A partir del 1 de julio, las estaciones de servicio volverán a tener un aumento en sus combustibles. Esta vez, la suba será de un 2% debido a la devaluación mensual del peso frente al dólar, pero habrá un nuevo incremento de los impuestos según establece el decreto 466/2024 de Javier Milei.
El aumento rondará los $ 114,15 por litro de nafta y $ 91,89 por litro de gasoil, salvo que el gobierno nacional decida postergar o fraccionar el incremento de los Impuesto a los Combustibles Líquidos e Impuesto al Dióxido de Carbono.
Mientras tanto, puertas adentro, el ministerio de Economía está tratando de fraccionar el aumento para que el impacto sea menor, pero por otro, el gobierno nacional necesita aumentar la recaudación que deriva de ese impuesto.
Pero eso no es todo. Además de los combustibles, las tarifas de energía eléctrica y gas natural también verán incrementos a partir de julio. Las empresas que prestan servicios públicos regulados de transporte y distribución de energía eléctrica y gas natural, como Edenor, Edesur, Transener, Metrogas, Naturgy, Camuzzi, TGS y TGN, entre otras, ajustarán sus tarifas para reflejar los costos actuales y futuros de operación.
El transporte y la distribución representan entre el 40% y el 50% del costo final de las facturas que pagan los hogares. Estos componentes habían visto suspendida su actualización en mayo y junio, pero desde julio, el gobierno aplicará una nueva fórmula de ajuste que se basará en la inflación futura esperada, en lugar de la inflación pasada.