas otras y otros– fue una de sus artífices más virtuosas", la describieron. [El Teclado]